Los genios de la lámpara
Esta es una historia llena de luz. En concreto, sobre cómo la tecnología led ha permitido a diseñadores como los del estudio Nahtrang crear con total libertad piezas muy versátiles que cosechan grandes premios internacionales
EN UNA ANTIGUA fábrica de Barcelona, donde se elaboraban elementos y piezas de navegación para barcos, tiene hoy su oficina el estudio Nahtrang. Y no, no está en Poblenou, el barrio industrial de la ciudad más popular entre el sector creativo. “Estamos en El Guinardó, en un área residencial muy cerca del hospital de Sant Pau. Hacía años que la fábrica ya no estaba en funcionamiento y los nietos del propietario decidieron convertir el espacio en oficinas”, cuenta Ester Pujol, cofundadora del estudio junto con Dani Vila. Afectados por la gentrificación, han tenido que dejar recientemente el que por mucho tiempo había sido su despacho en el centro, asentándose en esta tranquila zona de la ciudad.
Pujol y Vila se conocieron estudiando Diseño Industrial en la Escuela Massana. Después coincidieron en un curso de posgrado y poco a poco empezaron a colaborar en proyectos, hasta que se dieron cuenta de que encajaban trabajando juntos. “Cuando decidimos ir en serio como estudio y empezamos a pensar en un nombre, lo de ponernos Pujol & Vila como que no nos convencía mucho”, ríe Dani. “Ningún nombre nos terminaba de gustar. Pero al volver de un viaje que hice a Vietnam, nos decidimos por Nahtrang —por la ciudad Nha Trang del país asiático—. A los dos nos gusta viajar, sonaba bien… Y aunque un experto en naming jamás recomendaría hacer algo así, creemos que nos ha funcionado porque a la gente le produce curiosidad”.
Aunque abordan todo tipo de proyectos de diseño industrial, Nahtrang está muy ligado a la iluminación. El hecho de que uno de sus primeros clientes fuera Carpyen —marca de productos de iluminación— resultó decisivo. Ahora continúan trabajando para esta firma y otras como Estiluz o Faro. Desde sus primeros modelos a mediados de la década pasada, el diseño de lámparas ha cambiado mucho y muy rápido. Sobre todo con la aparición del led. “En aquel momento aún no se trabajaba con esta tecnología. Hoy ideamos las lámparas directamente con ella. En raras excepciones una empresa nos indica lo contrario”, apunta Vila.
La irrupción del led ha hecho que la estética de las lámparas haya evolucionado considerablemente en los últimos años. “Ahora es posible diseñar una pieza mucho más fina y delicada porque ya no se necesita el portalámparas, la bombilla… Además, el punto identitario de una lámpara ya no es que ilumine, sino que son más bien estructuras que emiten luz. Un cambio formal del lenguaje muy bestia”, explica Ester Pujol. Ese cambio al que se refiere se aprecia especialmente en el diseño de sus multipremiadas lámparas Volta —ganadora del NYC×DESIGN 2017— y Revolta, con unos puntos de luz muy sutiles y un diseño casi gráfico. “Estiluz nos pidió diseñar una pieza muy grande para poder llenar espacios muy amplios. Nosotros, sin embargo, lo resolvimos con algo muy pequeño que podía iluminar grandes espacios”, cuenta Dani Vila.
Se trata de una tecnología que, aparte de ser nueva, evoluciona muy rápido. “Cada vez que diseñamos una lámpara descubrimos que han surgido componentes nuevos. Lo último son las lámparas portátiles con batería, que se cargan por inducción en una base y te las puedes llevar donde quieras. Hasta permiten regular su intensidad”. Explican que todo esto es posible gracias a componentes tecnológicos que van juntos. “Así que tú, como diseñador, solo tienes que pensar en la forma que quieres que tenga la pieza”, celebra Pujol. Es el caso de su lámpara Circ para Estiluz o de la Take Away para Faro.
Esa libertad en el diseño ha cambiado también la forma de pensar y trabajar de los profesionales. El modo en que se ideaba la iluminación hace 15 años no tiene nada que ver con cómo se proyectan las lámparas ahora. “Al principio se diseñaban piezas que tenían la forma de una lámpara tradicional pero que funcionaban con led. Después se pasó al otro extremo, buscando la mínima expresión. Ahora, en el sector hemos aprendido a diseñar con mayor sensibilidad con esta tecnología, creando piezas decorativas, ambientales y cálidas”.
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