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“No es sorprendente que no se conozca la anatomía del clítoris. Es nuestra herencia cultural”

La uróloga australiana Helen O'Connell, en una fotografía de diciembre de 2018.
La uróloga australiana Helen O'Connell, en una fotografía de diciembre de 2018.Kristoffer Paulsen
Ana Alfageme

En el otro lado del mundo vive una pionera a la que las mujeres (y los hombres) le deben mucho en términos de placer sexual. Helen O’Connell no solo fue la primera australiana que se especializó en urología. También describió con todos sus elementos la anatomía completa del clítoris en fecha tan reciente como 1998. La cirujana detalló su vascularización y constató que su inervación era más potente que lo previamente hallado.Además incluyó los bulbos cavernosos como parte de la estructura, de forma pirámidal y glosó sus relaciones con la uretra y la vagina. El único órgano humano diseñado para el placer ha sido su obsesión y ha centrado gran parte de sus investigaciones, que también han tocado el famoso punto G. Ha indagado en la representación del clítoris a los largo de la historia. "Hay mucha basura, pero entre ella hay muy buenas descripciones, como las de [Reigner] De Graaf (siglo XVII), [Georg Ludwig] Kobelt (siglo XIX, que no lo consideró como un órgano completo), de gente que ha hecho disecciones en vez de quedarse con las mismas inexactitudes que les habían transmitido", asegura. A los 57 años es la jefa de Cirugía y Urología de un hospital público de Melbourne con un abultado currículo. Recién llegada a su consulta, responde vía Skype cuando es de madrugada en España.

¿Por qué está considerada la descubridora del clítoris?

Hice mi doctorado sobre este órgano. Calculo que pasé 10 años investigando y continúo realizando estudios relacionados con él. El libro de anatomía con el que aprendíamos para convertirnos en cirujanos era inadecuado. Patentemente erróneo. Eso me dio una pista de que podía existir un problema mayor. Y probé que lo había. Muchos libros, también textos ginecológicos, la mayoría de la literatura médica moderna tenía errores o inexactitudes. La Anatomía de Gray, una especie de biblia para nosotros, era francamente inexacta. Afirmaba que el clítoris es como el órgano masculino, solo que más pequeño y luego no lo describía.

Entonces se interesó en investigar este órgano

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Comenzamos haciendo estudios en cadáveres. Pasé mucho tiempo determinando, con cuerpos y otros materiales, como era el órgano normal, la relación entre sus componentes y la uretra o la vagina. Y entre todas esas partes y la vulva. Cuáles eran las capas que llevaban a esos órganos, los vasos sanguíneos... Hicimos más de un centenar de estudios. Pudimos contestar a muchísimas preguntas a través de un proceso sistematizado. No fui solo yo. Tenía un equipo que me ayudaba a determinar cuál era el siguiente paso.

¿Cuál ha sido su aportación más relevante en términos anatómicos?

En los textos profanos se conoce como clítoris al glande o la punta externa del órgano. Y eso es un integrante muy pequeño de toda la estructura, que está hundida profundamente bajo la piel, con varios componentes que encajan en un espacio entre la vulva y el monte de Venus envolviendo la entrada de la uretra y la vagina. Creo que mi principal aportación es mostrar cuál es la forma y el tamaño de cada integrante del clítoris. Definitivamente dejar claro que estás equivocado si piensas que la punta es todo el órgano.

¿Por qué 22 años después de aquel primer artículo el clítoris sigue siendo desconocido entre las mujeres, y también entre los hombres?

De lo que está usted hablando en realidad es del contexto cultural de la sexualidad femenina. Para muchas mujeres es un triunfo pasar por la vida sin que nadie ataque su clítoris. Hemos progresado, ya hay una legislación sistemática extendida que prohíbe que el órgano sea mutilado. Existe esta ridícula situación histórica sociocultural en que hemos negado completamente su significado como órgano, lo hemos extirpado deliberadamente. O hemos confiado en los chicos para que las chicas aprendan sobre la sexualidad. La sexualidad femenina ha estado encerrada en la vergüenza y la ignorancia desde el principio de los tiempos. Por tanto, no es sorprendente que la gente no conozca la anatomía del clítoris. Es nuestra herencia cultural.

¿Cuáles son las últimas noticias sobre el clítoris?

 ¡Noticias calientes! [bromea]. Espere un momento [se levanta y regresa enarbolando una figurita blanca. Resulta ser un clítoris] Hay algunos modelos en 3D para enseñar a la gente cómo es. Siento que desde una base muy pobre, están pasando algunas cosas buenas. Pero probablemente lleve algo de tiempo antes de que las chicas jóvenes escojan mejores fuentes de información, las suyas, antes de confiar en sus compañeros, que están aprendiendo probablemente de webs más que sospechosas.

¿Sobre qué versan sus últimas investigaciones y descubrimientos?

En 2015 hicimos un estudio buscando el punto G, a ver si podíamos encontrar un tejido en apariencia distinto al de la pared muscular de la vagina que pareciera similar al tejido esponjoso eréctil. Y no encontramos nada en la pared anterior de la vagina. Ahora estamos con otro estudio sobre la anatomía de la uretra en relación con la vagina, porque el cáncer de uretra en mujeres ha sido muy poco estudiado.

Entonces el punto G no existe.

Bueno, puede ser funcional, más que existir como una estructura anatómica. Cuando estás moviendo la uretra, eso repercute en el clítoris, que la envuelve. Puede haber un efecto indirecto. Cualquier cosa que ocurre en la abertura de la vagina, que es donde está el tejido esponjoso eréctil, puede tener un efecto placentero que se perciba más profundamente. Y además todo el suelo pélvico se ve envuelto en la respuesta orgásmica, que es una zona más amplia de interés y actividad sexual que el clítoris. Pero si piensas que existe un área mágica en la pared anterior de la vagina y es allí donde te centras en la estimulación, no vas a conseguir el efecto placentero deseado. Eso tiene que ver con los hallazgos anatómicos, y es que no hay un lugar como ese en la pared anterior de la vagina.

¿Por qué el conocimiento de la sexualidad femenina es aún tan pobre?

La palabra definitiva para nombrar la sexualidad femenina es vergüenza. Pero estamos evolucionando, y creo que están ocurriendo cosas buenas. Definitivamente hay una conversación global sobre la importancia de la salud sexual de las mujeres, más allá del coito. Sobre el placer femenino y parte de ello es entender donde reside el placer sexual. Creo en definitiva que hay una base esponjosa (bueno, esto es un mal juego de palabras) sobre el tema. Hay más información y más entusiasmo. Y oportunidades educativas para que la gente aprenda.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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