_
_
_
_

Enrique del Río y Amaia de Meñaka: Por amor al arte

Helena Poncini
Del Río y De Meñaka se conocieron hace años por una amiga en común. “Yo veía que ella estaba en todas partes. Necesitaba alguien con un perfil muy comercial como el suyo”, afirma el fundador.
 .
Del Río y De Meñaka se conocieron hace años por una amiga en común. “Yo veía que ella estaba en todas partes. Necesitaba alguien con un perfil muy comercial como el suyo”, afirma el fundador. . JOSEPH FOX

Piense en un plan para después del trabajo. Quizá decida tomarse una cerveza con algún amigo, hacer deporte o ir al cine. Lo que parece probable es que entre todas las opciones no estará visitar una galería de arte. Un plan “chic” y habitual en capitales como Londres y Nueva York, asegura Enrique del Río, que no es común en España. “Esos ambientes, por ejemplo en Madrid, no existen. Ya no hablo de comprar obras, sino de por qué la gente joven no se acerca al arte y que eso dé lugar a nuevos públicos”. Para lograr ese cometido, tras hablar con muchos coleccionistas, concluyó que hacía falta trabajar en una triple dirección: la formación, el asesoramiento y la oferta. Y esos son precisamente los tres pilares sobre los que él y Amaia de Meñaka, ambos con 36 años y amigos desde hace tiempo, han levantado We ­Collect, el primer club de coleccionistas del país.

El proyecto funciona como galería —en junio se mudaron a un nuevo espacio a pocos metros del Retiro, en Madrid— y al mismo tiempo como una especie de escuela, ahora exclusivamente virtual, para amantes del arte y creadores. A los primeros les enseñan, entre otras muchas cosas, a invertir, a saber coleccionar, a entender las obras; a los segundos, a vender su trabajo a través de los canales habituales, pero también a sacarle el máximo partido a las redes sociales. Instagram es hoy el escaparate por excelencia para artistas y galeristas. “A través de ella, hemos conocido a muchos a los que hemos decidido exponerles. A Côme Clérino le trajimos una exposición entera sin haber visto una obra suya en vivo”, comenta Del Río. Y eso que este mercado, coinciden ambos, no se entiende sin el cara a cara. “La traslación de lo físico a lo virtual en el arte no acaba de funcionar. Somos defensores de la venta online, pero no tiene nada que ver. Nunca se va a poder sustituir”.

Esa dependencia de las ferias, exposiciones y eventos, unida a la incertidumbre, ha supuesto un parón en la compraventa de obras desde que comenzó la pandemia que De Meñaka y Del Río han intentado (e intentan) compensar sin pausa. El pasado marzo, durante el confinamiento, lanzaron una serie especial compuesta por pequeñas piezas inéditas de distintos artistas con un precio inferior a 200 euros. Desde las fotografías instantáneas como diario del encierro de Beatriz Dubois hasta las pinturas sobre paquetes de tabaco de liar del madrileño An Wei. La colección C —“C de coronavirus, pero también de calma, de continuar”— resume su apuesta por los autores jóvenes, con “carreras ya empezadas” y cierta proyección internacional como Nuria Mora y Alan Sastre, pero también por creadores más noveles como Alba Galocha, que acaba de estrenar exposición. “Todos son muy estéticos, pero con un trasfondo teórico muy potente. No son solo decorativos”, explica De Meñaka, que heredó de su familia la pasión por el coleccionismo y se curtió en casas de subastas como Sotheby’s, ferias como Arco y galerías internacionales. “Mientras mi hermano pedía ir al zoo cuando éramos pequeños, mi plan ideal era ir al Prado o al Thyssen”.

JOSEPH FOX

Del Río añade que, sin proponérselo, la gran mayoría de artistas expuestos hasta la fecha han sido mujeres. “Hay un problema principalmente en museos y en ferias”, reflexiona sobre la desigualdad. Un desequilibrio que, según su socia en el proyecto, también existe en el mundo del coleccionismo, aunque él se muestra dubitativo. “El perfil de comprador es el de un hombre de entre 50 y 65 años. Eso está cambiando porque se le está empezando a prestar atención a ese tema”, apunta ella. 

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Helena Poncini
Es redactora en Gastronomía. Antes pasó por Gente y Estilo y por El País Semanal. Trabajó como redactora y fotógrafa para varios diarios españoles y portugueses en Lisboa, entre ellos 'El Periódico de Catalunya', 'Correio de Manha' y 'Jornal i'. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_