Natsuki, fusión entre pizza y ‘sushi’
Nuevo restaurante japonés con interiorismo de Philippe Starck en Madrid
¿Dónde está mi copa?, podría preguntar cualquier comensal en medio de la vorágine que domina el comedor del nuevo Natsuki antes de medianoche. La estampa, que se repite a diario, se acentúa los fines de semana. Alrededor de las tres mesas altas centrales y en las laterales de su única sala-comedor, los clientes se agolpan sobre taburetes.
Puntuación: 5 | |
Pan | - |
Café | 5 |
Bodega | 7 |
Aseos | 6 |
Ambiente | 7 |
Servicio | 5 |
Cocina | 5 |
Postres | 4 |
Entre la euforia de las conversaciones y la música cargada de decibelios, los camareros se esfuerzan por distribuir platos y copas en este nuevo restaurante japonés situado dentro de Ramses, complejo con varios espacios. Ni siquiera los muy expertos serían capaces de reconocer el renovado ejercicio de diseño interior que en este caso ha realizado el francés Philippe Starck, mezcla de estética neobarroca con toques tecno y cromatismos vivos, al estilo de los locales de Shibuya, barrio de Tokio. Una forma de despojar de solemnidad la antigua sala que él mismo diseñó hace años. En el techo, gigantismos del artista japonés Que Houxo.
Al fondo, detrás de la barra de sushi, Alex Moranda, al que acompaña Borja Espegel. Entre ambos sacan adelante unas especialidades influidas por las modas de la Costa Oeste norteamericana, donde Moranda ha vivido seis años. Platos y técnicas niponas en una pretendida fusión cultural con ingredientes lejanos. Propuestas que se tarifan a precios que intentan ser ajustados y que, lamentablemente, parten de materias primas discretas. Está bien su surtido de ostras con varias salsas; es correcta aunque poco sorprendente la sopa de miso con polvo de fuagrás, y resultonas las conchas finas con caviar de mújol. No merecen atención las croquetas japonesas, y son desiguales los chips sobre lascas de raíz de loto fritas: desaborido el de atún y más alegre el de vieiras. La peor de sus propuestas son los pop rocks, rollitos de arroz que envuelven patas de cangrejo blando, aguacate y pepino con un ingrediente, petazetas, que ridiculiza cada bocado.
Resultan aceptables los nigiri sushi de atún y de ventresca, e incomestible el de aristas de rodaballo por un corte inapropiado. Es entretenida la llamada pizza sushi con atún y tomates cherry, acertada la tempura de rodaballo, pasables los crazy crunch, nigiris de atún con arroz crujiente, y poco destacables sus carnes de wagyu y solomillo de black angus a la plancha.
La lista de vinos, abundante en marcas europeas además de sakes, es la nota más sólida de la casa. Mucho más cuidada que los postres (plátano y fruta de la pasión; helado de yogur y sésamo), tan faltos de técnica como de acierto.
Natsuki
- Dirección: plaza de la Independencia, 4. Madrid.
- Cierra: domingos y cada mediodía.
- Teléfono: 914 35 16 66 .
- Precios: entre 40 y 70 euros por persona. Menú Matsu, 45. Menú Natsuki, 60 euros. Ostras tres estilos, 15. Pizza sushi, 17. Crazy crunch, 16. Helado de yogur y sésamo, 7.
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