Monserrat Creamer: “Uno de los retos ha sido evitar que nuestros niños abandonen la escuela”
La titular del ministerio de Educación en Ecuador defiende dar un aprobado general para no castigar a los estudiantes que no han podido seguir el ritmo de la educación a distancia por carecer de medios
Monserrat Creamer lleva apenas un año como ministra de Educación en Ecuador y ha debido enfrentarse a un gran desafío: cuidar de que los 4,6 millones de estudiantes de su país sigan aprendiendo durante la pandemia de covid-19. A esa tarea se añade la complejidad de manejar dos calendarios escolares. Los estudiantes de las regiones Sierra y Oriente (casi dos millones) estaban a mitad de curso cuando se interrumpieron las clases presenciales, el pasado 13 de marzo, mientras que los de la costa estaban en receso. Con los primeros, y con sus padres, se ensayó la educación en casa, y la falta de conectividad fue el principal obstáculo a sortear, tal como contábamos en este artículo que mostraba cómo para muchos alumnos era imposible (y por tanto, un sistema injusto) y para el que pedimos valoración al ministerio. Al habla con la ministra, un aprobado general es la propuesta de Creamer para no castigar a los estudiantes que no han podido seguir el ritmo de la educación a distancia.
Pregunta. Usted ha dicho que un 70% de los estudiantes tuvo dificultades de conectividad en Ecuador, ¿qué se ha hecho al respecto?
Respuesta. Desde el principio hicimos un diagnóstico para ver cómo eran los alcances que teníamos en tecnología. El problema era en la ruralidad donde, en efecto, solo el 16,6% tiene Internet en sus hogares. Un gran desafío. Pero cuando hablamos de la conectividad hay tres componentes: los dispositivos, los programas y la conectividad misma. Estamos trabajando todos ellos con el ministerio de Telecomunicación (Mintel), la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) y con un comité de organizaciones internacionales y el sector privado. Vamos a empezar toda una estrategia para adquirir mayor cantidad de dispositivos y programas para nuestros docentes y estudiantes.
La ministra enumera durante la entrevista todas las iniciativas estatales que se han puesto en marcha para suplir la falta de conectividad: el programa de tele educación A-prender la tele, que tiene una franja en la mañana y otra en la tarde, y que es difundido por 140 canales de televisión; y la radio educación, que se repite tres veces al día en más de 1.000 estaciones.
Pero estos todavía no llegan a todos los alumnos...
R. Somos muy conscientes que todavía hay un grupo que no tienen ni electricidad, ni radio ni televisión. Conscientes de eso, hemos trabajado en la impresión de guías. En el caso de la educación intercultural bilingüe, se repartieron 150.000 guías en 12 lenguas para nuestros pueblos y nacionalidades. En el caso de la educación hispana se han repartido casi medio millón de guías.
Estas guías son fichas pedagógicas diseñadas para que el estudiante realice de forma autónoma las actividades que le permitan alcanzar el objetivo del aprendizaje semanal que ha fijado el ministerio rector de la Educación. Según la explicación de la ministra para cumplir con esos objetivos “no se necesita estar conectados a una computadora durante horas”, pero lo cierto es que los padres por lo menos deben contar con un teléfono inteligente para informar al profesor de las actividades hechas.
P. ¿Podría específicar la estrategia para mejorar la conectividad? ¿Van a entregar dispositivos gratuitos en las zonas rurales?
R. Sabemos que Mintel está trabajando en el traspaso a Ecuador Digital, en el paso de tres a cuatro y a cinco gigas en las diferentes zonas del país. Con CNT estamos trabajando en la sostenibilidad de nuestra plataforma, de recursos educativos, que tiene cerca de un millón y medio de usuarios permanentes. Y, aparte, en coordinación con esas mismas entidades, pero también con el sector privado y organizaciones internacionales, queremos que el acceso sea total. Me refería a dispositivos, pero también beneficios de programas.
P. ¿Hay alguna fecha y un plan para implementar todo eso?
R. El Presidente hará un anuncio próximamente. La semana pasada ya se entregaron 500 programas para docentes y alrededor de 50 tabletas para los departamentos de Consejería Estudiantil. Esperamos que al terminar este año haya un verdadero acceso en la zona rural, que es la más afectada.
P. ¿Qué harán con los estudiantes rezagados?
Somos muy conscientes de que todavía hay un grupo de estudiantes que no tienen ni electricidad, ni radio ni televisión
R. Cuando dijimos que la educación continuaba, pese a los grandes desafíos, como la brecha tecnológica, el cambio de escenario súbito y del modelo pedagógico, uno de los grandes objetivos fue evitar que nuestros niños abandonen la escolaridad.
P. ¿Hay cifras ya de abandono escolar?
R. Lo tendremos cuando registremos el ingreso en la Sierra y Oriente, pero espero que la lesión sea mínima. Ahora en la [región] Costa, sí tenemos un traslado de la educación particular [pública] a la fiscal [privada], de cerca de 80.000 estudiantes. En cuanto al impacto en los aprendizajes, obviamente se afectan las destrezas básicas, como el tema de la comprensión lectora, conceptos matemáticos... Pero hay que entender que avanzamos en otros sentidos. Haremos una evaluación total de aquellos conceptos esenciales que ellos tienen que dominar para continuar sus estudios, como también el desarrollo de habilidades para la vida. Iremos viendo el impacto y qué medidas tomar en el camino. Al inicio del próximo año vendrá una fase de nivelación.
P. Pero los docentes tienen que tener alguna información de los niños que siguen conectados al sistema ¿no?
R. Los docentes dan cuenta semanalmente de todo su trabajo, con quiénes se han conectado, cuántas veces... Los nudos críticos. En ese sentido, sabemos que han tenido dificultad para contactar con el 10% de sus estudiantes, ya sea porque se dispersaron en zonas rurales alejadas. Eso no implica que no aprueben el año escolar. Como diseñamos un currículo que puede ser realizado de manera autónoma, a lo mejor en su comunidad ellos se están apoyando. Con que nos entreguen el portafolio al final del año escolar, ellos pasarán de año.
P. Entonces ¿habrá un aprobado general?
R. Va a haber un aprobado general, aunque recordemos que en el ciclo escolar de Sierra y Oriente [similar al calendario europeo, el de Costa es de abril a febrero] tenemos una evaluación real de los primeros cinco meses. Pero son criterios diferentes, ahora no nos interesa si se cumplió o no con el deber. Evaluamos el esfuerzo, la creatividad, el progreso e identificar nudos críticos, pero no lo sancionaremos con una mala calificación. Ahorita el objetivo es identificar qué le falta comprender para ver qué tenemos que reforzar en el proceso de nivelación.
P. ¿Ecuador se está inspirando en la experiencia de algún otro país?
R. El hecho de que sea una crisis global tiene sus grandes lecciones y enseñanzas. Sabemos que en Ecuador tenemos que planificar una estrategia muy efectiva, ya que tenemos un diagnóstico claro de muchas brechas. El desafío está abierto y nos corresponsabiliza a todos. En ese sentido, a través de un comité internacional del que forman parte Unicef y Unesco, estamos compartiendo experiencias validadas en otras partes del mundo. En América Latina ya volvieron a clases en el área rural en Paraguay, Uruguay y Colombia. Validamos esas experiencias y las adaptamos a nuestro contexto.
P. ¿Cómo será el retorno a las aulas en Ecuador?
Esperamos que al terminar este año haya un verdadero acceso en la zona rural, que es la más afectada
R. El retorno progresivo a clase será siempre opcional. Dejaremos tres modalidades permanentes para que escojan las familias. Si ellos no se sienten seguros como familia o tienen algún nivel de vulnerabilidad, simplemente pueden optar por la educación en casa, el famoso homeschooling También pueden optar a la educación abierta, que es una combinación de tecnologías, pero deberán terminar el año lectivo en esa modalidad.
P. ¿Cuándo tienen planificado volver?
R. Empezaremos en agosto con las escuelas rurales de la costa. En Ecuador hay más 16.000 escuelas, de las que 12.500 son públicas. De esas, aproximadamente, el 50% son rurales. Tenemos colegios con uno o dos docentes que no tienen más de 35 estudiantes. Empezaremos con 2.071 centros educativos, pero estamos haciendo un diagnóstico, porque recordemos que han estado seis meses sin uso.
P. ¿Y cómo será el retorno en el área urbana?
R. Tenemos definidos los escenarios por tipologías de escuelas: las tenemos de 100, de 500, de 1.000 y hasta de 2.500 alumnos. En el caso de los centros más grandes se realizará con diferentes jornadas. Ellos nos dirán, por ejemplo, que van dos o tres días a la semana con tales asignaturas y tales horarios, y nosotros aprobaremos sus propuestas.
P. El grueso del recorte en Educación será en los salarios de los maestros. ¿Cómo manejan la motivación del personal?
R. Es una reestructuración del gasto. El país está en crisis y tenemos que priorizar los proyectos, ese es el acuerdo con Finanzas. En Educación se acordó reducir una hora de trabajo con eso tendremos 125 millones de ahorro que irán retornando para ejecutar los programas prioritarios; entre estos, fortalecer la calidad docente.
P. Pero hay incertidumbre entre los maestros por el pago de sus sueldos...
R. Es verdad. Lo que pasa es que son 168.000 docentes, más 18.000 funcionarios; es un fuerte porcentaje de los funcionarios públicos. Se seguirá cumpliendo con los pagos, en ese sentido yo agradezco al mayor porcentaje del magisterio que realmente se ha abierto a superar esta crisis. Hay pocos que hacen ruido y desmotivan a sus compañeros.
P. ¿Cuáles son los desafíos de la región en educación?
R. Definitivamente, la educación debe caminar hacia el cierre de brechas y fortalecer el derecho en el acceso a la educación, pero de calidad. Con eso no quiero reducir todo el problema a la tecnología. La calidad de la educación tiene un gran componente humano. Hay que fortalecer la esencia de la persona y sentir el desafío de una nueva escuela, de una nueva forma de enseñar.
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