Ruta vasca con chacolí
Visita en Vizcaya a la bodega Talleri, en Morga, cuyas vides miran a la reserva de la biosfera de Urdaibai
La bodega Talleri, dedicada exclusivamente al chacolí, ha obtenido varios premios desde que se fundó en 2009. Su origen está en una suma de pequeñas casualidades. Iñaki Elorriaga, abogado y sin nada que ver con el mundo vitivinícola, es propietario junto a su familia de un caserío y de seis hectáreas de tierra alrededor de Larrabetzu (Vizcaya), una localidad de unos 5.000 habitantes muy próxima a Loiu (el aeropuerto de Bilbao) y a unos 15 minutos de la capital vizcaína. Por otra parte, unos cuantos pequeños txakolinerosde la zona producían chacolí desde hacía algún tiempo, que distribuían individualmente y presentaban en mercados como el de Gernika o Santo Tomás en Bilbao. Un encuentro afortunado propició que todos se unieran y se embarcaran en esta aventura. La forma que eligieron para agruparse fue en una cooperativa que componen 16 socios que concentran 21 hectáreas de cultivo. El siguiente paso fue producir este vino con una sola etiqueta, Bitxia (joya), y construir una bodega, Talleri, que debe su nombre a una antigua tejería que estuvo asentada en el mismo terreno hace 50 años.
El cinturón de hierro
El lugar elegido para levantar la bodega, el municipio de Morga, es único. Parte de sus tierras que miran hacia Gernika se incrustan en la reserva de la biosfera de Urdaibai, próxima a playas como la de Mundaka, famosa por su ola izquierda para los surfistas. Y en el otro extremo, hacia Bilbao, sobresalen dos símbolos inolvidables para los vizcaínos: el cinturón de hierro, que así se llamó el último bastión defensivo antes de caer Bilbao durante la Guerra Civil, y Lezama, el lugar de donde sale la mejor cantera que nutre el equipo del Athletic de Bilbao. La visita a la bodega Talleri, previa reserva, añade dos excursiones obligadas. En el núcleo rural de Goikolexea se encuentra la iglesia juradera de San Emeterio y Celedonio, llamada así porque era el lugar donde los reyes castellanos tenían que pasar el rito para ser reconocidos como señores de Vizcaya. Y también se ubica en pleno Camino de Santiago a su paso por Gernika hacia Bilbao.
Pese a su juventud, el chacolí de la bodega, cuya producción artesanal es de 150.000 botellas al año, ha cosechado varios premios; el último, el Baco 2014. Estos caldos, cuyo precio oscila entre 4,27 y 5,48 euros, se sirven en buenos restaurantes, como el Aizian, en el hotel Meliá de Bilbao, y se venden en tiendas delicatessen de la zona. Su próximo asalto es alguna gran cadena de alimentación. Mientras, se puede disfrutar de sus encantos —sabroso, envolvente y con el recuerdo del neroli, la flor del naranjo—, que combinan a la perfección con unos pimientos verdes de Gernika o chipirones en su tinta.
» Bodega Talleri (www.bodegatalleri.com; 944 65 16 89). Barrio Erroteta, s/n. Morga (Vizcaya).
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