Días después del ataque terrorista perpetrado por Al Qaeda en Grand-Bassam (Costa de Marfil) en 2016, Joana Choumali quiso captar los efectos de la masacre a través de la cámara de su teléfono móvil. Las imágenes fueron impresas en lienzos que después bordaría en un proceso meditativo que sirvió para sobrellevar sus propias emociones.
De la serie Ça va aller. 2016.La tranquila ciudad costera de Grand-Bassam fue durante largo tiempo un refugio para gran parte de los habitantes de Abiyán, el principal enclave económico y urbano de Costa de Marfil, así como para la artista Joana Choumali.Joana ChoumaliDe la serie Ça va aller. 2018.Un sinónimo de felicidad fatalmente truncado por la matanza llevada a cabo por tres hombres armados en una playa el 13 de marzo de 2016. Después del atentado, la atmósfera se cubrió de una melancolía que quedaba reflejaba en calles vacías, gestos parcos y miradas perdidas.Joana ChoumaliDe la serie Ça va aller. 2016.Se abrían las heridas no cicatrizadas de una no muy lejana guerra civil. “Ça va aller” (todo irá bien), se decían unos a otros. Una frase comúnmente usada en Costa de Marfil que expresa un deseo de reafirmarse frente a la adversidad, así como de resignación. Joana ChoumaliDe la serie Ça va aller. 2018.El modismo da título a la serie que inspiró a la fotógrafa convirtiéndola en la primera artista del continente africano en ser galardonada con el prestigioso Prix Pictet en su última edición. Los coloridos hilos surten como brotes de esperanza en unas imágenes que hablan de soledad, de la tristeza contenida de un pueblo que la autora ha tratado de exorcizar puntada a puntada.Joana ChoumaliDe la serie Ça va aller. 2019.Joana ChoumaliDe la serie Ça va aller. 2017.Joana ChoumaliDe la serie Ça va aller. 2018.Joana ChoumaliDe la serie Ça va aller. 2016.Joana ChoumaliDe la serie Ça va aller. 2018.Joana ChoumaliDe la serie Ça va aller. 2016.Joana ChoumaliDe la serie Ça va aller. 2018.Joana Choumali