Declarado culpable de intento de asesinato el joven que apuñaló al escritor Salman Rushdie en Nueva York
Hadi Matar, de origen libanés, también ha sido condenado por agredir al presentador del acto en el que participaba el novelista. La sentencia se conocerá en abril
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Hadi Matar, de origen libanés, ha sido declarado este viernes culpable de intentar asesinar a puñaladas al escritor Salman Rushdie en agosto de 2022, durante un acto literario al norte de Nueva York. El jurado ha hallado igualmente culpable a Matar, de 27 años, de un delito de agresión por herir a Henry Reese, el presentador del acto, sentado junto al escritor y que intentó impedir el ataque. La sentencia, que podría superar los 30 años de prisión, está prevista para el 23 de abril.
El jurado ha necesitado menos de dos horas de deliberaciones en el tribunal del condado de Chautauqua, donde se ha desarrollado el juicio y que dista escasos kilómetros del lugar donde Matar intentó acabar con la vida del autor de Versos satánicos, la novela considerada blasfema por el régimen iraní y que le valió a Rushdie una fatua (decreto religioso) en febrero de 1989.
En la mañana del 12 de agosto de 2022, Matar irrumpió bruscamente en el escenario de la Chautauqua Institution, donde Rushdie, sentado en semicírculo junto a otros participantes, iba a dar una conferencia precisamente sobre el refugio de escritores perseguidos. El agresor apuñaló más de una docena de veces al escritor angloindio ante la audiencia. El ataque dejó ciego del ojo derecho al novelista, de 77 años, y también le hirió los tendones de la mano izquierda, con la que intentó defenderse.
Rushdie, que tiene también la nacionalidad estadonidense, ha sido el testigo principal durante siete días de testimonios, en los que describió con todo lujo de detalles cómo vivió el intento de asesinato, así como su larga y dolorosa recuperación. El recuerdo de lo sucedido fue especialmente vívido, al describir cómo una persona vestida con ropa oscura se abalanzaba sobre él de improviso desde su derecha, para “apuñalarlo y acuchillarlo” repetidamente, un total de 15 veces.
Al recordar el suceso, Rushdie contó que le impresionaron los ojos del agresor, “que eran oscuros y parecían muy feroces”. Primero pensó que le habían dado un puñetazo, antes de darse cuenta de que le habían apuñalado en la mandíbula derecha y en el cuello. Sufrió heridas en el ojo, la mejilla, el cuello, el pecho, el torso y el muslo. La cuchillada en el ojo derecho fue la más dolorosa, declaró el novelista, que durante la declaración se quitó las gafas para revelar el alcance de la herida. “Como pueden ver, esto es lo que queda de él”, dijo a los 12 miembros del jurado. “No hay visión en el ojo en absoluto”.
El aclamado novelista, que se dio a conocer con Hijos de la medianoche, contó también ante el tribunal que, tras la sorpresa inicial, “llegué a pensar con toda claridad que me estaba muriendo; ese fue mi pensamiento fundamental”. También describió la sensación de verse tumbado “en un lago de sangre” y recordó cómo algunos espectadores en la sala ayudaron a reducir al agresor, “gracias a lo cual sobreviví”. Trasladado de inmediato en un avión medicalizado a un hospital de Pensilvania, donde permaneció ingresado 17 días, Rushdie aseguró que de no haber sido así no habría sobrevivido. El cirujano que le operó de urgencia también prestó declaración en el juicio.
Matar, de religión chií como los ayatolás que dirigen Irán y que emitieron la fatua contra Rushdie, ha sido investigado también por sus presuntos vínculos con el partido-milicia chií libanés Hezbolá, que aparece en la lista de organizaciones terroristas de EE UU y la Unión Europea. Según una acusación hecha pública el pasado mes de julio, además de los cargos por los que ha sido declarado culpable, Matar fue acusado por un tribunal federal de proporcionar apoyo material a Hezbolá. Durante el juicio, el joven prorrumpió en gritos contra Israel y lo calificó de Estado asesino.
El escritor, caballero de la orden del Imperio británico, pasó nueve años oculto y bajo protección tras publicar su cuarto libro, Versos satánicos, una historia de ficción inspirada en la vida del profeta Mahoma, para no ofrecer blanco a quien aspirase a cumplir la fatua, decretada por el entonces líder de Irán, el ayatolá Ruholá Jomeini. Dos semanas antes del atentado, el autor había declarado a una revista alemana que llevaba una vida “relativamente normal”, ya que las amenazas habían disminuido. El decreto religioso quedó teóricamente sin efecto en 1998, cuando la teocracia iraní declaró que no aplicaría la orden ni animaría a nadie a hacerlo, aunque resultó ser una verdad a medias, porque en 2022 responsabilizó al escritor del ataque por “haber insultado al islam”. El Gobierno de Teherán negó cualquier relación con el agresor.
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