Los hermanos pequeños son más divertidos que los mayores
Son las conclusiones de una gran encuesta realizada por YouGov en Reino Unido
No es la primera —y probablemente no sea la última— vez que se estudia cómo afecta el orden de nuestro nacimiento a nuestra personalidad. Como ya contamos en BuenaVida, el primogénito de una familia parece tener más papeletas para llevarse la inteligencia, pero muchos de los pequeños (como Edison o Bach) han conseguido pasar a la historia gracias a sus grandes logros. Ambos tienen sus cosas negativas también: los menores son más propensos a tener mal comportamiento, mientras que los mayores son "los pupas". Y esto no es todo.
Los resultados de un nuevo estudio, realizado en el Reino Unico por la empresa de datos y opinión pública YouGov, revelan que, además de moldear nuestras personalidades, el orden en el que llegamos al mundo puede cambiar la percepción que tenemos sobre nosotros mismos. Así, tras realizar distintas preguntas a los 1.782 participantes del trabajo (todos ellos mayores de 18 años y entre los que había tanto hombres como mujeres) los expertos descubrieron que los hermanos pequeños, por ejemplo, se consideran como los más graciosos de sus casas.
Además, los menores de la familia también creen que son más relajados, que es más fácil relacionarse con ellos que con sus hermanos y que son los favoritos de sus padres. Mientras estos se inclinan hacia el lado de diversión de la balanza, los mayores, por su parte, parecen poner el peso en la responsabilidad y la sensatez.
Los primogénitos piensan que son personas más organizadas y con más confianza en sí mismos que sus hermanos. Por esto, se creen más capaces de compaginar una vida orientada hacia sus familias y a la vez dar prioridad a sus vidas frente a las de otros.
La conclusión de YouGov es que estas percepciones vienen dadas más por la edad que por las dinámicas familiares. Así, por ejemplo, el hecho de que los mayores sientan que tienen más éxito tiene que ver con que han nacido antes y por ello han tenido más tiempo para desarrollar y tienen más experiencia que sus hermanos. Lo que no quiere decir que los pequeños no vayan a conseguirlo. Y si no, que se lo pregunten a Marie Curie.
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