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Elizabeth Taylor, Liza Minelli, Michael Jackson y una foto delirante: historia de una boda insuperable

Solo dos personas de la imagen nupcial viven hoy. Un tesoro visual que Liza Minnelli y David Gest regalaron al mundo en 2002 con un matrimonio que no duraría mucho

La impactante imagen de la boda vendida en exclusiva al semanario 'OK! Magazine': en ella posan Martine McCutcheon, David Gest, Liza Minnelli, Michael Jackson y Elizabeth Taylor. Solo dos de ellos viven hoy.
La impactante imagen de la boda vendida en exclusiva al semanario 'OK! Magazine': en ella posan Martine McCutcheon, David Gest, Liza Minnelli, Michael Jackson y Elizabeth Taylor. Solo dos de ellos viven hoy.Foto: 'Ok! Magazine'
Guillermo Alonso

La foto es de esas que se podían mirar durante horas. La actriz británica Martine McCutcheon, a la izquierda de la imagen, madrina de honor, es probablemente la única desconocida para muchos, pero otros la recordarán por su papel de secretaria del primer ministro en Love actually. Después está David Gest, el novio, productor reconocido por su amistad con los más grandes de la industria musical. Y llega lo bueno: Liza Minnelli, la novia; Michael Jackson, el padrino, y Elizabeth Taylor, la madrina. Era el 16 de marzo de 2002 y el mundo acudía a la boda más esperpéntica y grande del mundo. Más de tres millones de euros de presupuesto y 850 invitados. Pero si hablamos de números, más dolorosos son los de la foto: tres de ellos ya están muertos. Solo viven Martine y Liza.

Según Donald Trump, invitado a la celebración, era “la mejor boda” en la que había estado. El beso que se dieron los contrayentes, ante la atenta mirada de un Michael Jackson, fue de lo más comentado

Repasar la vida de Liza Minnelli (Los Ángeles, 1946) sería cuestión de otro artículo (o de varios), pero si hay algo parecido a la realeza en Hollywood ella es una de sus herederas. Hija de Judy Garland y de Vicente Minnelli, heredó todo su talento y toda su desgracia. Conoció la gloria con Cabaret (1972), por la que se llevó un Oscar, y a la vez el lado más oscuro de la adicción y el desamor. David Gest fue, concretamente, su cuarto marido.

David Gest (Los Ángeles, 1953- Londres, 2016), por su parte, siempre fue una interrogación. Era amigo de Michael Jackson y produjo su especial 30º aniversario en el año 2001 en Nueva York, dos conciertos plagados de estrellas invitadas en los que Jackson repasó sus grandes éxitos y, por primera vez en dos décadas, volvió a cantar con sus hermanos. Liza, también amiga de Michael, estaba invitada a aquel concierto. Ahí fue cuando el rey del pop los presentó. Si a Minnelli la perseguían los hechos (una vida amorosa inestable, el alcoholismo y la drogadicción), a Gest lo perseguían los rumores. Decían que era gay (sus cirugías plásticas y su amor por Judy Garland levantaron las cejas de, entre otros, Elton John) y también que solo quería el dinero de Liza. Él era siete años más joven que ella, pero los dos pertenecían a ese tipo de celebridad que adora una estética que está muy por encima de la edad: todo en ellos (la ropa, los complementos, el maquillaje, los rostros artificiosos y más dignos de musical que de calle) era superlativo. Hablar de edad cuando hay tanto brillo y dinero en la habitación es poco menos que inútil.

¿Discreción para qué? David Gest y Liza Minnelli en Londres, poco antes de la boda, tras anunciar la nueva gira que él producía y ella protagonizaba, 'Liza's back'.
¿Discreción para qué? David Gest y Liza Minnelli en Londres, poco antes de la boda, tras anunciar la nueva gira que él producía y ella protagonizaba, 'Liza's back'.Foto: Getty

En realidad, Gest acababa de ganar muchísimo dinero con el especial de Michael Jackson. Y Liza, aunque fuese rica, no pasaba por sus mejores momentos financieros. Aquella boda pudo beneficiarlos a los dos, en resumen. Y, sobre todo, benefició a los medios de comunicación, que vieron como todo lo que el público amaba sobre Hollywood (dinero, nombres, joyas, famosos, caras nuevas, caras viejas, caras operadas) se ponía a tiro en la celebración más exagerada que se recuerda.

La pareja formada por David y Liza se convirtió en un símbolo de todo lo que estaba mal en las parejas de famosos: relaciones publicitadas y legitimadas en bodas carísimas y repletas de estrellas, pero que eran en realidad un espejismo

Gest, de 48 años, y Minnelli de 56, se casaron en la Marble Collegiate Church de Nueva York, una iglesia en la Quinta Avenida de Manhattan. Aparte de Elizabeth Taylor, también fue madrina Marisa Berenson. Y aparte de Michael Jackson, también fue padrino su hermano Tito. Según la cantante Mya, “todo el mundo iba vestido con pieles y diamantes”. Donald Trump, invitado a la celebración, dijo que era “la mejor boda” en la que había estado (quedaban tres años para la suya con Melania en su residencia Mar-a-Lago (Florida), que casi le hace la competencia en fastuosidad y en la lista de invitados).

Pero era complicado superar lo que hicieron la cantante y el productor. Aquí van algunos nombres del resto de la lista de invitados que estuvieron presentes en la sala de fiestas del hotel Regent Wall Street, que cerraría sus puertas en 2003 probablemente convencido de que su sala de baile ya había tocado techo: Diana Ross, Mickey Rooney, Elton John, Anthony Hopkins, Joan Collins, Mia Farrow y los Doobie Brothers. Cantaron Natalie Cole (iba a ser Whitney Houston, pero la artista lidiaba entonces con sus propios demonios de la adicción) y Tony Bennett, entre otros. Y, por si una fiesta no era suficiente, pocos días antes Minnelli y Gest habían celebrado otra en el hotel Mondrian de West Hollywood para todos sus amigos famosos de la Costa Oeste que no podrían acudir al enlace. Allí estuvieron Nancy Sinatra, el astronauta Buzz Aldrin, Petula Clark, Janet Leigh, Eva Marie Saint, Larry King, Esther Williams o Martin Landau.

El enorme salón de baile del Regent Hotel de Manhattan (hoy ya cerrado) donde se celebró la boda de Liza Minnelli y David Gest.
El enorme salón de baile del Regent Hotel de Manhattan (hoy ya cerrado) donde se celebró la boda de Liza Minnelli y David Gest.Foto: Getty

Cuando Liza Minnelli entró en la iglesia y atravesó el pasillo, todos los invitados aplaudieron. Nunca se aplaude a una novia: eso demuestra que estaban viendo a una estrella llegando al escenario, no a una novia enamorada llegando al altar. El beso que se dieron los contrayentes durante la ceremonia, ante la atenta mirada de un Michael Jackson que estaba apenas a un metro, fue de lo más comentado. David, tan maquillado como Liza o más, la agarra y mientras se diría que ella planea un beso de Hollywood, apasionado pero cauto, él abre la boca, le mete la lengua, la agarra con fervor. Ni siquiera Michael, siempre tan formal y educado, pudo evitar una risa de sorpresa ante ese beso (se puede ver en el minuto 3,50 de esta entrevista de la pareja con Larry King). "He ido a muchas bodas", comentaría Donald Trump posteriormente, "pero nunca he visto un beso así". La presentadora Joy Behar, también invitada, añadió de forma más descriptiva: "Casi le absorbe los labios y se los arranca de la cara".

El famoso beso de boda entre Liza Minnelli y David Gest ante Michael Jackson. El reverendo no quiere mirar.

La novia llevó un vestido diseñado por Bob Mackie, reconocido por hacer trajes muy grandes y exagerados para mujeres grandes y exageradas (como Cher, Bette Midler o Diana Ross). Más tarde, para ir a la fiesta en el hotel Regent, Minnelli se puso encima un vestido de visón blanco que deslumbraba a cámaras e invitados. En la fiesta todo fueron halagos. Él dijo de ella que era la mujer más bella que había visto nunca. Ella dijo de él que era el hombre que más la había ayudado y le había dado el coraje para dejar de beber y recuperar su carrera. Poco después de la boda, Gest produjo una gira de Liza, Liza's back (Liza ha vuelto) en la que por primera vez interpretó canciones de su madre (como el famosísimo Over the rainbow) y fue acompañada por un nuevo disco.

Diana Ross, Mickey Rooney, Elton John, Anthony Hopkins, Joan Collins, Mia Farrow o los Doobie Brothers fueron algunos de los invitados, aparte de Michael Jackson y Elizabeth Taylor

Después todo se vino abajo. David acusó a Liza de volver a beber y entrar en episodios violentos durante los que lo golpeaba con los puños. Liza acusó a David de haberse quedado con parte del dinero que había generado la gira y el disco Liza's back. Se separaron en julio de 2003. Permanecieron juntos unos 450 días, 400 menos que el número de invitados a la boda. El divorcio llegaría en abril de 2007 y la pareja de David y Liza se convirtió en un símbolo de todo lo que estaba mal en las parejas del mundo del espectáculo: relaciones publicitados hasta la náusea y legitimadas en bodas pornográficamente caras y repletas de estrellas, pero que eran en realidad un espejismo.

Liza y David eran carne habitual de los tabloides y los programas de humor. En un episodio de la quinta temporada de Sexo en Nueva York se describía una boda entre un hombre amanerado y aparentemente gay que trabajaba en la industria del teatro musical y una adinerada socialite mayor que él que era, obviamente, una referencia directa al matrimonio de David y Liza. A Minnelli no le debió de importar, pues hizo un cameo en la segunda película basada en la famosa serie. Y ese infame beso nupcial se parodió en un episodio del programa de humor estadounidense Saturday Night Live.

La parodia del beso que realizó en programa de humor 'Saturday Night Live'.

La carrera de ambos siguió después derroteros muy diferentes. Liza siguió cantando, publicando discos y actuando en series como Arrested development. Gest, con un remanente de fama que siempre se debió a esa estrambótica boda y a esa estrambótica foto, terminó en la versión británica de Gran Hermano VIP. El 12 de abril de 2016 fue encontrado muerto en la habitación de un Four Seasons de Londres. La causa fue un infarto cerebral. Tenía 62 años.

Ninguno de los dos volvió a casarse. Gest ya no podrá. De Liza, siempre imprevisible, nadie se lo espera. Parece que aquella gran boda y aquel corto matrimonio fueron la lección definitiva. "Si alguna vez escuchas que me voy a casar otra vez, golpéame en la cabeza y sácame de ahí", bromeó en 2012. No será necesario, Liza: nada puede superar esa foto de boda que regalaste al mundo.

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Sobre la firma

Guillermo Alonso
Editor web de ICON. Ha trabajado en Vanity Fair y Telecinco. Ha publicado las novelas ‘Vivan los hombres cabales’ y ‘Muestras privadas de afecto’, el libro de relatos ‘La lengua entre los dientes’ y el ensayo ‘Michael Jackson. Música de luz, vida de sombras’. Su podcast ‘Arsénico Caviar’ ganó el Ondas Global del Podcast 2023 a mejor conversacional.

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