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Dani de la Torre & Luis Tosar: amigos para siempre, dentro y fuera del rodaje

Luis Tosar y Dani de la Torre son amigos desde que rodaron juntos 'El desconocido'.Vídeo: THOMAS CANET

EL ACTOR Luis Tosar se emociona cuando habla de Dani de la Torre. “Me entiendo perfectamente con él. Es alguien a quien quiero muchísimo”. Y a este director se le agiganta la sonrisa cuando menciona a su amigo: “Nunca encontré a alguien con quien coincidiera en tantas cosas como me sucede con él”. Se cruzaron por primera vez sus caminos una noche, en el pub Matadero de Santiago de Compostela: “Yo, que entonces rodaba cortometrajes, siempre había querido conocer a ese mito que era Luis”, confiesa Dani. Tomaron unas copas, charlaron y no volvieron a ponerse en contacto hasta que, a través de otro colega, el también intérprete Luis Zahera (reciente ganador del Goya al mejor ­actor de reparto por su labor en El reino), De la Torre le hizo llegar a Tosar el tratamiento del guion de su primera pelícu­la, El desconocido: “Si no te gusta, lo dejas a la tercera página”, le indicó, tímido y cauteloso, el cineasta al ganador de tres premios Goya. Pero el mismo que encarnó a Malamadre en Celda 211 (2009) hizo un hueco en su agenda para echar un vistazo a la trepidante historia de acción que transcurría casi íntegramente dentro de un coche. Le fascinó.

Cuando Tosar dio el sí a Dani, todo cogió velocidad y, con el apoyo de la productora Vaca Films, se rodó en A Coruña una película producida, interpretada y dirigida por mayoría gallega. Su éxito culminó en el Festival de Venecia 2015 con buenas críticas, dos premios Goya (al mejor montaje y mejor sonido) y una buena aceptación en taquilla (tres millones de euros de recaudación). Pero también sirvió para cimentar una amistad más allá del set cinematográfico: actor y director se entendieron a la perfección: comparten no solo gustos cinéfilos y manera de trabajar, sino también aficiones, veladas y comilonas.

THOMAS CANET

Desde entonces son como hermanos: se abrazan, ríen, bromean y se cuentan secretos. Ambos nacidos en la provincia de Lugo —Luis en su capital, en 1971; Dani en Monforte de Lemos, cuatro años después—, han vuelto a disfrutar de esa complicidad en su segunda película juntos, La sombra de la ley (ganadora de tres premios Goya en la última edición de estos premios). Si la primera era un thriller urbano con la crisis actual de fondo, en este caso la acción se trasladó a la Barcelona de comienzos del siglo XX, con mafia local, policía corrupta y anarquistas animando la trama: Tosar ha pasado de encarnar a un charlatán ambicioso al volante de un auto, a un introvertido policía de pocas palabras. “Es como el Clint Eastwood de los spaghetti westerns”, asegura De la Torre. “Sufre sin expresar sus sentimientos, cosa que borda sin tener que darle yo explicaciones. Es como una extensión de mí dentro de la película. Me da mucha seguridad para equilibrar los personajes de la trama. Es como el Messi del equipo, por donde circula todo el juego”.

“Entre nosotros hay una complicidad superespecial, que no siempre se da en el cine. Pero con Dani surgió de manera natural en el rodaje de El desconocido: hubo una conexión total, todo fluyó hacia un lugar bonito y creativo… ¡y eso es maravilloso!”, explica Tosar. “Estoy preparando una serie de televisión y no será lo mismo sin Luis: le echaré de menos”, se emociona De la Torre, “no solo como actor, sino también como persona. Es un tipo increíble. Por eso, cuando dejo de rodar con él me da un bajón”. El actor que da vida a Aníbal en La sombra de la ley corrobora estas palabras: “En algún otro proyecto nos volveremos a encontrar, estoy seguro; si no, la vida sería muy aburrida”. 

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