Tommy Dorfman, la actriz trans que conquista Hollywood
Fue Ryan en la serie ‘Por 13 razones ‘y ahora interpreta su primer papel femenino en la película ‘Sharp Stick’. Entre un proyecto y otro contó su proceso de transición en Instagram. “Todavía estamos dando los primeros pasos en Hollywood en cuanto a representación trans y no binaria”, afirma.
La actriz Tommy Dorfman (Estados Unidos, 29 años) se hizo conocida en todo el mundo con su papel de Ryan, un ladrón de poemas que aparecía en una de las cintas de casete de la serie Por 13 razones (Netflix, 2017-2020). Poco después de acabar dicha serie, en julio de 2021, anunció que era una mujer trans de la forma más oficial posible, ofreciendo una amplia entrevista a la revista Time. Así lo hicieron recientemente también el actor Elliot Page y la que fue estrella de Disney Josie Totah. En el caso de Dorfman, sus declaraciones venían acompañadas de una amplia sesión fotográfica. Posar ante la cámara en los primeros pasos de su nueva vida es una forma de validarse a sí misma, cuenta al otro lado de la pantalla, desde su apartamento en Nueva York. La sesión que ha protagonizado para esta revista la ha ayudado a verse “de formas que no había hecho antes”.
Antes de presentarse ante el mundo, había ido mostrando su proceso de transición a través de su cuenta de Instagram. No dio más explicaciones que las que las propias imágenes desvelaban. Por ejemplo, no contaba que ha decidido mantener su nombre de pila. Lo recibió en honor a su tío, fallecido cuando ella tenía un mes de vida. “Es un homenaje al hombre que me tuvo en sus brazos mientras moría”, contaba en la publicación estadounidense.
Recuerda el día que se hizo por primera vez un corte de pelo femenino como un momento decisivo en su vida. No es un asunto banal, ya que entiende que la moda y la belleza pueden llegar a ser una hermosa armadura. “Son una forma de mostrar cómo me gustaría ser vista, y a partir de ahí también escuchada. Pero también pueden ser herramientas con las que jugar y no tomarnos muy en serio; elementos de unión entre gente trans y gente cisgénero; entre heteros y homosexuales”, defiende.
Porque lo de educar a través de la moda es cuestión de todos. “Sin darle todo el crédito a los hombres heterosexuales, estéticas fluidas como la de Harry Styles ayudan a la comunidad queer, en un mundo en el que puedes ser agredida por cómo vistes. Cuanto menos binaria en cuestiones de género es la moda y la belleza, más colabora en que el mundo sea un espacio seguro para todos”, argumenta. Ahora tiene como reto arrancar de nuevo su carrera. Lo hace con su primer papel femenino en Sharp Stick, la película que Lena Dunham acaba de presentar en el Festival de Sundance. Confiesa que, hasta entonces, nunca había disfrutado en un set de rodaje. “Lena ha sido para mí algo parecido a una mentora en los últimos años, además de una gran amiga. Es la persona que me aconseja en mis guiones, lo que es una suerte porque respeto mucho su visión artística”, comenta. “Fue muy especial participar en esta película y estar ante la cámara siendo yo misma. Era el momento perfecto para hacerlo; confiaba plenamente en la persona que estaba al mando”, cuenta.
Entre los proyectos sobre los que ha pedido consejo a la creadora de la serie Girls se encuentra el adaptar como directora la novela Te deseo todo lo mejor (publicada en España por Planeta), de Mason Deaver. “Todavía estamos dando los primeros pasos en Hollywood en cuanto a representación trans y no binaria. Y este texto cuenta la historia no contada de muchas personas”, asegura. Su protagonista es Ben, adolescente no binario que tiene que iniciar una nueva vida con una hermana mayor a la que apenas conoce, después de que sus padres le echaran de casa por salir del armario. “Me habría gustado encontrarme relatos así cuando iba al instituto, que me ayudaran a entender lo que estaba viviendo”.
Desde que comenzó a vivir como una mujer trans solo ha recibido felicitaciones del entorno conservador de las carreras de coches NASCAR en el que trabajaban sus padres y con el que se crio. Pero durante mucho tiempo, Dorfman sintió que su transición era un viaje aterrador que no estaba preparada para hacer. “Ahora lo veo como un proceso en el que te sientes como cuando estás a punto de terminar tus estudios y te toca salir al mundo a ser una persona adulta. Y no tienes ni idea de qué va a ser de tu vida. Al final, empiezas a sentirte cómoda ante esa incertidumbre y desarrollas capacidades de adaptación que hacen que dejes de sentir miedo. Ya no lo siento como algo aterrador, sino estimulante”.
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