Universos deslumbrantes de 13 artistas marfileños
La muestra colectiva 'Costa de Marfil: identidad y vitalidad del arte contemporáneo' busca espacio expositivo tras triunfar en Roma
Nombres reconocidos, mitos y firmas ascendentes que se hacen un hueco en el panorama artístico global desde una identidad en movimiento y con raíces luminosas. Ése es el menú de la exposición de 13 autores de Costa de Marfil o que han vivivo y creado en el país africano y que busca ahora sala expositiva europea, tras ocupar durante este verano el Mattatoio romano. La exposición, denominada Costa de Marfil: identidad y vitalidad del arte contemporáneo, acoge un centenar de obras en diversos formatos y reflejan un fragmento de la realidad de un territorio donde conviven más de 60 lenguas y una veintena de culturas y que ejerce de laboratorio humano y de uno de los cruces de caminos más ricos e interesantes desde el punto de vista de la creación y el mestizaje a nivel planetario.
La exposición se ofrece en estos días y a través de la actividad de sus protagonistas en redes sociales, a los museos de arte contemporáneo del Viejo Continente para seguir rompiendo clichés y enamorando de la riqueza cultural de Costa de Marfil a los ciudanos europeos, después de que se haya clausurado en Roma el 16 de septiembre.
Los guías en este viaje artístico único son Frédéric Bruly Bouabré (Zéprégüuhé, 1932), Joana Choumali (Abiyán, 1974), Ananias Leki Dago (Abiyán, 1970), Ernest Dükü (Buaké, 1958), Jacobleu (Danané, 1972), Mohammed Keita (Mahapleu, 1993), Jems Koko Bi (Sinfra, 1966), Mathilde Moreau (Grand Bassam, 1958), Kra N’Guessan (Aukro, 1954), Virginia Ryan (Canberra, 1956), Joachim K. Silué (Abiyán, 1972), Jacques Samir Stenka (Bingerville, 1945) y Ouattara Watts (Abiyán, 1957).
Clásicos
El maestro más antiguo de esta selección, un clásico ya fallecido, era Frédéric Bruly Bouabré, creador de un alfabeto universal africano en pintura que emparenta las lenguas del mundo con la suya, la beté, propia del centro de Costa de Marfil. Pintor, dibujante y poeta, Bouabré murió a los 91 años, dejándonos una obra extensa, rica y única, basada en la espiritualidad y que ha recorrido ciudades como Abiyán, Nueva York, París, México, Venecia o Bilbao. Signos, pictogramas e imágenes componen mensajes misteriosos, ligados a la cultura beté y a cuestiones culturales como la escarificación propia de algunos países de África occidental. Bouabré trabajó como funcionario hasta 1948, cuando le alcanzó una visión que le encaminó hacia el arte de manera exclusiva. Ligó su labor como artista a una profecía, a la intención de no olvidar, a una manera de religión y plasmó su vocación documental y creadora en más de 400 obras en lápiz y bolígrafo.
Ouattara Watts es, sin duda, uno de los nombres más conocidos de la muestra. Nacionalizado norteamericano, estudió entre Abiyán y París y se mudó a Nueva York gracias a Basquiat. Pintor y dibujante reconocido y prolífico, apasionado del jazz, une música y arte en pinturas y collages que crea a partir del reciclaje y expone en solitario desde 1986. Su obra ha recorrido el mundo entero y se ha expuesto en los mejores museos del planeta.
Fotografía
La escarificación también es uno de los terrenos de investigación de Joana Choumali, que montó alrededor de esta práctica su proyecto Hââbrè (escarificación en lengua kô). Choumali es fotógrafa y basa su trabajo en la diversidad y la identidad, desde el punto de vista de una mujer y la fascinación por los discursos en constante evolución que se crean en el territorio de África occidental. Choumali presenta proyectos que surgen del cuerpo femenino, de una práctica ancestral en vías de extinción como es la escarificación o de la forma de ver la vida en su país, con una de sus últimas líneas de trabajo, Ça va aller, en la que reúne puntadas de hilo e imágenes tratadas poéticamente y lanza un mensaje de optimismo algo amargo.
El también fotógrafo Ananias Leki Dago, a caballo entre París y Abiyán, se decanta por una perspectiva del mundo en blanco y negro y por parcelar el universo a través de un críptico y sutil retrato de sus partes y sombras. Maestro de largos tiempos y distancias, su creación es deliberada y se fascina con la realidad social que le rodea. Se autodenomina joven dinosaurio, anclado a la práctica de la fotografía clásica, terapéutica e íntima, armado con su Leica. Quizás por ese deseo de encajar pasado y presente, se embarca en proyectos como la recuperación y documentación de la obra de autores que lo precedieron, como Paul Kodjo, y en la metódica investigación de la historia marfileña.
La muestra, comisionada por la embajada marfileña en Italia, es un viaje a través de múltiples lenguajes plásticos por universos deslumbrantes
El artista plástico Jacobleu evoluciona entre pintura y fotografía. Polivalente, inquieto y todoterreno, no se conforma "sólo" con crear, sino que ejerce de galerista, mecenas y promotor cultural. Ha organizado un gran festival internacional de artes multimedia en Abiyán, el RIANA, pero también promueve su cultura, la dan, a través de un festival tradicional que se celebra en el oeste del país. Su último proyecto plástico, Espíritu nómada, refleja el poder y la atemporalidad de la migración a través de caravanas y pateras. En Roma expuso fotografía tratada e historia contemporánea de su país.
Híbridos
Ernest Dükü, también dividido entre Francia y Costa de Marfil, muestra cómo se refina y canaliza el arte gracias a una formación que se extiende desde la escuela de bellas artes abiyanesa hasta París, donde se diploma en diferentes técnicas artísticas, creación mobiliaria y arquitectura. Como Bouabré, el arte llega a él a través del lenguaje y sus símbolos, en este caso akan e inspirado por su madre. De aquí parte un trabajo conceptual que se entronca con el imaginario del Egipto antiguo, el arte paleolítico y otras representaciones en signo de la realidad, que se enraízan en sueños y lecturas. “La pintura se convierte en un medio de acceder al conocimiento, no es un fin en sí mismo”, ha llegado a decir Dükü. El sincretismo religioso y la espiritualidad se ligan inextricablemente a su visión de la realidad.
Jems Koko Bi vive y trabaja en Alemania tras formarse en su país, entrar en contacto allí con Klaus Simon y recibir una beca para estudiar y crear en Düsseldorf. Escultor y adepto al arte performativo, mezcla vanguardia y africanidad para interrogarse sobre el espacio, la historia y su propia existencia. Como Jacobleu, se interesa en las migraciones. Además ha recibido premios en la Bienal de Dakar y la Francofonía y participa en muestras expositivas por todo el mundo.
Mathilde Moreau atesora más de treinta años de carrera artística. Parte de los movimientos Vohou-Vohou y Daro-Daro, su recorrido no puede explicarse sin la experimentación, la apropiación de la pintura por la juventud abiyanesa en los 70 y 80 y la creación de una filosofía estética que se basa en la utilización de materiales y pigmentos locales. Sacerdotisa en el movimiento de renovación y ruptura artísticas marfileño, basa gran parte de su trabajo inicial en la termitera y la conexión con la tierra y la historia africanas. Su trayectoria no puede explicarse sin el trabajo en grupo y la interconexión en su país.
Joachim Silué vive y trabaja en Italia, concretamente en el Museo Arqueológico, Etnológico y de Arte Cívico Medieval de Módena, donde enseña arte visual. Trabaja la escultura en arcilla y otros materiales y la formación artística de los jóvenes. Expone desde 2005. Jacques Samir Stenka se centra en la pintura y el desarrollo de un lenguaje personal, en el que cobran protagonismo figuras estilizadas emparentadas con la creación egipcia. Completan la nómina de esta exposición Kra N’Guessan, nacido en Daoukro en 1954 y radicado en Chevry-Cossigny, en Francia; Mohammed Keita, originario de Mahapleu, donde vio la luz en 1993, y Virginia Ryan, australiana que ha vivido y creado en Grand Bassam y Trevi.
La muestra, promovida por la embajada de Costa de Marfil en Italia y comisariada por Massimo Scaringella, pretendía reflejar la identidad como una realidad viva y dinámica, favoreciendo un viaje personal del espectador a través de múltiples lenguajes plásticos por universos deslumbrantes.
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