10 maravillas del mundo que ya no podrás ver tal y como fueron (además de la aguja de Notre Dame)
La historia está llena de monumentos destruidos por catástrofes naturales o negligencias humanas. Estas son otras maravillas del hombre que la naturaleza se empeñó en derribar
Pese a su dramatismo, el incendio que el pasado 15 de abril destruyó la aguja y dos tercios de las bóvedas y tejados de Notre Dame —la catedral de París— no es algo nuevo. Descontando las acciones de guerra, la historia está llena de monumentos destruidos por catástrofes naturales o negligencias del hombre. Muchos son reconstruidos, pero ya nunca volverán a ser lo que fueron. Estas son otras 10 maravillas del hombre que la naturaleza se empeñó en derribar:
Ciudadela de Bam (Irán)
La ciudadela de Arg-é Bam, en la provincia iraní de Kerman, era la estructura de barro y tapial más grande del mundo. Una reliquia de la Ruta de la Seda construida al menos cinco siglos antes de nuestra era. El 26 de diciembre de 2003 un terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter la destruyó por completo, así como el 70% de la moderna ciudad de Bam que había crecido en torno a ella. Murieron más de 40.000 personas. Se inició enseguida un proceso de reconstrucción financiado por muchos países que ha logrado recuperar ya parte de sus estructuras más importantes, incluida la gran puerta principal. Se calcula que para 2020 estará completamente reconstruida.
Puente de Lucerna (Suiza)
El Kapellbrücke, el puente de la capilla, es desde 1365 el emblema de la ciudad suiza de Lucerna. Permite vadear el río Reuss. Su peculiar silueta cubierta por un techo de madera en el que se cuenta la historia de la ciudad en 111 pinturas y el apoyo de una gran torre de vigilancia le han hecho de siempre el objeto de deseo fotográfico de todos los turistas que pasan por Lucerna. Pero lo que vemos ahora es una reconstrucción: el puente ardió casi por completo el 18 de agosto de 1993 por la imprudencia de una embarcación de motor que estaba amarrada debajo. Aunque en realidad, el fuego es parte de la historia del Kapellbrücke. Lo que se veía antes de 1993 era otra reconstrucción de 1835, producto también de otro incendio.
La Fenice (Venecia)
El 26 de enero de 1996, el gran teatro de Venecia, símbolo de la alta cultura italiana junto con La Scala de Milán, ardía una vez más, haciendo honor a su nombre: Ave Fénix. No era la primera (y quizá tampoco la última) que le sucedía. Lo que veíamos en 1996 era la reconstrucción de 1836 que a su vez era otra reconstrucción del original de 1790. El incendio de 1996 estuvo envuelto en polémica porque la justicia demostró que había sido intencionado; dos electricistas fueron condenados por ello aunque nunca se supo quién hubo (si lo hubo) detrás de ellos. Se reinauguró el 14 de diciembre de 2003, manteniendo su aspecto decimonónico.
Torre de Dharahara (Nepal)
El terremoto del 25 de abril de 2015 derribó un gran número de templos y monumentos de Nepal. Pero quizá ninguno tan emblemático como esta torre de nueve pisos y algo más de 61 metros de altura que emergía como un faro de color blanco en el centro histórico de Katmandú. Era la única que sobrevivía a un conjunto de dos torres similares construidas en la primera mitad del siglo XIX. La otra, de 11 pisos, ya cayó en un terremoto anterior. Los turistas podían subir hasta la octava plana a través de una escalera de caracol de 213 escalones. El Gobierno nepalí acaba de firmar un contrato para su reconstrucción con un conglomerado de empresas chinas y locales.
Amatrice (Italia)
Los habitantes de los Apeninos centrales, en Italia, saben que viven sobre una placa tectónica. Y los temblores de tierra son parte de su cotidianeidad. Pero el terremoto del 24 de agosto de 2016 nunca lo olvidarán. Murieron 292 personas, 232 de ellas en Amatrice, la localidad más afectada. Su casco histórico —uno de los más bellos del centro de Italia— lleno de edificios de los siglos XIII al XVIII quedó severamente afectado. Más de 300 edificios históricos resultaron dañados y muchos de ellos, reducidos a escombros.
Antigua (Guatemala)
No es un hecho reciente —ocurrió en el siglo XVIII—, pero sus huellas son aún visibles. Los viajeros que recorren Antigua, la joya colonial de Guatemala, pueden ver aún muchas iglesias en ruinas. Son parte del esplendor que la ciudad tuvo como capital de la Capitanía General de Guatemala. Pero su ubicación, a los pies del activo volcán de Fuego y en una zona de gran actividad sísmica no barruntaban nada bueno. Sufrió un terremoto tremendo en 1717, el de San Miguel. Luego el terremoto de San Casimiro, en 1751. Y la gota que colmó el vaso: el de Santa Marta en 1773. Tres años después, las autoridades civiles, militares y eclesiásticas decidieron trasladarse a una nueva capital. Hoy, Antigua sigue habitada y atiborrada de turistas. Pero ya no es la que fue.
El Liceo de Barcelona
En España también tuvimos nuestro pequeño gran desastre cultural. El 31 de enero de 1994, mientras dos operarios trabajaban en el telón de acero que (ironías de la vida) debía aislar el escenario de la sala en caso de un incendio... las chispas de su soplete causaron un incendio que destruyó por completo el más prestigioso teatro de ópera de Cataluña y uno de los más importantes del mundo. No era la primera vez, en 1861 ya ardió también por completo. Ha sido reconstruido respetando la decoración del XIX que tenía.
Museo Nacional de Brasil (Río de Janeiro)
En este caso, la pérdida irreparable para el patrimonio de la humanidad no fue tanto el edificio como el contenido. El 2 de septiembre de 2018 el Museo Nacional de Brasil, situado en el parque Boa Vista de Río de Janeiro, ardió por los cuatro costados. El pésimo mantenimiento debido a la falta de dotación presupuestaria pudo estar detrás de la tragedia. Con él ardió buena parte de la colección: 20 millones de piezas, entre las que se encontraban el fósil humano más antiguo de América Latina, varias momias egipcias, frescos de Pompeya, la colección de arte africano y toda la biblioteca indigenista, entre otros.
Bagán (Birmania)
El 24 de agosto de 2016, las entrañas de la tierra debieron tener un día complicado. Porque casi a la vez que un terremoto destruía Amatrice y otras localidades del Lacio italiano, un temblor de 6,8 grados sacudía Myanmar, antigua Birmania. La convulsión afectó especialmente a Bagán, la histórica capital del reino birmano, considerada una de las joyas arquitectónicas de Asia. Resultaron dañadas o destruidas 185 estupas y templos menores. Aunque en realidad, los efectos de aquel desastre son poco llamativos para el visitante actual dado que en Bagán hay más de 4.000 pagodas, templos y estupas. Afectaron mucho más al conjunto las nada ortodoxas reconstrucciones que hizo años antes la Junta Militar o la polémica torre de observación con hotel incluido enclavada en medio del conjunto por deseo de un empresario cercano al poder.
El faro de Alejandría (Egipto)
A lo largo de los siglos, las fuerzas de la naturaleza han acabado con numerosas maravillas levantadas por el hombre. Sirva como ejemplo de todas ellas el faro que en el siglo III a. C. se levantó a la entrada del puerto de Alejandría, en lo que hoy es Egipto. Medía 134 metros, que parecen pocos en la actualidad pero que para la época supuso todo un reto de ingeniería. Fue durante siglos la estructura más alta levantada por el hombre. Estuvo en pie más de mil años hasta que un terremoto lo derribó en el siglo XV.
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