El PSOE confía en que la presión de Puigdemont no afecte a la mesa de diálogo

El PSOE confía en que la demostración de fuerza de Carles Puigdemont el sábado en Perpiñán, donde el expresident de la Generalitat huido tras su papel el 1-O reunió a más de 100.000 independentistas, no afecte a la mesa de diálogo. Los representantes del Gobierno y del Govern acordaron el pasado miércoles reunirse mensualmente y que, de llegar a acuerdos, sean siempre “en el marco de la seguridad jurídica”. Un compromiso de mínimos que no alivia la preocupación en el Ejecutivo de Pedro Sánchez por que las fricciones entre ERC y de Junts per Catalunya terminen afectando a la mesa. Un órgano de nueva creación que los republicanos exigieron a los socialistas a cambio de su abstención, clave, en la investidura de Sánchez. Junts la terminó aceptando a regañadientes, como dejó claro Puigdemont al obviar la mesa en su mitin en suelo francés y animar a “la lucha definitiva”. Esto es, a seguir adelante por la vía unilateral. La exconsejera de Educación, Clara Ponsatí ―que como el expresident también se fugó, en su caso a Escocia― la calificó directamente de engaño. “Son sus opiniones, pero no forman parte de la mesa de diálogo, en la que se busca un diálogo acorde a la ley y la Constitución”, ha zanjado Cristina Narbona, presidenta del PSOE.

“No creemos que esto vaya a modificar lo que está acordado en la mesa de diálogo. En ese acto los presentes tuvieron la oportunidad de escuchar a Junqueras, que ponía en valor la mesa del diálogo. Es evidente que hay discrepancias en el independentismo”, ha observado Narbona tras la reunión de la dirección socialista. La dirigente socialista se ha mostrado prudente sobre la presencia en futuras reuniones de la mesa de Josep Maria Jové, procesado el viernes por la organización del referéndum ilegal de octubre de 2017. “No hay ninguna previsión pero hay un mes por delante”, ha expresado Narbona.

La presidenta del PSOE se ha mostrado aun así optimista, aunque no espera grandes resultados a corto plazo en la resolución de la crisis territorial con epicentro en Cataluña. “La mesa de diálogo irá produciendo resultados paso a paso y con lentitud. Partimos de diez años de desencuentros”, ha advertido. “Cuanto más chillen algunos, más útil puede ser la mesa para el diálogo. En esto entran tanto quienes tienen una postura radical en el independentismo como quienes no quieren hablar con los independentistas”, ha aseverado Narbona.

Reivindicación de Rubalcaba

Sánchez también ha trasladado a la ejecutiva del PSOE su intención de recordar la figura y el legado de Alfredo Pérez Rubalcaba, que falleció el 10 de mayo del año pasado a los 56 años tras sufrir un ictus. Los socialistas honrarán a quien fue su secretario general y también vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior con unas jornadas sobre la paz que se celebrarán en Euskadi antes de las elecciones vascas del 5 de abril. De esta manera se reconocerá la labor del ministro del Interior bajo cuyo mandato se derrotó a ETA. También están previstas otras jornadas sobre educación en Madrid y otras centradas en el Estado autonómico en Granada. Una elección con la que se reconoce el significado y simbolismo de la Declaración acordada en la ciudad andaluza en julio de 2013. Los barones del PSOE aprobaron por unanimidad su nuevo modelo territorial. PSOE y PSC sellaron un pacto federal aunque los socialistas catalanes defendían entonces el derecho a decidir, esto es, una consulta legal y pactada para resolver la relación de Cataluña con el resto de España. La reivindicación del PSC no fue incluida en la Declaración de Granada.

Santos Cerdán, número dos de Organización del PSOE y enlace entre el partido y el Gobierno, ha aumentado sus responsabilidades en el partido como nuevo presidente de la Fundación Pablo Iglesias. Cerdán sustituye a Beatriz Corredor, nueva presidenta de Red Eléctrica tras la dimisión de Jordi Sevilla. Corredor también ha renunciado a su puesto en la ejecutiva socialista.