Necesitamos más mujeres emprendedoras
A la hora de montar un negocio, ellas encuentran obstáculos que los hombre por lo general no tienen
Capital, contactos y conciliación. A los muchos obstáculos que se encuentra cualquier persona a la hora de emprender un negocio, una mujer tiene que superar estas tres ces, que se erigen para ellas como un reto mucho más complicado de superar que para ellos. Son varios los estudios que muestran que el talento femenino aporta a los negocios beneficios que no se logran solo con hombres. Pero para que más mujeres creen más y mejores empresas es necesario superar varios retos.
En América Latina y el Caribe solo el 1% de las mujeres emprendedoras tienen acceso a inversores ángeles, capital semilla y fondos de capital de riesgo, las tres fuentes de financiación que pueden permitir que una idea empresarial se convierta en realidad. En contraste un 7% de hombres consiguen este tipo de capital.
Las mujeres tienden a financiar sus start-up con recursos personales y de familiares y amigos, mientras que los hombres suelen acceder a fuentes más diversas. Además, ellos por lo general se dedican a tiempo completo a construir las redes de contactos necesarias para sacar adelante su proyecto, mientras que ellas ven mermado el tiempo para su negocio por el cuidado de la familia y las tareas del hogar. Para toda persona que quiere emprender es importante establecer estas conexiones, pero es crucial para las mujeres contar con mentores, especialmente empresarias con experiencia, que valoren la idea y apuesten por el éxito de la misma. Es decir, mentoras que inviertan tiempo, esfuerzo y reputación personal en hacer crecer la idea.
Las emprendedoras tienen cada vez un papel más importante en la transición de una economía en desarrollo a otra basada en la innovación y el conocimiento, donde las nuevas ideas y las tecnologías son susceptibles de convertirse en soluciones económicas y sociales. Son más propensas que los hombres a crear empresas sociales en vez de otras con fines estrictamente económicos y están más dispuestas a formar compañías con consideraciones medioambientales, según una investigación sobre mujeres emprendedoras realizada por investigadoras de la Universidad de Alberta, en Canadá.
Las emprendedoras tienen cada vez un papel más importante en la transición de una economía en desarrollo a otra basada en la innovación y el conocimiento
El aumento del número de mujeres en posiciones de liderazgo está relacionado con el incremento del retorno financiero de los negocios. Un estudio realizado por la firma de capital de riesgo First Round, de Silicon Valley muestra que las inversiones en start-up que cuentan con al menos una mujer en el equipo fundador tuvieron un rendimiento un 63% superior a las lideradas solo por hombres.
Aunque las empresas con mujeres en sus equipos, generan más réditos, sus negocios tienden a fracasar hasta el punto de que esta región tiene la segunda mayor tasa del mundo de quiebra de empresas cuya propietaria es una mujer, según un estudio reciente.
Si queremos cambiar las estadísticas es necesario aumentar y diversificar el acceso femenino a las fuentes de financiación, promoviendo no únicamente la búsqueda de capital financiero, sino de capital inteligente, y una mayor confianza en mentores, en inversores privados y en redes empresariales. Las emprendedoras deben, asimismo, exponerse más a entornos académicos y experiencias internacionales que podrían marcar la diferencia en la tasa de crecimiento de sus negocios y en su capacidad para crear conexiones de calidad.
Tanto el sector público como el privado han de favorecer la conciliación entre la vida familiar y profesional. Según WeGrow, un informe basado en más de 400 entrevistas a emprendedores de nueve países de América Latina que buscaba conocer los perfiles, desafíos y necesidades de las emprendedoras de alto crecimiento (aquellas cuyos negocios experimentaron tasas de crecimiento superiores al 20% en los últimos tres años), el 80% tienen hijos y el equilibrio entre la vida familiar y profesional es su principal desafío a la hora de hacer crecer sus negocios.
Para impulsar el emprendimiento femenino de alto crecimiento el laboratorio de innovación BID Lab liderará el próximo mes Foromic, un foro anual que brinda un espacio de discusión de soluciones disruptivas basadas en modelos digitales y nuevos modelos de negocio que tienen el potencial de mejorar vidas para todos y donde estaremos compartiendo herramientas para promocionar la innovación financiera y el liderazgo de las mujeres.
Aumentar la visibilidad en etapa temprana de las mujeres que invierten en tecnología en América Latina es fundamental no solo para facilitar el establecimiento de redes de contacto, sino para favorecer la creación de modelos de éxito a seguir. BID Lab publica desde 2016 junto con la Asociación Latinoamericana de Capital Privado (LAVCA) un listado cada vez más amplio de inversoras en la región. En la promoción de ejemplos de mujeres empresarias exitosas los gobiernos, las organizaciones de apoyo y los medios de comunicación desempeñan un papel crucial.
Muchas de las 50 startups destacadas de América Latina en 2018 están dirigidas por mujeres y el 33% de las empresas fintech de esta región, aquellas que ofertan a sus clientes productos y servicios financieros innovadores, cuentan con una mujer cofundadora. Su consolidación depende de las tres ces: capital, contactos y conciliación
Irene Arias es la gerente general del BID Lab, el laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo.
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