Una casa a todo color
Esta vivienda del Eixample barcelonés ha sido recuperada provocando una explosión cromática y conservando su carpintería y sus molduras. El mobiliario, realizado al 100% por firmas españolas, aporta el singular carácter de muestrario habitable
LA ARQUITECTA Elia Felices es una profesional valiente, e inspirada, ante el uso del color. También una gran defensora de las mezclas. Por eso en este piso, ubicado en el Eixample barcelonés que ideara el urbanista Ildefonso Cerdá, el azul y el burdeos diferencian los ambientes y caldean las estancias. Como si estuvieran envueltas con telas. La distribución de la vivienda es un clásico en la zona: la vida privada está organizada en torno a un pasillo muy largo que une la fachada que da a la calle con otra posterior que da al patio. La pública se concentra junto a esas fachadas. El resultado: ventilación cruzada e intimidad en pocos metros. La intervención de Felices ha consistido en reforzar los valores de la arquitectura actualizándolos. Así, las molduras decorativas de los techos y la cerámica hidráulica estampada del suelo conviven con los nuevos colores. El resto, el amueblamiento realizado al 100% con diseño español, es una extensión del trabajo de su dueño, Juan Mellen, director de la firma RED, que reúne a muchas de las empresas españolas del sector del mueble. Así, las lámparas de la barcelonesa Santa & Cole o de la valenciana LZF conviven con sofás de la murciana Sancal o mesas de la donostiarra Ondarreta. El resultado es una mezcla colorista fuera del tiempo. Una yuxtaposición de estilos y materiales que actualiza la arquitectura y representa al dueño de la casa.
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