Los ácidos grasos son esenciales para el buen funcionamiento celular. El omega 3, por ejemplo,"tiene un componente llamado DHA que también se encuentra en las capas externas de las células nerviosas", explicó a BuenaVida Fernando Gómez-Pinilla, neurocientífico y catedrático de la Universidad de California. Esto ayuda a "que proteja al cerebro del deterioro cognitivo, además de revertir el daño que causa el estrés oxidativo a nivel cerebral", indica De Cangas.
Distintos estudios señalan la importancia de esté ácido graso, muy abundante en la caballa, para el rendimiento intelectual de las personas mayores y otros revelan que la falta de estas moléculas lipídicas está relacionada con la enfermedad de Alzheimer.
"Desde el punto de vista del desarrollo del cerebro hay diversos nutrientes muy importantes, especialmente ciertos ácidos grasos cobran especial relevancia", explica De Cangas. El motivo, continúa el experto, es que, "aunque el sistema nervioso y el cerebro sean tejidos muy ricos en, tienen un componente lipídico muy importante. De hecho, más de un 60% de su peso seco está constituido por lípidos".
Aunque los pescados grasos —como el salmón, la caballa, las anchoas o las sardinas— son una de las mejores fuentes naturales de este tipo de grasa, no son la única. Algunos frutos secos —como las nueces y las almendras— o las semillas —como las de lino y la chía— son algunas de las alternativas vegetales.