La inmensa fortuna de Chris Hemsworth, a golpe de superhéroes
El intérprete y su esposa, la actriz española Elsa Pataky, forman una pareja seguida y admirada en redes sociales por su estilo de vida y lo rentabilizan en otros negocios
Poco podían imaginar Chris Hemsworth y Elsa Pataky cuando se conocieron en Los Ángeles, mientras ambos aspiraban a lanzar sus respectivas carreras, que lo suyo llegaría tan lejos. No solo como historia de amor sino como ejemplo de que la varita mágica de Hollywood a veces alcanza a uno de los muchos aspirantes que van de casting en casting y lo convierten en estrella. Sin lugar a dudas, el australiano Chris Hemsworth ha sido uno de los agraciados con esa suerte esquiva.
Incuestionablemente guapo, simpático, aparentemente cercano y con una educación que proviene de haberse criado en una familia unida que de lo único que presume es de llevar una vida normal que comenzó en los ranchos de ganado de Outback y continuó en la ciudad australiana de Melbourne, Hemsworth todavía no tiene una mancha en su historial. Presume de la familia que ha creado junto a la también actriz Elsa Pataky, con quien tiene tres hijos Sasha, de 6 años, y los mellizos Tristan e India Rose, de cuatro. Encandila a sus seguidores en las redes sociales con ese estilo desenfadado y libre que hace que medio mundo le envidie cuando se le ve practicando ejercicio en una playa infinita de su país de origen, jugando con sus niños y los animales que forman parte del paisaje de su casa o bromeando con su mujer sobre las tareas domésticas. Y hasta ahora nunca ha metido la pata. El chico sano y deportista. El chico perfecto. El chico multimillonario.
Un día Hemsworth, que había llegado a Los Ángeles precedido de cierta fama por su participación en series australianas, se topó con el papel de Thor, el dios del trueno, y su vida cambió para siempre. Según The Hollywood Reporter, el actor ganó 15 millones de dólares (algo más d 13,3 millones de euros por su trabajo en Los Vengadores: Infinity War, la penúltima entrega de la saga del imperio Marvel, y él aparece en las cuatro entregas, incluida el último estreno que le ha hecho pasear su fama por las alfombras rojas, Vengadores: Endgame y aumentar el saldo de su cuenta corriente.
Pero la misma publicación señala que cuando Hemsworth blande el martillo de Thor en solitario la cifra se multiplica. En Thor. Ragnarok, la segunda película de la trilogía, su caché si situó en los 30 millones de dólares (26,7 millones de euros), solo un poco más que lo que había recibido por la primera entrega. Sumen y vayan haciendo cuentas, aunque de las astronómicas cifras haya que descontar impuestos y gastos.
Redondeando las publicaciones especializadas cifran la fortuna del mediano de los tres hermanos Hemsworth entre los 60 y los 90 millones de dólares. Mientras, él sigue cultivando su aspecto de chico sano y deportista que nunca ha roto un plato y quiere llevar una vida lo más normal posible. Lo manifestó claramente en una entrevista que concedió el año pasado a la revista GQ Australia: le preocupa especialmente que sus hijos no puedan tener una infancia normal por tener una vida privilegiada.
Cuando uno ya está a punto de pensar que este hombre es cuasiperfecto lee que la principal motivación para dedicarse a la actuación fue el dinero. Pero no da tiempo a que se desinfle el entusiasmo porque enseguida aclara que lo que no quería era estar sin un duro como le pasó en distintas etapas de su vida y tener lo suficiente para "cuidar de sus padres y su familia".
En la misma entrevista recuerda que en su juventud le costó un año ahorrar para comprarse una tabla de surf y que la enorme fortuna que ha conseguido como actor le hace sentise "asqueroso". "Elsa y yo hablamos mucho de que queremos que nuestros hijos sepan apreciar lo que tienes y que hay que trabajar duro para conseguirlo. Me da mucho miedo el hecho de que tengamos dinero y que sus padres sean famosos, de que de alguna manera ellos son especiales, porque yo crecí sin un centavo", dijo Chris Hemsworth en esa entrevista.
Este fue uno de los motivos por los que la pareja abandonó Hollywood y se marchó a vivir a Byron Bay, en Nueva Gales del Sur, uno de los estados que constituyen Australia. Allí es donde se están construyendo un nuevo hogar que ha recibido muchas críticas porque, de momento, parece cualquier cosa menos un hogar y la han llegado a comparar con un centro comercial o un pequeño aeropuerto, por no mencionar que ha despertado las suspicacias de sus vecinos.
La pareja, gran aficionada al deporte y el ejercicio físico, también ha sido noticia recientemente por haber creado una aplicación con la que el matrimonio enseña a ponerse en forma sin tener que acudir a sofisticados gimnasios. Cosas de superhéroes de andar por casa.
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