Turbinas de talento femenino
Siete años después de su primer crowdfunding, Hits With Tits —marca bajo la cual operan la ilustradora Ada Diez y la dj y promotora Lu Sanz— lleva ya publicados seis álbumes y en estos momentos, lejos de paralizar su actividad por la pandemia del coronavirus, trabajan ya en el siguiente. “Ahora es más necesario que nunca que tengamos visibilidad”, dicen de estos recopilatorios, cuyo objetivo es dar a conocer al nuevo talento femenino en la música pop y la ilustración. “Nuestro proyecto nació con una vocación divulgadora”, explica Diez. “El talento femenino existe. Las artistas solo quieren que se les escuche y nosotras les damos esa oportunidad”. “Queríamos explorar la presencia femenina existente en el rock y el pop en el terreno más underground”, añade Sanz. “Nuestra labor consiste en ayudar a dar proyección a esas músicas y decirle a la gente: ‘Ahí las tenéis, llevan tiempo trabajando aunque no tengan difusión’. Porque las mujeres siempre tenemos que demostrar cosas que a los hombres se les dan por supuestas”.
Su propuesta gozó de una buena acogida desde el principio. Los participantes en los crowdfundings nunca saben qué grupos o artistas van a escuchar. “Eso se debe a dos cosas: la gente confía en nuestro criterio y, sobre todo, hay muchas ganas de descubrir a nuevas artistas”, comenta Diez. El prestigio que tiene hoy Hits With Tits ayuda a que nombres desconocidos obtengan una atención que de otra manera quizás le costara más conseguir o que, simplemente, no llegarían a tener nunca.
En sus recopilaciones han reunido hasta la fecha casi 100 grupos e ilustradoras de Alemania, Argentina, Rusia, Australia, Canadá y Estados Unidos. “Hay que confiar en lo nuevo”, dice Sanz. “Si no dejamos paso a nuevos nombres, se interrumpe el proceso de renovación creativa”. Además de editar sus discos y organizar el festival Truenorayo —que se ha celebrado cada otoño en Valencia—, Hits With Tits ejercen como plataforma multiusos. Cualquier promotor interesado en buscar mujeres artistas puede consultarles. Ellas son cada vez un foco de atracción mayor en el sector.
“A las instituciones parece que solamente les interesa la igualdad el 8 de marzo, pero la igualdad es algo por lo que nosotras luchamos todos los días. Si organizas conciertos o festivales, contrata mujeres. Porque cuando estas políticas se llevan a cabo en los festivales, el público no protesta; al contrario, responde igualmente”, señala Sanz. Las bandas de mujeres que empiezan tienen en ellas a unas implicadas asesoras. “Gracias a los recopilatorios”, cuenta Diez, “ha habido grupos que se han dado cuenta de que la música no tenía por qué ser un pasatiempo. Intentamos compartir todo lo que hemos aprendido durante estos años. Tener a alguien que te escuche cuando empiezas es fundamental”.
La continuidad, señalan ambas, es uno de los grandes problemas para las mujeres músicas. “Hay tíos que llevan años intentándolo y no por eso son cuestionados. Una mujer siempre está en riesgo de que parezca que se le pasa el arroz. Es como si nosotras no tuviéramos derecho a equivocarnos o estancarnos. No se nos ofrece la posibilidad de operar desde un término medio. O cero, o cien. Y sin embargo, hoy en día es de los puntos intermedios desde donde los artistas tienen más posibilidades de llegar a la gente y llenar salas”.
Los vinilos que publican son de un diseño exquisito, piezas de colección desde un primer momento. “El nexo entre música e ilustración es evidente”, comenta Ada Diez. “Todas nos hemos comprado discos solamente porque nos gustaba la portada. Sin la imagen, la música no se entiende igual de bien. Nos pareció algo de lo más natural unirlas en nuestro proyecto”.
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