_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Quim Torra no existe

En su primer año, el president de la Generalitat no ha hecho literalmente nada. En cuanto a gobernanza se refiere

Xavier Vidal-Folch
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, durante la sesión de control en el Parlament el pasado miércoles.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, durante la sesión de control en el Parlament el pasado miércoles.Alejandro García (EFE)

El inquilino de la Generalitat, Quim Torra, muestra una hoja de resultados transparente: no se los ve, ni por el haz ni por el envés. En su primer año no ha hecho literalmente nada. En cuanto a gobernanza se refiere.

Más información
La doble parálisis de gobierno en Cataluña

Ni una ley, ni un decreto relevante, ni un programa, ni la recuperación de la mayoría (indepe), ni nada que favoreciese la continuidad del diálogo institucional, salvo romperlo.

Algunos consellers han intentado algo: Pere Aragonès esbozó un presupuesto (otra vez fracasado), Damià Calvet medió en el litigio del transporte de pasajeros (sin llegar a soluciones definitivas) y Ester Capella acaba de pugnar por un decreto de control de los alquileres (nacido muerto por falta de apoyo alguno). Les ha dejado a su albur, sin poner a su favor el peso político/simbólico de la institución (que milagrosamente sobrevive).

Así que el Govern no existe como el “gobierno efectivo” que se postulaba. Ni como nada más que un sindicato de intereses, una agencia de colocación de fieles, una gestoría para la apertura irregular de embajadas inútiles, un dispensador de subvenciones a los adictos, y un comité para la convocatoria de actos de agitación que mantengan la llama de la inexistente república.

Carece de otro horizonte aparte de llegar en funciones aparentes hasta que se dicte la sentencia del procés.

Vean la agenda. En los primeros días del incendio más pavorosos que sufre Cataluña en 20 años, en la ribera del Ebro, el president lanzó apenas una desvaída declaración de trámite aconsejando al personal... que no fuese a la montaña. Quizá porque con los bomberos colaboraba en apagarlo el Ejército (español): “De un país vecino”, según lo definió el Govern.

Y es que mientras Cataluña ardía, él andaba en sus cositas. Organizando el boicot al Rey, que inauguraba el Salón de Logística: y que ha empezado a contrarrestar el vacío institucional mediante encuentros relevantes, en este caso los jóvenes empresarios de Barcelona Global. Manteniendo infinitas reuniones para preparar la “respuesta a la sentencia” del procés, que ni está ni se la espera a la vuelta de la esquina. Apoyando a los secesionistas que nada más tomar por sorpresa la Cambra de Comerç ya elaboran listas para boicotear (y/o chantajear) a las empresas catalanas escasamente patrióticas.

Qué sandez: en la cena del Rey sirvió el vino esa compañía cuyo fundador ha sido socio de Marta Ferrusola, militante del partido y asiduo financiador del 3%. Cada uno a su negocio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_