Unos Goya amantes del cine popular

El sábado los premios Goya llegan a su 33ª edición. A algunos les parecerá poco, a otros, vistas las trabas y los problemas superados, todo un logro. La Academia vive un momento de cambio, en el que están entrando las nuevas generaciones, en el que los creadores del audiovisual diluyen las fronteras entre el cine y la televisión. Pero aún no acaba de cuajar entre los académicos la apuesta del Otro cine español: el mejor ejemplo es Isaki Lacuesta, que tras ganar dos Conchas de Oro en San Sebastián llega por primera vez a los Goya con su película Entre dos aguas, candidata a mejor película y dirección, o el ninguneo a Petra, de Jaime Rosales.

Este año la institución que agrupa el cine español parece apostar por el cine más abierto, popular. La comedia Campeones, de Javier Fesser, se presenta como la favorita con 11 candidaturas, aunque el thriller de Rodrigo Sorogoyen, El reino, tenga dos más, 13 nominaciones. Los Forqué, los premios de los productores, dieron el galardón a mejor película a Campeones, por si sirve de pista. Donde si puede que gane El reino es en los Goya a mejor actor y actor secundario, con Antonio de la Torre -lleva ya 13 candidaturas y solo ganó la primera vez, ya va siendo hora de reconocerle el talento- y Luis Zahera, respectivamente.

Por detrás, Carmen y Lola y Todos lo saben defienden ocho candidaturas. Este año, categorías como Mejor dirección novel y Mejor documental están competidísimas: si ya costó entrar en ellas, ganar su estatuilla... Pero Arantxa Echevarría, con Carmen y Lola, ha llegado muy lejos desde que su drama amoroso -más allá de lesbianismo y de ser gitano hoy, habla de pasión y de libertad- se proyectara por primera vez en Cannes. En la categoría de actriz revelación, compiten sus dos protagonistas (Zaira Romero y Rosy Rodríguez)... y eso divide votos ante dos rivales potentes: Gloria Ramos por Campeones y Eva Llorach, por Quién te cantará. En cuanto a Todos lo saben, del maestro iraní Asghar Farhadi, parece la invitada de piedra del convite, aunque en mejor actriz Penélope Cruz tiene su chance. Yuli, de Icíar Bollaín, con cinco nominaciones, debería de llevarse los cabezones a mejor banda sonora, de Alberto Iglesias, y el de mejor guion adaptado para Paul Laverty, que ya fue mejor libreto en el certamen donostiarra. Borja Cobeaga, que compite en este apartado por Superlópez, así lo señala y confiesa que cada vez que ha perdido ha acertado el nombre del ganador. Los premios técnicos se podrían repartir entre El fotógrafo de Mauthausen, Superlópez y La sombra de la ley.

Y por supuesto Roma, de Alfonso Cuarón, que está presenta a lo largo y ancho de toda la temporada de premios, y que es favorita a Mejor Película Iberoamericana. Y por supuesto, Un día más con vida, de Damian Nenow y Raúl de la Fuente, de calle la mejor película de animación en una categoría en que han entrado todos los largos de dibujos que se han hecho esta temporada en España: cuatro. Triste.

Por segunda vez, los Goya se celebrarán fuera de Madrid. En 2000 viajaron a Barcelona. La ciudad los acogió muy bien, la ceremonia fue aburrida, salvo por la presencia del Rey, entonces Príncipe Felipe, al que Pedro Almodóvar felicitó el cumpleaños y logró que el patio de butacas cantara con él. Esta vez, hasta donde se sabe, no habrá presencia real. Lástima.

Y cuando todo acabe, en la memoria del telespectador, solo quedará un recuerdo: el de la actuación de los presentadores, Andreu Buenafuente y Silvia Abril. A ellos, por la felicidad de todos nosotros, mucha suerte.