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Existen seis tipos de arruga, y solo dos se borran con una buena crema

No todas las líneas que marcan el rostro comparten pedigrí. Y, según dónde se sitúen, obedecen a distintas causas y merecen un tratamiento u otro

Ana G. Moreno

La dermatóloga Elena Manubens, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología, repasa las arrugas faciales con la precisión de quien reconoce todos los ríos que surcan un mapa. En primer lugar, "están las arrugas por pérdida de hidratación", que se sitúan en la capa más superficial de la epidermis y en áreas alejadas de la zona T (frente, nariz y barbilla), donde las glándulas grasas combaten la sequedad. "Esta deshidratación se puede deber a la edad, pero también obedece a factores físicos y químicos, como la exposición al frío, la sequedad ambiental, la contaminación… Son arrugas que mejoran muy rápidamente con cosméticos que restauren la capa lipídica [una buena hidratante] o, simplemente, evitando los factores externos que las ocasionaron", puntualiza.

Les siguen las arrugas a nivel profundo, en la dermis, que es donde se encuentran las famosas fibras de colágeno. "Su pérdida se produce desde que nacemos, pero hay factores externos que la aceleran, como la radiación solar y el tabaco. La reducción del espesor de la capa de colágeno provoca esas arrugas finas que dan un aspecto apergaminado a la piel". Restablecerlo es uno de los grandes retos de la dermatología estética. "Y lo cierto es que se logra por vía tópica, sobre todo con ácido retinoico, pero también con inyecciones que permiten acceder a esa capa tan profunda, y con láser".

A partir de aquí, no hay crema que valga. Es el caso de los surcos realmente pronunciados, como el nasogeniano (de la nariz a la boca) o el de la parte inferior de las mejillas, que se deben a la pérdida o reabsorción de grasa subcutánea (más abajo de la dermis), por pérdida de peso, por ejemplo. Y sus primas hermanas: las líneas de marioneta en las comisuras de los labios, asociadas a músculos y ligamentos ("pierden elasticidad con los años, la piel se descuelga y surgen los surcos"). Las primeras, según Manubens, que asiste en Clínica Rotger, en Palma de Mallorca, "se solucionan con productos de relleno".

En quinto lugar, están las famosas arrugas de expresión (patas de gallo, frente…), relacionadas con los movimientos musculares. Con estas, hay evidencia de que funcionan la toxina botulínica, ultrasonidos, radiofrecuencia y ácido hialurónico. Finalmente, existe un tipo de arruga propio de edades avanzadas, que tiene que ver con la modificación de huesos y estructura facial, como el hundimiento de la zona de alrededor de la nariz. "Aquí usamos rellenos a base de un ácido hialurónico específico, con una consistencia más dura y parecida al hueso", zanja la dermatóloga.

El hoyuelo cuenta como arruga

"Hay pliegues que no guardan relación alguna con la edad", advierte la dermatóloga Elena Manubens, que recuerda que hasta los infantes los lucen. Distingue dos tipos: “Dinámicos, que aparecen y desaparecen con la contracción muscular y ayudan a la comunicación; y estáticos, que surgen por la forma de la estructura que les da soporte, como los hoyuelos”.

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