A bordo del Trineo de Viento: 50 días en uno de los puntos más fríos del planeta
Cuatro expedicionarios comienzan el 1 de diciembre una aventura que les llevará a la Antártida Inexplorada, donde desplegarán 10 grandes proyectos científicos
Estar en los entresijos de una gran expedición polar es emocionante. Hay que pensar en todo antes de la partida, el próximo 1 de Diciembre, porque cuando estén solos, navegando por el interior de esos 14 millones de kilómetros de hielo que hay en la Antártida, nada fundamental para la vida debe echarse de menos. En el recuento y control de todo lo necesario están desde hace más de dos meses los cuatro componentes de la expedición Antártida Inexplorada 2018-19, que por primera vez viajarán al continente con la responsabilidad de llevar a bordo 10 grandes proyectos científicos y alcanzar un lugar, el domo Fuji, considerado uno de los puntos más fríos de todo el planeta. Y lo más sorprendente: lo harán a bordo del Trineo de Viento, un vehículo eólico construido por el explorador español Ramón Larramendi, que es capaz de mover toneladas de peso con eficiencia y sin contaminar. Basta el soplo de los fuertes vientos polares. Junto a Larramendi, en la tripulación también estarán el biólogo experto en energías renovables Ignacio Oficialdegui, el ingeniero industrial Manuel Olivera y el técnico y guía de montaña Hilo Moreno. Les esperan 2.000 kilómetros de desierto de hielo.
La aventura, que es fundamentalmente científica, pero sin duda también un gran reto para la exploración, fue presentada este 15 de noviembre en el Museo Nacional de Ciencias Naturales con un apabullante éxito de público. A las puertas, el nuevo Trineo de Viento antártico con algunos de los sofisticados dispositivos científicos que irán a bordo en este viaje, que se adivina complejo y con innumerables retos por delante. Desde 2003, tan solo ha habido en el mundo tres expediciones en la zona que recorrerá esta misión, y ninguna cero emisiones y a la vez 100% científica.
Muchos de los científicos implicados en #AntártidaInexplorada2018, dentro y fuera de España, no disimulan su entusiasmo con las opciones que les ofrece esta aventura, posible gracias al patrocinio de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, de la agencia Tierras Polares Viajes y Expediciones, un contrato con la Agencia Espacial Europea (ESA) y un crowdfunding en el que han participado unas 350 personas e instituciones. Sin embargo, sus resultados serán fundamentalmente públicos, porque aumentarán el conocimiento de uno de los lugares más inhóspitos y desconocidos de la Tierra.
Antártida Inexplorada 2018-19 es también la primera expedición científica española de la historia al interior antártico, porque si bien ya hubo en el pasado expedicionarios que recogieron algunos datos para algún proyecto (el propio Larramendi así lo hizo en 2012 con un modelo más sencillo del Trineo de Viento), ahora se trata de otra cosa: es un convoy con capacidad de cargar 2.000 kilos y, por tanto, con grandes posibilidades de que un día el sueño de Larramendi se cumpla: convertirse en una plataforma más para la investigación polar española, como lo son las bases polares o el buque Hespérides. El hecho de que la ESA lo haya contratado para su proyecto GESTA, dedicado al importante programa Galileo, da idea de su relevancia.
Así es el #TrineoDeViento para #AntartidaInexplorada2018 ! Ahora mismo en @MNCNcomunica . @sgeograficaes @FPA2 @FPA2 @tierraspolares pic.twitter.com/TcWCEc8V5O
— Ramón Larramendi (@RamonLarramendi) November 15, 2018
Para embarcarse en la aventura, el explorador y su equipo no solo han tenido que conseguir estos fondos, sino que durante tres años han realizado expediciones al Ártico para incorporar mejoras al ecovehículo que lo han hecho más grande, más seguro en condiciones extremas, más eficaz para la ciencia. En 2014 realizaron una Circunnavegación de Groenlandia de 4.000 kilómetros de navegación; en 2016, ascendieron a la Cumbre de Hielo de Groenlandia con dos toneladas de peso y vientos que no siempre fueron a favor; y en 2017 se llevaron al científico Ross Edwards, de la Universidad de Wisconsin —experimentado investigador polar— para que confirmara sobre el terreno sus posibilidades. En todas las travesías cumplieron plazos, hasta alcanzar los 25.000 kilómetros recorridos desde que se inició el proyecto.
Ahora, a las puertas de otro gran reto para la ciencia y la exploración española, porque nada en la Antártida es fácil, los cuatro expedicionarios aseguran que los preparativos no dejan tiempo para reflexionar sobre los 50 intensos días que pasarán solos en ese desierto de hielo, pero aseguran no temerlos. Se sienten seguros en su Trineo de Viento.
El jueves 15 de noviembre, una gran afluencia de público que quiso acercarse a ver el vehículo y a conocer a sus protagonistas. Fueron tantos que muchos se quedaron fuera de la sala, pero ellos salieron a la calle para atenderlos. Ahora solo queda seguirlos de cerca en los últimos preparativos y, una vez en marcha, estar atentos a sus pasos desde #SomosAntártida.
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