Clásico ‘ma non troppo’

CUANDO J. W. Anderson llegó a Loewe como director creativo en 2013, quiso demostrar que la firma fundada en España en 1846 era mucho más que su mítico bolso Amazona, un diseño de 1975 con los bordes forrados y de asa corta que se había convertido en el best seller de la marca. Entonces creó el Puzzle, un modelo que, como su propio nombre indica, tenía un frontal formado por varias piezas y que, con su aspecto conceptual, rompía con el estilo tradicional de la casa. Seis años después y con la firma posicionada como una de las más relevantes del panorama internacional, Anderson se entrega de nuevo al clasicismo —entendido siempre según sus códigos vanguardistas— con el Lazo Mini (en la imagen), fabricado por artesanos madrileños y con un lateral inspirado en un acordeón.