_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Retrato del cuerpo desnudo

Con la declaración del quinto alto mando del cuerpo, Juan Carlos Molinero, ya tenemos una ecografía de la gran incógnita en otoño de 2017: ¿de qué lado se decantarían los Mossos?

Foto: atlas | Vídeo: VIDEO: ATLAS
Xavier Vidal-Folch

Con la declaración del quinto alto mando del cuerpo, Joan Carles Molinero, ya tenemos una ecografía de la gran incógnita en otoño de 2017: ¿de qué lado se decantarían los Mossos?

Más información
Vuelco al juicio
Alguien miente

El forcejeo entre la frivolidad sideral del Govern ante el 1-O y la conciencia de extrema excepcionalidad interiorizada por el cuerpo policial fue descarnado, pero con sordina.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Este quedó desnudo. Desbordado por la pinza entre defender la ley y la sujeción al “desamparo gubernativo” (Ferran López, 2 de abril) de quien se presumía su protector.

Hubo cinco actos o tentativas relevantes y tangibles de rebeldía de polis contra Govern:

1. Comunicado. La cúpula del cuerpo emite el 23 de septiembre de 2017 un insólito texto. Dice que “a lo largo de toda la historia ha mostrado un respeto escrupuloso” a las órdenes de jueces y fiscales, “que seguiremos manteniendo”. Y que seguirá “dando cumplimiento” a las órdenes del fiscal superior. Contrariaba así las soflamas de los gobernantes de que ampararía la votación ilegal y desobedecería al flamante coordinador coronel De los Cobos.

2. Los sindicatos, “inquietos por tener un Govern que favorece un acto ilegal, y que dispone de un cuerpo policial que va a tener que ir en sentido contrario”, protestaban (Trapero, 14 de marzo). “Conozco a los mossos, ahí todo dios sabe de derecho”, apostilló.

3. Quejas en las reuniones de los días 26 y 28 de septiembre entre las cúpulas del Govern y del cuerpo. Aseguran que obedecerán la orden judicial de impedir el referéndum; muestran inquietud por la “escalada de violencia” previsible (Manel Castellví, 7 de marzo) y piden que se revoque la votación. Puigdemont responde que hagan lo que deban. Oriol Junqueras y Joaquim Forn apenas musitan nada.

4. Rueda de prensa pública: se plantearon realizarla “para dar cuenta” de su posición ante el 1-O. Al final no lo hicieron por varias razones, como “la intensidad de las actuaciones” de esos días (Molinero, ayer).

5. El dispositivo de detención del Govern el 27-O (por declarar la secesión) que ofrecieron al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, quien lo declinó.

Esa es la parte político-institucional. Queda la vertiente operativa, también esencial. Si los dispositivos fueron o no eficaces; si se cerraron de verdad los 373 colegios ilegales que se aducen y por qué no más; si se cumplió el mandato judicial de impedir el referéndum ilegal de fachada o de facto; si se encendió una vela al dios/ley y otra al diablo/delito. Si hubo lealtad con tropiezos o un fraude inmenso.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_