22 fotosEn Massaca hay una solución para cada problemaEn un pueblo del sur de Mozambique se planta cara a la pobreza desde la unión de la comunidad después de 25 años de trabajo vecinal, ya se dejan ver los frutosÓscar CorralMozambique - 18 jun 2021 - 08:11CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceMassaca es un pueblo a una hora de Maputo, en el sur de Mozambique, donde hace 25 años las necesidades eran acuciantes: no había apenas acceso a servicios educativos ni sanitarios. Hoy, tras un cuarto de siglo de trabajo comunitario, esta población tiene un presente más amable para sus vecinos. En la imagen, un grupo de adolescentes de Massaca espera al autobús escolar para regresar a casa después de las clases. Óscar CorralUnas mujeres cargan leña en los alrededores de Massaca. Mozambique es uno de los países más empobrecidos del mundo, y ocupa el puesto 181 de 189 en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU. Gran parte del progreso de Massaca ha venido de la mano de la mozambiqueña Fundación Encontro, surgida de un centro de acogida para huérfanos llamado Casa do Gaiato. Esta abrió en los años noventa gracias al trabajo de dos personas: José María Ferreiras y Quitéria Torres.Óscar CorralUna mujer carga a su bebé en la entrada del centro de salud de Massaca. La atención sanitaria fue una prioridad para los vecinos, y gracias a su trabajo y a la ayuda internacional se construyó este complejo que hoy atiende unas 25.000 consultas anuales.Óscar CorralLa escuela comunitaria Padre José María se abrió en los primeros años, casi a la vez que la Casa do Gaiato. Desde 2020 es un centro oficial concertado y tiene 622 alumnos cuyos padres pagan una media de 500 a 700 meticales, de cinco a nueve euros, por la matrícula y los servicios de comedor. Óscar CorralEn Massaca, de unos 10.000 habitantes, la vida campestre transcurre con una placidez no exenta de problemas con los que lidiar cada día: la malnutrición crónica, el escaso acceso a servicios sanitarios y educativos, la sequía de los últimos años, el agua contaminada, la incidencia de enfermedades como VIH y tuberculosis… Pero la situación ha mejorado en los últimos 25 años.Óscar CorralLa población de Massaca se dedica a la agricultura, principalmente. Las 'machambas' o campos de cultivo son trabajados por la población local y de ellos obtienen sobre todo berza.Óscar CorralUna niña se asoma desde el centro de atención maternal de Massaca, uno de los edificios del centro de salud. Aquí las mujeres embarazadas reciben atención prenatal y también acuden con sus bebés después del parto. Entre otras pruebas se les realiza la del VIH a todos los bebés, como es el caso del recién nacido que se ve en el fondo de la imagen.Óscar CorralCalle principal de Massaca, llena de niños. Mozambique es, de hecho, un país joven: la media de edad de sus 35 millones de habitantes es de 17 años.Óscar CorralUn activista de Khumbuka toma medidas a un pequeño paciente para evaluar su estado nutricional. La malnutrición crónica es muy habitual entre los niños de Massaca y alrededores. Los jóvenes de Khumbuka llevan décadas dedicados a la sensibilización y atención de las personas de sus comunidades; entre otras muchas labores, van casa por casa comprobando el estado de salud de sus inquilinos.Óscar CorralUn alumno rezagado entra en su clase, en la escuela comunitaria Padre José María. Los niños cuyos padres no pueden pagar la matrícula escolar reciben becas. La Fundación Encontro tiene ahora 130 becados.Óscar CorralEn el centro de salud de Massaca se atienden unas 25.000 consultas anuales, tanto por sanitarios enviados por el Ministerio como por otros miembros de la comunidad que han sido formados en enfermería y disciplinas similares. En la imagen, una mujer es vacunada.Óscar CorralUna niña almuerza en la 'escolinha' o escuela de educación infantil del barrio cuatro de Massaca, que tiene un total de seis. Este centro educativo, al que acuden 45 alumnos por ahora, fue inaugurado el pasado mes de mayo.Óscar CorralUna escena en el interior de la sala de día para niños con malnutrición del centro de salud de Massaca. Las madres que tienen bebés aquejados de esta dolencia en su faceta más leve (es decir, que solo requieren tratamiento ambulatorio) pueden pasar las mañanas aquí. Los niños son alimentados acorde a sus necesidades y las madres aprenden cómo procurarles una dieta equilibrada y regular con los recursos que tienen.Óscar CorralUna niña, ante la pizarra, en la escuela comunitaria Padre José María. El centro educativo es gestionado por un consejo de tres personas que son miembros de la comunidad de Massaca. Una de ellas es el director del colegio, Antonio Mutebei.Óscar CorralUn adolescente posa en el balcón de una de las habitaciones de la Casa do Gaiato, el centro de acogida de Massaca desde el que todo el movimiento de desarrollo rural comenzó hace 25 años. Esta terraza, en concreto, corresponde al dormitorio de los niños más pequeños, que tienen todos sus juguetes ordenados en ella.Óscar CorralUna mañana en el barrio de Massaca Tres, donde una mujer y sus tres hijos han salido al exterior de su vivienda. Los alrededores de Massaca son muy humildes.Óscar CorralEn Massaca también hay un centro de formación profesional donde se imparten cursos de hostelería, cocina, emprendimiento, informática, electricidad, albañilería y costura, entre otros. En la imagen, un alumno del curso de sastrería apunta medidas de patrones en la pizarra.Óscar CorralLa escuela infantil del barrio cuatro de Massaca fue construida gracias al dinero recaudado en un concierto de los raperos Ayax y Prox en Madrid en 2019. Los alumnos cantan y bailan en el patio del centro y muestran un cartel agradeciendo el gesto a los músicos.Óscar CorralEn Mozambique, hasta un 40% de los menores de cinco años sufre malnutrición crónica. En Massaca este problema ha mejorado mucho en los últimos 25 años: al principio morían cinco o seis niños por semana, aseguran quienes lo vivieron, pero hoy ya no se ven apenas fallecimientos. Hay mucho más control gracias al trabajo de sensibilización de los activistas de Khumbuka y a la mejora de las instalaciones sanitarias, entre otros factores.Óscar CorralEl centro de salud de Massaca también cuenta con una sala de fisioterapia gestionada por el Ministerio de Sanidad.Óscar CorralEn el centro de día para niños con malnutrición, los pequeños no solo son alimentados; también duermen y juegan.Óscar CorralQuiteria Torres es una autoridad en la Casa do Gaiato, es la 'madre' de los 150 niños acogidos. En el comedor, a la hora de la cena, ella pide la palabra para trasladarles un mensaje y automáticamente se hace el silencio. Quiteria ha sido testigo del desarrollo de Massaca durante los últimos 25 años, pues es una de las fundadoras de la Casa.Óscar Corral