Así son las escenas sexuales de ‘Instinto’ que Mario Casas dudaba que se atrevieran a emitir
Después de ver en exclusiva los cuatro primeros episodios de la serie tenemos una conclusión: perturbación
Mario Casas (A Coruña, 1986) tenía serias dudas sobre si Movistar+ y la productora Bambú se atreverían a emitir todas las escenas que había rodado en Instinto, su nueva serie. Así lo confesó hace unos meses en el programa de la Cadena SER Hoy por hoy. ¿Tan radicalmente explícitas eran estas secuencias como para temer la autocensura? ¿Qué quería decir exactamente el actor cuando hablaba del “momento sábana”, de impactantes “prácticas sexuales” y de "un desnudo integral"? Mario Casas hasta se comparaba con el Michael Fassbender de Shame. Recordemos lo que dio que hablar el desnudo de Fassbender al inicio de la película de Steve McQueen.
Pues bien, podemos afirmar después de ver los primeros cuatro episodios (de momento solo hay una temporada rodada y consta de ocho capítulos) de Instinto, y sin desvelar demasiado, que no solo llevaba razón, sino que se ha quedado corto. Instinto, en efecto, consigue ser perturbadora de una forma sofisticada, mezclando el deseo carnal, prohibido, fuera de toda norma, con una extraña sensación (como ocurría con Brandon, el personaje de Fassbender) de aflicción: un tío que parece controlarlo todo menos sus más bajos instintos, que parece extrañamente vacío, y cuya feroz adicción al sexo resulta dolorosa y perturbadora para el espectador.
Los dos primeros episodios se vieron en público el domingo 17 en el Festival de Cine de Málaga. La serie se estrena en Movistar+ el 10 de mayo. Creada por Teresa Fernández-Valdés, Ramón Campos y Gema R. Neira, y dirigida por Carlos Sedes, está interpretada (además de por Mario Casas), por Jon Arias (hijo mayor de Imanol Arias y Pastora Vega), Ingrid García-Jonsson, Lola Dueñas, Silvia Alonso y Óscar Casas (hermano de Mario Casas).
Elegimos los cuatro momentos más explícitos que, con toda seguridad, darán mucho que hablar...
Sí, ellos se desnudan
Ya no debería ser una excepción y menos cuando está más que justificado. No es la primera vez que Movistar+ apuesta por el desnudo integral masculino. Daniel Grao en Gigantes o Álvaro Morte en El embarcadero son los últimos en la ficción española en dejar estos tabúes atrás. La primera vez que vemos en Instinto a Mario Casas es bajo la ducha. Marco Mur, su personaje, ha salido a correr y anda algo estresado. La imaginación se dispara hasta que descubre su cuerpo. Como ocurrió con Chris Pine en la película El rey proscrito en Netflix, todo el mundo hablará de esa milésima de segundo gracias al “pause” de las plataformas en streaming.
Sí, es ideal para 'voyeurs'
Sin matrimonios que romper ni paranoias sexuales (como sí le ocurría al William Harford interpretado por Tom Cruise en Eyes Wide Shut, de Kubrick), Marco Mur/Mario Casas se lo pasa en grande en una misteriosa mansión a la que accede oculto tras una máscara de carnaval. El exclusivo club es el lugar en el que hace realidad sus fantasías sexuales. El neófito se transforma en voyeur, recorriendo junto a él los sinuosos pasillos y habitaciones bajo una luz decadente. Hay mujeres y hombres desnudos, fornicando, masturbándose, fetichismos varios, lencería de lujo, una dominatrix y un sumiso tocando el piano… Un erótico baile de máscaras que juega con la propia imaginación libidinosa del espectador.
Sí, hay sexo con desconocidos
Lo más de lo más es hacer de tu vida sexual una eterna cita a ciegas. Tras la máscara, el sibarita seduce y ataca, pero con la condición de ocultar su rostro. Así es como Marco busca el placer, se libera de la tensión con el sexo furtivo, acostándose con mujeres, si es de dos en dos (y con un gran espejo en el techo), mucho mejor. El enigma es el morbo, pero en Instinto, además, lo que verdaderamente excita a los protagonistas es el dinero y el poder.
Sí, hay sadomaso
Terminemos bien arriba. Si “el sexo es arte”, como reza un letrero de neón de una de las habitaciones del pecado que aparecen en Instinto (como el famoso cuarto rojo de 50 sombras de Grey), los protagonistas de la serie son unos auténticos artistas… del bondage. El joven y exitoso señor Mur es un émulo del joven y exitoso señor Grey (Jamie Dornan), pero un poco más brutote y obsceno. Prefiere el azote con pala de madera que el látigo de tiras, las cuerdas gruesas a la corbata gris y la máscara de carnaval a la suave venda en los ojos. Si nos ponemos, nos ponemos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.