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20 secretos deliciosos en Madrid

Una ruta gastronómica por la capital para disfrutar de un otoño muy 'gourmet'

Comedor del restaurante Amazónico, en Madrid.
Comedor del restaurante Amazónico, en Madrid.

El otoño remolón se muestra al fin en todo su esplendor, con sus tonos amarillos, ocres y rojizos. Y en Madrid hay locales más o menos secretos para disfrutarlo con calma, entre exóticas y sorprendentes ambientaciones. Cualquier disculpa es buena para recibir la caída de la hoja, como este recorrido por restaurantes, terrazas y patios madrileños que invitan a vivirla, en ocasiones, entre frondosa vegetación.

01 Amazónico

La ruta comienza en el Barrio de Salamanca y un restaurante de exótica y original ambientación, con una carta de cocina amazónica brasileña fusionada con la de otros países vecinos y asiáticos. Es posible chuparse los dedos con alguna de sus lubinas, espetos, arepitas, brochetas o carabineros, rodeados por el interiorismo creado por el estudio de Lázaro Rosa-Violán. En Amazónico (Jorge Juan, 20; +34 915 15 43 32), que ocupa el lugar que dejó el fastuoso Pan de Lujo, de Alberto Chicote, podremos dar rienda suelta a los cinco sentidos, entre el mobiliario vintage de la planta superior o una sesión de jazz en el club de la parte baja. En el patio (ahora cerrado) hay una epatante jirafa. Lo dirigen Sandro Silva y Marta Seco, propietarios de los exitosos El Paraguas, Ultramarinos Quintín y Ten con Ten. Un pavo real se erige entre el moderno público, las lámparas de aire victoriano y las tres barras, incluída la de sushi.

Terraza de La Galería, en el nuevo Florida Retiro.
Terraza de La Galería, en el nuevo Florida Retiro.Alfredo Arias

02 La Galería

Antiguos mitos revividos sorprenden a veces en la ciudad. Es el caso del Florida Retiro, antigua sala de fiestas reabierta recientemente que suma en su propuesta un gran espacio gourmet. Pensado para todos los gustos y públicos que visitan el vecino parque del Retiro, propone un lugar donde deleitarse con espectáculos y, también, con la cocina comandada por el experimentado Joaquín Felipe, al frente de todos sus espacios gastronómicos. La Galería (Paseo de Panamá 1, Parque del Retiro; +34 918 27 52 75) es un restaurante-bar diáfano con ventanales de madera, ladrillo visto y macetas colgantes donde disfrutar de raciones y tapas madrileñas en un ambiente mayormente familiar. En el mismo complejo, encontramos el fino restaurante El Pabellón y puestos que simulan un mercado.

03 No. Restaurant

Caminamos hasta adentrarnos en el callejón de Puigcerdá, que es uno de los más populares de la ciudad, por la concentración de restaurantes. En la terraza cubierta con vegetación de No. Restaurant (Puigcerdá, 8; +34 914 31 64 56) podremos deleitarnos sin que nos encuentren fácilmente. Al frente de la cocina está Xavier Márquez, que trabajó en el Spoon de Alain Ducasse, en Londres, y se estrenó luego en Madrid con el Wok Café –primer local de esta cadena asiática–, allá por el año 2000. En 2005, abriría La Kitchen, el restaurante abovedado de Chueca. Y siete años más tarde, en 2012, este restaurante, donde propone una fórmula similar, con una estupenda carta de cocina creativa de mercado; vinos, champán y cócteles. Luce mobiliario clásico e ilustraciones de héroes de época, de Javier Arce.

Mesas exteriores de Warehouse, hechas con palés, en Madrid.
Mesas exteriores de Warehouse, hechas con palés, en Madrid.

04 Warehouse

En Madrid se encuentra casi de todo, incluso nuevas ideas en antiguos palacetes. En busca de otro espacio verde, nos dirigimos al palacio del Marqués de la Concordia, que recrea una gran hacienda, con su vegetación y su jardín. Desde hace dos años acoge un bonito restaurante con patio y cinco logradas mesas hechas con palés. La carta de Warehouse (María de Molina, 25; +34 914 36 59 22) no es tan verde como el entorno –destacan en ella, precisamente, sus exquisitas carnes–, pero este rincón noble y aislado del mundanal ruido merece una visita. Tiene un viñedo en mitad del jardín, con diversas cepas y variedades de uva identificadas con carteles: monastrell, verdejo, syrah, cabernet sauvignonA un lado, queda el delicioso restaurante cubierto. Fuera, las hojas caen en el patio. Sus dueños dirigen también la Hacienda Zorita en Salamanca, un hotel rural de lujo con bodega (y un premio internacional a un vino verdejo), granja y zonas de cultivo. En su versión urbana, ofrece solomillos, entrecots, cordero, bufala o un sashimi de presa ibérica. Y buenos vinos. The Rhum Bar es la bonita coctelería vecina, digna de la película Casablanca.

Patio del restaurante Habanera, en Madrid.
Patio del restaurante Habanera, en Madrid.

05 Habanera

La antigua cafetería Riofrío, junto a la Plaza de Colón, ha sido reconvertida en un lujoso local de 900 metros cuadrados, dos plantas y aire colonial para acoger la fastuosa ambientación de Habanera (Génova, 28; +34 917 37 20 17) y su carta de cocina de mercado. Luminoso y atractivo gracias a su espíritu festivo y habanero, la parte baja simula un refinado patio cubano mientras arriba una instalación de troncos y el mobiliario art-déco protagonizan la decoración, obra del estudio Proyecto Singular. Para pedir, variedad que va desde ropa vieja hasta tortilla trufada. Y cócteles, claro. Habanera está integrado en el joven grupo Larrumba, orientado hacia comensales veganos y vegetarianos en algunos de sus locales, como Frida y Dry Martina, ambos en Las Salesas, barrio conocido precisamente por su debilidad por el mundo ecológico.

06 Cebo

Hubo un tiempo en que el hotel Urban marcó el inicio de una época de modernidad con su terraza en L, donde subirse en ascensor a divisar la ciudad. Hoy, es una fórmula habitual en otros hoteles y restaurantes. Situado frente al Congreso, el Urban acoge también un restaurante que busca, de nuevo, una redefinición con el joven chef madrileño Aurelio Morales al frente, que pasó por elBulli, Miramar, Tickets, 41º, Abac o Echaurren y Ramses. La reforma de Cebo (Carrera de San Jerónimo, 34; +34 917 87 77 70), obra de Koke Clos, incluye materiales nobles. Hay caros champanes en un reservado y, al fondo, un patio para fumadores con vistas a un olivo donde recibir al otoño degustando, por ejemplo, un jarrete de Madrid o chipirón de la Costa Brava. Recetas madrileñas y catalanas se fusionan en este espacio con capacidad para 25 comensales, entre callos, calçots, espardeñas o gambas rojas de Palamós. Todo junto al insólito patio.

El Jardín de SB, en Madrid.
El Jardín de SB, en Madrid.

07 El Jardín de SB

En el centro de Madrid (casi) todo es posible y para descubrir una de sus propuestas más curiosas entramos en la tienda Salvador Bachiller de la calle Montera para coger el ascensor hasta la azotea. Tras dejar atrás tres plantas repletas de maletas y parafernalia viajera, la puerta se abre ante una terraza llena de vegetación y flores, con sillas y mesas, un columpio al fondo y cierto aire romántico. En El Jardín de SB (Montera, 37; +34 915 31 02 60), con estufas de seta para no pasar frío, las camareras van vestidas como azafatas y en la carta, con forma de agenda de viaje, asoman platos variados para picar, opciones de desayuno, brunch y merienda. También hay cócteles, como el sorbete al cava de mango, presentado con pajita, aderezos tropicales y mensajes personalizados. Por ejemplo: “lo que prometas bajo la luna, cúmplelo al salir el sol”. De bajada, podemos detenernos en un bonito salón de té inglés, el Vip Lounge, en la tercera planta, que de jueves a domingo noche cuenta con DJ.

Interior de El Invernadero de SB, en la Gran Vía de Madrid.
Interior de El Invernadero de SB, en la Gran Vía de Madrid.

08 El Invernadero de SB

El álter ego del Jardín de SB se encuentra bajando la Gran Vía. En lugar de una azotea campestre hallaremos un refinado restaurante urbano, también repleto de plantas, y visitado por una clientela ávida de nuevas experiencias. Con una luz verdosa y ambiente exótico, El Invernadero (Gran Vía, 65; +34 915 40 17 29) sirve cócteles y zumos detox, como el de corazón de melón, en recipientes tropicales. También ofrecen desayunos, comidas, meriendas y cenas. Repite la fórmula musical del Jardín SB –DJ de jueves a domingo– en una tentadora jungla urbana.

09 Café del Jardín

Cambiando de registro, y ya en el barrio de Malasaña, la cafetería y el jardín del Museo del Romanticismo (San Mateo, 13; +34 914 48 10 45) recrean el espíritu del siglo XIX en un palacete que cuenta con 26 salas de exposición de artistas románticos. El museo, de 1924, sobrevivió a la Guerra Civil y estuvo cerrado durante ocho años por obras. En 2011, abrió la cafetería, junto al patio interior ajardinado, que cuenta con un magnolio centenario, plantas trepadoras y flores, como jacintos. En el Café del Jardín podremos optar por el dulce, como sus famosas tartas de zanahoria, que se sirven en las mesitas distribuidas por este mini parque de interior. También ofrece un menú de inspiración ecológica. No es el único museo con patio verde. Hay otro, sin bar, en el Museo Sorolla (General Martínez Campos, 37; +34 913 10 15 84).

10 Cubanismo

Sin salir de Malasaña, visitamos un nuevo multiespacio de varias plantas, El Paracaidista (La Palma, 10; +34 603 309 173), donde podremos comprar desde prendas de las últimas tendencias en moda a una vajilla para el salón de casa, además de vinos, conservas, una bicicleta o una crema facial. En la tercera planta, la terraza de la coctelería Cubanismo ofrece la posibilidad de tomar un cóctel o un vino entre plantas de considerable altura y vistas a los tejados de la calle de La Palma.

Comedor de La Malaje, en Madrid.
Comedor de La Malaje, en Madrid.

11 La Malaje

En los aledaños de Atocha y Antón Martín, el patio andaluz de La Malaje (Relatores, 20; +34 910 81 30 31) se define (en su web) como “una apología a la cocina del Sur”. Lo llevan Manuel Urbano, ex jefe de cocina del restaurante Sacha, el hostelero Álex Gray y el televisivo actor Aarón Guerrero (Médico de Familia). Merece la pena su ensalada malagueña de arenques, el bienmesabe de cazón, la corvina salvaje al Jerez o el solomillo con foie. Y los típicos alfajores de avellana de postre. Entre robustas mesas con macetas invertidas y un clavel, hay vistas a un patio acristalado sin acceso. Una reinterpretación andaluza que recibe con un jardín de cactus en la entrada, en honor a la provincia de Almería.

Patio del Café del Bistrot, en Madrid.
Patio del Café del Bistrot, en Madrid.

12 Café del Bistrot

En el interior del Instituto Francés, en Colón, visitamos el delicioso Café Bistrot (Marques de la Ensenada, 12; 917 00 48 00), una cafetería mítica con un arbolado patio interior frecuentado por estudiantes y aficionados a la cultura francesa, ofrece en su carta desde sabrosos bocadillos y quiches hasta ricos platos de cocina internacional y postres; ensaladas, crema de puerros o berenjena, gazpacho, salmorejo, couscous, lasaña, pasta al gusto, entraña argentina, musaka, arroz con leche, yogur natural con miel, tarta de zanahoria, flanes caseros...

Restaurante Bosco de Lobos, en Madrid.
Restaurante Bosco de Lobos, en Madrid.O. Planas

13 Bosco de Lobos

Los amantes de la arquitectura moderna disfrutarán en el Bosco de Lobos (Hortaleza, 63; +34 915 24 94 64), en el interior del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). Se trata del restaurante situado en el edificio de nueva construcción del arquitecto Gonzalo Moure, realizado sobre las antiguas Escuelas Pías de San Antón, en 2012. Desde entonces, acoge un patio interior y un restaurante de cocina italiana inspirado en una biblioteca, con flexos, librería y vistas a un bonito jardín. En verano, hay terraza con sombrillas. Con el frío, se recogen y se enciende el horno de leña para elaborar ricas carnes, pescados y risottos. El restaurante lo firma Tomás Tarruella (Grupo Tragaluz), creador de la firma En Compañía de Lobos, orientada a la restauración en Barcelona y Madrid. Maderas y ambiente cool dan vida a este moderno local con el sello de la familia Tarruella.

Terraza de Arzábal, en el Museo Reina Sofía, en Madrid.
Terraza de Arzábal, en el Museo Reina Sofía, en Madrid.

14 Arzábal

En un rincón arbolado adosado al Museo Reina Sofía, en Atocha, permite deleitarse en una terraza con mil macetas o en el invernadero que hace las veces de restaurante. Hay mesas, zona de barra, sesiones de DJ y, recientemente, un horno para carnes y pescados. En la carta de Arzábal (Santa Isabel, 52; +34 915 28 68 28) hay raciones de croquetas, cecina, alitas, gambas, mejillones… Al frente, está el tándem formado por Iván Morales y Álvaro Castellanos, creadores de la clásica taberna Arzábal (en Menéndez Pelayo) y la japonesa A Japanese Kiritaka. Dentro del museo, sirven cocina de autor en otro refinado restaurante.

Patio de La Posada del Dragón, en Madrid.
Patio de La Posada del Dragón, en Madrid.

15 La Antoñita

Damos un salto en el tiempo hasta el Madrid del siglo XVI en la corrala de La Posada del Dragón (Cava Baja, 14; +34 911 19 14 24), en La Latina, en cuya planta baja se aloja el restaurante La Antoñita, bautizado así en recuerdo a la tienda de jabones que la ocupó en otras épocas. El local ocupa también el estrecho y rectangular patio interior, con ocho mesas de mantelitos a cuadros y plantas que cuelgan de las paredes. Cocina de mercado en forma de platos típicos, como el rabo de toro, y aperitivos recomendables, como las croquetas tigre. Actualmente, la posada es un hotel boutique de 27 habitaciones temáticas. En la planta baja, además del restaurante, hay una barra de vinos (Dragónate) y una zona de reservado (La Despensa). Al lado, la Posada del León de Oro (Cava Baja, 12) ofrece un concepto similar y otra corrala convertida en restaurante.

Terraza del mercado de San Ildefonso, en la calle Fuencarral de Madrid.
Terraza del mercado de San Ildefonso, en la calle Fuencarral de Madrid.

16 Mercado de San Ildefonso

Este renovado mercado madrileño rinde tributo al street food en sus diferentes espacios. Cuenta con 15 puestos monotemáticos en la segunda planta, donde sirven comida para llevar o tomar en altos taburetes. En su interior, entre paredes de terruño, maderas y plantas trepadoras, la terraza del Mercado de San Ildefonso (Fuencarral, 57; +34 915 59 13 00) invita a degustar las veleidades adquiridas en sus tenderetes. Por ejemplo, alguna tapa en cazuela de David Delgado o un ceviche peruano. También hay brochetas (de carne o vegetarianas), doce variedades de croquetas con salsas, hot dogs y hamburguesas. Y un fabuloso puesto de vinos. La azotea del Mercado de San Antón, hacia Chueca, no queda lejos, y acoge otra interesante terraza, La Cocina de San Antón (Augusto Figueroa, 24), entre algún que otro aligustre.

Terraza de La Tita Rivera, en Madrid.
Terraza de La Tita Rivera, en Madrid.

17 La Tita Rivera

En el cercano callejón de Pérez Galdós, accesible desde la calle de Hortaleza, se encuentra La Tita Rivera (Pérez Galdós, 4; +34 915 22 18 90), sucursal madrileña de una empresa gallega de bebidas. La cerveza es la bebida estrella, pero también sus populares casis (panes rellenos). Al fondo, entre maderas y vegetación, una solicitada terraza con calefactores y chimeneas contra el frío. Se puede pedir desde una galifornia burger (de lacón y queso de tetilla) a sabrosos burritos. Los fines de semana y festivos también hay brunch. Para pasarlo, cervezas, sidras, sangría y hasta rebujito andaluz (fino con un refresco de gaseosa), servidos en latas de originales diseños. También tienen terraza en forma de invernadero para fumadores. En la misma onda, la terraza de Mahou 330 ocupa cada verano el patio del Palacio de Santa Bárbara (Hortaleza, 87).

El romántico VP Jardín de Recoletos, en Madrid.
El romántico VP Jardín de Recoletos, en Madrid.

18 VP Jardín de Recoletos

Cerca de la Puerta de Alcalá, en el interior de un hotel reformado recientemente, el romántico VP Jardín de Recoletos (Gil de Santivañés, 6; +34 917 81 16 40) sirve ricos tatakis y solomillos entre árboles, una fuente y estufas de seta. Dentro hay un restaurante con un rincón infantil. Para soñadores y amantes del alojamiento urbano, no es el único patio de hotel. En el Villa Magna encontramos el Patio Magnum (Paseo de la Castellana, 22; +34 915 87 12 34), con carta de coctelería y especialidad en gin-tonic, y el Jardín del hotel Ritz (Plaza de la Lealtad, 5; +34 917 01 67 67) es un clásico para una ocasión especial o un antojo de té.

19 Comala

La cocina-fusión española y mexicana de este restaurante protagoniza hasta su logotipo, una combinación de olivo y cactus, plantas también presentes en la decoración del comedor y la terraza. Cerca del Ritz y la Bolsa, conviene no perderse sus famosos tacos de tortilla de trigo rellenos de ropa vieja. Pero también, podemos comer ceviche y dorada, tartar de salmón, secreto ibérico en su jugo, caballa marinada… Así hasta los postres, como el helado de cajeta con mezcal. A los fogones de Comala (Plaza de la Lealtad, 3; +34 915 04 78 27) se encuentra Jaime Gómez-Ibarlucea. Una tasquería que presume de ser una de las mejores coctelerías de Madrid.

Comedor del restaurante Benarés, en Madrid.
Comedor del restaurante Benarés, en Madrid.

20 Benarés

Este recorrido otoñal culmina en el barrio de Almagro, donde hace un año el cocinero indio Atul Kochhar –dos estrellas Michelin– abrió Benarés (Zurbano, 5; +34 913 19 87 16), restaurante hindú con un patio interior de seis mesas, un estanque y proyecciones de la ciudad india que le da nombre. Los platos, no obstante, hacen un guiño a la cocina española, con guisos de cordero de Cachemira con azafrán e hinojo; un pollo tandoori al estilo Delhi con chutney de menta; carabineros a la plancha con curry y mango o un lomo de vaca gallega con boletus masala. Hay platos a la carta, menú degustación y, en la zona de bar, tapas basadas en el street food indio. Una versión urbana de Las Mil y Una Noches.

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