Más de 50 cigüeñas en migración mueren electrocutadas en la provincia de Barcelona
La Sociedad Española de Ornitología presentará una denuncia para exigir el aislamiento de las líneas eléctricas
Más de 50 cigüeñas murieron electrocutadas entre la noche del 3 al 4 de agosto en Sant Quirze de Besora, un municipio de poco más de 2.000 habitantes de la provincia de Barcelona, en su ruta migratoria hacia África, según la Sociedad Española de Ornitología. La organización prepara una denuncia para exigir que la compañía eléctrica aísle los tendidos y evite que mueran más aves al posarse sobre los cables. Además, ha solicitado a la Consejería de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña que presente una denuncia de oficio para lograrlo.
"La situación puede empeorar aún más dado que la migración posnupcial —que se realiza a final de verano— acaba de empezar", ha señalado la ONG dedicada a la conservación y el estudio de las aves. Las cigüeñas formaban parte de un grupo de alrededor de 700 ejemplares provenientes en su mayoría del centro y del norte de Europa.
Las aves muertas fueron encontradas por Jordi Pareja, un colaborador del Grupo de Anillamiento de Calldetenes-Osona después de un recorrido exhaustivo por la zona. Otra decena resultaron heridas y fueron trasladadas al centro de recuperación de fauna de Torreferrussa (Barcelona).
"Hemos podido leer 82 anillas colocadas en las aves", ha explicado por teléfono Laia Jiménez, del Grupo de Anillamiento GACO, que sigue las migraciones de las aves en la región. 71 de ellas venían de Alemania, seis de Suiza y cinco de Francia.
“No se trata tan solo de recoger los ejemplares y trasladarlos a centros de recuperación, sino que la administración pública debe actuar como organismo competente y responsable de las especies protegidas", ha denunciado Cristina Sánchez, delegada de SEO/Birdlife en Cataluña. Las cigüeñas están consideradas de "interés especial", según el catálogo nacional de especies amenazadas.
Las cigüeñas llegaron a la zona para hacer una parada en su ruta migratoria hacía África, ha explicado Jiménez. "Suelen llegar hacia las 7 de la tarde y se juntan en campos para comer. En la noche, se suben a lugares altos como tejados o iglesias y se distribuyen a cierta distancia unas de otras", ha señalado. El problema es que esta vez, como eran tantas, muchas se colocaron en los tendidos eléctricos. "Con grupos tan grandes es más fácil que pase. Siempre solemos encontrar alguna ave electrocutada, pero tantas es muy notable", ha agregado.
Legislación
Un Real decreto, aprobado en 2008, protege a las aves contra la colisión y la electrocución en líneas eléctricas de alta tensión. La medida, de aplicación en toda España, obliga a que las líneas eléctricas nuevas y las ya existentes cumplan las normas técnicas para reducir los riesgos de electrocución y colisión en las llamadas "zonas de protección". Según la legislación, la muerte por electrocución supone "el principal problema de conservación para especies como el águila imperial ibérica" u otras especies más comunes como águilas reales, azores, ratoneros, cigüeñas y búhos reales". Según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, al menos 33.000 rapaces mueren cada año por esta causa.
El pasado 22 de marzo, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha emitió una sentencia histórica para los grupos de conservación. Por primera vez, se ratificó una sanción a una empresa eléctrica por la electrocución de una especie en peligro de extinción, el águila imperial ibérica.
Según la plataforma SOS Tendidos Eléctricos, creada para alertar a la opinión pública sobre el impacto de los tendidos eléctricos en las aves, son la principal causa de muerte no natural a la que se enfrentan las especies más amenazadas. La plataforma ha desarrollado un mapa para localizar las electrocuciones de aves, gracias a una amplia red de voluntarios. En el plano, están señalados tanto los postes peligrosos detectados, como los que después de haber sido denunciados, han sido aislados con medidas anti-electrocución para aves.
Según los datos recogidos por la plataforma, un total de 80 aves ya habían muerto electrocutadas — entre ellas 16 cigüeñas blancas— antes del episodio de este fin de semana. El año 2017, registraron 477 aves electrocutadas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.