La revolución del estilo
A VECES, en un mismo tiempo y espacio convergen dos realidades radicalmente opuestas que bien pueden aniquilarse como una partícula al encuentro de su antipartícula, o bien combinarse en favor de la sinergia. Algo así debió pensar este transeúnte que, en medio de la oleada de protestas protagonizadas por los chalecos amarillos en Francia, se plantó de esta guisa a las puertas del desfile de Céline durante la Semana de la Moda parisiense. Poco más se sabe de sus intenciones, estilísticas o políticas. Pero quizá su consigna fuera la de la simbiosis de ambas tendencias: para hacer la revolución hace falta tener presente la moda. Y la moda, bien enfocada, quizá también pueda llegar a ser revolucionaria.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.