Cómo explicarles a los niños la epidemia de coronavirus sin alarmismos
Decirles a los niños la verdad sobre la Covid-19 y transmitirles los métodos de prevención con juegos o canciones es la mejor manera de que comprendan y afronten la enfermedad sin miedo
"¿Mamá, el coronavirus es muy malo?" "¿No salimos de casa porque mata?" Estas son varias de las preguntas que le pueden surgir a los más pequeños estos días. Ellos no viven ajenos a la información, y hay que lidiar de una manera consciente con ello. Los expertos aconsejan decirles siempre la verdad y transmitirles la información adaptándola a su edad y conocimiento, porque no es lo mismo hablar con un niño de cuatro años que con uno de nueve o 10. Lo primero que deben hacer los padres es averiguar lo que saben y cómo han llegado a esa conclusión. “Oye Marcos, ¿has oído esto del virus nuevo que hay? ¿Te han explicado algo? ¿Qué sabes sobre ello? ¿Me lo explicas?”.
“Seguramente nos sorprenda lo que saben o creen conocer. Mejor tenerlo en cuenta para explicarles las cosas cómo realmente son”, explica el doctor José Manuel Fernández, conocido como El Neuropediatra. Lo mejor es que los progenitores se informen desde las fuentes oficiales sobre qué es el coronavirus y cómo afecta a los más pequeños y al resto de la población. Los niños, al igual que los padres, reciben información de muchos canales, y no toda es veraz, lo que puede provocar confusión y un gran miedo.
¿Cómo afecta a los niños el coronavirus?
Los padres deben saber que los niños son transmisores del coronavirus (Covid-19) y que pueden adquirir la infección, pero los síntomas que presentan son más leves que en los adultos. “Los casos de infección en niños representan solo el 1% y, concretamente, en bebés son muy raros. La mayoría de ellos son leves, similares a una infección banal de vías respiratorias altas. Hasta ahora, no se ha producido ninguna muerte por Covid-19 en este sector de la población. Sin embargo, es posible que algunos casos de infección no sean sospechados ni investigados. Por ello, la proporción de infectados podría ser superior al 1%”, explica Jesús Ruiz Contreras, infectólogo pediátrico, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital 12 de Octubre y catedrático de Pediatría de la Universidad Complutense de Madrid. Así lo corrobora Rafael Delgado, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital 12 de Octubre. “Los niños parecen menos susceptibles a la infección y, en su mayoría, desarrollan síntomas leves”, añade el experto.
¿Es seguro que un universitario cuide de mi hijo?
La suspensión de las clases en todos los centros educativos españoles ha supuesto un gran problema para aquellas familias en las que ambos progenitores trabajan, lo que conlleva la búsqueda de una persona adecuada para que cuide de los pequeños, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Ante esta situación, plataformas de cuidado domésticoestán promoviendo el registro de estudiantes universitarios y profesores disponibles para que ofrezcan sus servicios de canguro.
"Me preguntan si tiene sentido que los vecinos o universitarios atiendan a los niños si los padres no pueden estar en casa. Desde un punto de vista epidemiológico puede tener más sentido que cuide de un niño un estudiante joven y sano antes que un abuelo de 83 años con problemas respiratorios. En este último caso, el riesgo es mucho mayor para el cuidador (no para el niño)", explica en Twitter, el médico internista Miguel Marcos. Además, prosigue, "a lo mejor el abuelo puede tener que venir desde lejos (transporte público, etc.), con lo que se aumenta el riesgo de que pueda contagiarse. Y también se aumenta el peligro de lo que lo transmita a otros en caso de estar contagiado".
Independientemente de esto, según reitera el experto, con los niños hay que extremar las medidas de lavado de manos, no tocarse la cara (tanto el niño como el cuidador), “aunque lógicamente cualquiera que haya estado con niños sabe que esto es una utopía”. Miguel Marcos aclara en su mensaje: “He puesto las situaciones extremas: abuelo muy anciano con patología previa frente a cuidador joven y sano. Hay muchísimas situaciones intermedias que me resulta imposible valorar por Twitter, en parte porque no hay datos y en parte porque hay que conocer el historial médico”.
En la misma línea opina Isabel Sola, investigadora del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC). “Aunque el número de infecciones en menores es aún limitado para dar conclusiones definitivas, no parece que se trate de una población de riesgo. De momento, no se conocen las razones por las que no se han visto infecciones severas en niños”.
“Los niños pueden transmitir el Coronavirus a otras personas”, añade Jesús Ruiz. “Los menores suelen estar más sanos que los adultos, ya que con la edad aparecen con frecuencia otras enfermedades como la diabetes, la hipertensión o afecciones pulmonares crónicas, que contribuyen a la gravedad de la infección del coronavirus y que señalan a las personas mayores como el mayor grupo de riesgo”, concluye Ruiz.
¿Qué hacer con la información del coronavirus y cómo transmitírsela los niños?
Con toda esta información en la mano, siempre hay que intentar transmitir tranquilidad a los más pequeños. Por ello, lo primero que aconsejan los expertos cuando nos hacen este tipo de preguntas es adaptar el mensaje a la edad y conocimiento del niño.
“Al final, lo que hay que hacer es que entiendan que hay un bicho nuevo, muy pequeño, que no se ve, y que puede hacer que se pongan enfermos. Y que el virus se pasa de persona a persona a través de la saliva o las cosas en las que haya caído saliva, y que para evitarlo hay que evitar el contacto con ese tipo de cosas”, ejemplifica El Neuropediatra. “Lo principal es enseñarles a que eviten toser o estornudar sobre otro niño o sobre el abuelo o abuela y explicarles que así ayudarán a otros a no contagiarse. Y ponerles ejemplos de gamificación como que lavarse mucho las manos y la cara consigue matar al bicho y evitar que entre en nuestro cuerpo y en el de otros”.
¿Cómo se evita el contagio?
Una buena forma de explicárselo es utilizando los métodos de prevención que recomienda el pediatra Jesús Ruiz, del Hospital 12 de Octubre.
- Lavarnos las manos frecuentemente con agua y jabón o con soluciones alcohólicas. Los expertos mantienen que “el virus se deposita en los objetos y permanece activo en ellos durante varias horas o días. Al tocarlos, nos llevamos el virus en nuestras manos y nos contagiamos o lo podemos transmitir a otras personas, entre ellas, nuestros bebés o niños. Por esta razón, es primordial el lavado de manos frecuente y concienzudo”. Contar hasta 20 con los más pequeños o cantar mientras se lavan las manos pueden ser unas ideas buenas para que cojan el hábito.
- Cancela actividades no imprescindibles: los juegos o manualidades son dos buenas maneras para que los más pequeños se entretengan en casa.
- Evitar besar o tocar en cara y manos a los niños cuando se tiene catarro, porque el coronavirus y otros virus respiratorios tienen sus puertas de entrada por las mucosas de boca, nariz y conjuntiva del ojo. Decir cosas cariñosas o realizar tareas domésticas juntos hará que el niño que sienta cuidado.
- Los padres o hermanos acatarrados deberían colocarse una mascarilla cuando vayan a estar cerca del niño o bebé, como durante la toma del pecho o a la hora del aseo o baño, así como evitar tocarles las manos o la cara.
- Mantener un metro de distancia con las personas en la calle. Un ejemplo de juego puede ser decirles que todas las personas están en una isla y que cada uno debemos proteger nuestro territorio para estar seguros, o jugar a piratas con un catalejo con el que "miran otras tierras desde lejos".
- Para estornudar o toser, taparse la boca con un pañuelo y desecharlo inmediatamente.
- Toser sobre el brazo, a la altura del codo, como se indica en el rap Con el codo, con el codo, realizado por los alumnos de un colegio de Granada.
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