¿Hay más genios y más bobos entre los hombres que entre las mujeres?
Un análisis de las notas de 1,6 millones de estudiantes constata una superioridad media de las chicas y una mayor variabilidad masculina
Los hombres han ganado el 97% de los premios Nobel científicos desde el año 1901. El 99% de los 100 mejores jugadores de ajedrez del mundo también son varones. Y el 99% de los compositores de bandas sonoras de películas. Pero, al mismo tiempo, el 90% de las personas sin hogar en España son hombres. Y el 92% de los reclusos en las prisiones españolas son del sexo masculino. Una controvertida teoría, denominada hipótesis de la mayor variabilidad masculina, postula desde los tiempos de Charles Darwin que los rasgos de los machos presentan una mayor variabilidad que los de las hembras en múltiples especies animales, lo que explicaría, según las interpretaciones más simples, por qué hay más hombres que mujeres tanto en el supuesto éxito como en el presunto fracaso.
En 2005, el entonces presidente de la Universidad de Harvard, Lawrence Summers, desató la polémica al asegurar que estas presuntas diferencias innatas explicarían por qué hay menos mujeres destacando en las carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Un año después, dimitió, tras enfurecer a una parte del claustro de la universidad estadounidense.
Un nuevo estudio ha investigado las notas académicas de 1,6 millones de estudiantes de todo el mundo, en busca de esta presunta mayor variabilidad masculina. El trabajo, encabezado por los biólogos evolutivos Rose O'Dea y Shinichi Nakagawa, ofrece un resultado inesperado. Los hombres, efectivamente, exhiben una mayor variabilidad en el rendimiento en comparación con las mujeres. “Sin embargo, el tamaño de esta diferencia de género es pequeña. Y en Ciencias y en Matemáticas es menor que en otras asignaturas, como Lengua e Historia”, explica O'Dea, investigadora de la Universidad de Nueva Gales del Sur, una de las más importantes de Australia.
La diferencia de género observada en Ciencias y en Matemáticas es menor que en otras asignaturas
El análisis, publicado hoy en la revista Nature Communications, sugiere que dentro del 10% de los mejores alumnos de una clase de ciencias hay el mismo número de chicas que de chicos. “La idea de que las mujeres están infrarrepresentadas en carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas porque hay menos mujeres con capacidad académica suficiente no está, por lo tanto, respaldada por las evidencias”, zanja O'Dea.
El estudio ha incluido las notas de 820.000 mujeres y 827.000 hombres, desde los seis años hasta la edad universitaria. Los resultados confirman otra cosa sabida: que las chicas, en promedio, sacan mejores notas que los chicos. En la investigación de O'Dea y Nakagawa, son un 6,3% más altas. Sin embargo, la variabilidad entre los resultados académicos de los varones es un 11% más elevada que en las mujeres. Este panorama, según subrayan los autores, no ha cambiado apenas en los últimos 80 años.
Los investigadores también citan un estudio previo, de 2010, que encontró una mujer por cada cuatro hombres entre el 1% de los mejores alumnos de las asignaturas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, una cifra más desequilibrada de lo que los nuevos datos sugieren. “Aunque nuestro estudio no excluye una brecha de género entre los excepcionalmente talentosos, sí indica una práctica similitud entre los logros académicos de niñas y niños, lo que probablemente proporciona una medida imperfecta pero válida sobre la capacidad de estudiar carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas”, afirman O'Dea y Nakagawa.
"Los hombres están más educados para sobresalir", opina la física Pilar López Sancho
“Nuestro estudio es observacional, así que no podemos explicar por qué vemos esta mayor variabilidad masculina en el rendimiento académico”, señala la bióloga. No obstante, O'Dea recuerda un estudio sobre el tamaño corporal de los animales que sugiere que la mayor variabilidad siempre aparece en el sexo que tiene los cromosomas sexuales de diferente tipo: los machos en el caso de los mamíferos, las hembras en el caso de las aves y las mariposas. Los autores de la investigación, los biólogos evolutivos Klaus Reinhold y Leif Engqvist, de la Universidad de Bielefeld (Alemania), sugieren que esta variabilidad observada en el tamaño corporal se aplicaría “probablemente” también a otros rasgos.
O'Dea y Nakagawa subrayan los factores culturales: “Las mujeres en actividades dominadas por los hombres —como Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas— se enfrentan a una paradoja: si se ajustan a los estereotipos de género, pueden ser percibidas como menos competentes, pero si desafían estos estereotipos y actúan como un hombre, entonces pueden ser frenadas por una reacción negativa tanto de hombres como de mujeres”.
La física Pilar López Sancho, presidenta de la Comisión de Mujeres y Ciencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, cree que “los hombres están más educados para sobresalir, para destacar”. Sin embargo, las chicas “se enfrentan al estereotipo y al miedo a lo que pueda pasar en un mundo de hombres”. La investigadora también recuerda que, a partir de los seis años, las niñas ya se ven menos brillantes que los chicos, según un estudio publicado en la revista Science.
El portugués Carlos Moedas, comisario europeo de Investigación, Ciencia e Innovación, ha incidido hoy en la misma idea en un discurso en el Parlamento Europeo: “Pedidle a una persona cualquiera que dibuje a un científico. Lo que probablemente veréis es la imagen de un hombre geek con el pelo alborotado. Algo parecido a Einstein”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.