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La cobertura del terrorismo en África: ¿“racismo moderno”?

Miles de comentarios en Twitter protestan por las imágenes que ha publicado 'The New York Times' del atentado en un hotel de Nairobi que se ha cobrado 14 vidas

Parientes de una de las personas asesinadas en el atentado de Nairobi.
Parientes de una de las personas asesinadas en el atentado de Nairobi. NJERI MWANGI (REUTERS)
Carlos Bajo Erro
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La imagen muestra la terraza de lo que parece una cafetería, media docena de mesas, desorden, platos y botellas rotas, y se identifican, al menos, cuatro cuerpos doblados en posiciones antinaturales y salpicados de sangre. Es una de las fotos del artículo Al Shabab reivindica el asalto mortal al complejo hotelero y de oficinas de Nairobi, publicado el pasado martes por The New York Times sobre el atentado a un hotel que se ha saldado con al menos 14 muertos en la capital de Kenia. Es la foto que ha desencadenado una airada reacción entre los usuarios kenianos de las redes sociales. El periódico se ha visto empujado a justificar la publicación de esa imagen.

El tuit con el que el diario difundía el reportaje acumula 1.600 comentarios en menos de un día. Reclaman respeto a las víctimas y sus familias, califican la publicación de la foto de irresponsable, insensible o vergonzosa y exigen la retirada de las imágenes. Esas respuestas ha dado lugar a la campaña #SomeoneTellNYTimes (Que alguien le diga al The New York Times). La cantante keniana Kambua recuerda al medio: “Tenemos familiares, amigos y compañeros kenianos que han vivido la pesadilla del terrorismo. Algunos se han ido para siempre. Sois una deshonra. Irrespetuoso”.

Además, muchos han sido los usuarios que han visto una doble vara de medir en la cobertura del terrorismo. Algunos han compartido capturas de las noticias de otros atentados señalando: “Así es como The New York Times cubre los ataques terroristas en varios lugares del mundo, sin imágenes de las víctimas”. O acusaciones más directas: “No mostramos los cadáveres ensangrentados de escolares americanos”; “Por favor, mencione cualquiera de los tiroteos en Estados Unidos en los que haya publicado fotos de los muertos. Esto es racismo moderno”. Muchos de esos mensajes han centrado su atención en la autora del reportaje y responsable del periódico en África Oriental, Kimiko de Freytas-Tamura. Una segunda campaña pedía que la periodista fuese expulsada del país con la etiqueta #DeportKimiko (Kimiko deportación).

En medio de la tormenta, el periódico ha publicado una justificación de su decisión de publicar las imágenes. Reconoce las quejas de algunos lectores “molestos” y asegura que intentan ser “muy sensibles en cómo se manejan las palabras y las imágenes”. “Queremos ser respetuosos con las víctimas y con el resto de afectados por el ataque”, insiste el escueto comunicado, y añade que pretende transmitir “una imagen clara del horror” y defiende que las fotografías no son “sensacionalistas”, sino que reflejan “el sentido real de la situación”. Para finalizar el diario asegura que mantiene “el mismo enfoque” en cualquier otro lugar del mundo.

Las explicaciones no parecen haber satisfecho a los usuarios kenianos que han intensificado sus reacciones ante el comunicado de The New York Times, con más de 3.300 respuestas. La primera de estas reacciones era suficientemente gráfica: “Al cubrir el 11S supongo que olvidaron ese enfoque de la cobertura del terror (y adjunta un artículo sin imágenes sobre el atentado a las Torres Gemelas) o en el ataque de California... en su artículo vimos coches de policía y abrazos. El triunfo humano, amor y la belleza de la respuesta... pero bueno en África se aplican enfoques diferentes”.

When covering 9/11 I guess this alleged approach to covering terror was forgotten - https://t.co/HaSrhd9Gl0

Or the California attack...we saw Police cars and hugs in your story. Human triumph, love and the beauty of response...but hey in Africa different approaches apply!

Sin embargo, no han faltado las voces críticas a la campaña utilizando esa misma etiqueta. Como el mensaje de Robert Alai, un conocido bloguero muy activo en la información del atentado y que, en plena avalancha, consideró la campaña un entretenimiento “estúpido”. Alai lamentaba que muchos periodistas y editores se olvidasen de “su deber de informar” y que algunos periodistas se hubiesen convertido en “guardianes”.

The New York Times no ha sido el único medio internacional criticado por la cobertura del atentado en Nairobi. Los usuarios kenianos de redes sociales también han mostrado su desacuerdo con un mensaje del británico Daily Express, que poco después del asalto se preguntaba: “¿Es seguro viajar a Kenia después de la explosión en el hotel de Nairobi?”. Inmediatamente un popular profesional del turismo respondía: “Es muy seguro visitar Nairobi e incluso vivir aquí”. Y a partir de ahí 1.700 comentarios, destacando la riqueza y los atractivos del país africano y su capital, pero también comparaciones con otras coberturas. “¿Es seguro llevar a los niños a la escuela en Estados Unidos?”, se planteaba el fotógrafo y cámara Trevor Maingi, conocido como The Mentalist. Otros usuarios se preguntaban si se habían lanzado las mismas dudas sobre Francia tras los atentados de París y sobre el Reino Unido, tras los ataques en Londres o en Manchester.

Pero la exigencia de los internautas hacia los medios no se ha limitado a los internacionales. Los periódicos kenianos también han pasado por el microscopio y algunos han sido duramente criticados. Una corriente de usuarios ha lamentado los mensajes dramáticos que consideran que hacen el juego a los terroristas y los han confrontado con aquellos que han destacado la capacidad de la sociedad keniana para resistir y recomponerse.

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Sobre la firma

Carlos Bajo Erro
Licenciado en Periodismo (UN), máster en Culturas y Desarrollo en África (URV) y realizando un doctorando en Comunicación y Relaciones Internacionales (URLl). Se dedica al periodismo, a la investigación social, a la docencia y a la consultoría en comunicación para organizaciones sociales.

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