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Orientales, los nuevos maestros del flamenco

El chino Can Wang estudiará el grado de especialidad de Guitarra Flamenca en el conservatorio de Córdoba. En la foto, Wang en Triana (Sevilla).
El chino Can Wang estudiará el grado de especialidad de Guitarra Flamenca en el conservatorio de Córdoba. En la foto, Wang en Triana (Sevilla).artemio galavera

La profesionalidad y el arte de los guitarristas de China y Japón anuncia un cambio de tendencia en el género

EL Conservatorio Superior de Música Rafael Orozco de Córdoba acaba de publicar la relación de alumnos admitidos en el grado superior de la especialidad de Guitarra Flamenca para el curso 2018-2019 y los resultados anuncian una tendencia inédita en la historia del flamenco, pues el número uno de las pruebas de admisión no ha nacido ni en Jerez ni en Triana ni en Utrera sino en Pekín. Su nombre es Can Wang, un ingeniero medioambiental que obtuvo la calificación más alta en las pruebas de acompañamiento al cante y acompañamiento al baile convocadas por el único conservatorio andaluz que imparte el grado superior de Guitarra Flamenca en Andalucía.

Can (pronúnciese «Zan») Wang se presenta a sí mismo en los perfiles de sus redes sociales como Gitano de Pekín y sólo tiene palabras de elogio para su maestro —el guitarrista sevillano Eduardo Rebollar—, quien lo preparó de forma personal para las pruebas de admisión. ¿Qué significa que un tocaor chino sea el número uno en los exámenes de selectividad del grado superior de Córdoba? Significa que ya no estamos ante exóticos aficionados que aliñan los reportajes flamencos, sino ante profesionales rigurosos y exigentes que disputan e incluso ganan las exiguas plazas de una especialidad que apenas existe en la enseñanza superior andaluza. De hecho, la segunda nota más alta de la prueba de admisión la obtuvo otro guitarrista oriental: el tocaor japonés Hiroyoshi Suzuki, egresado de la escuela de la Fundación Cristina Heeren de Sevilla.

A la selectividad del grado superior de Guitarra Flamenca de Córdoba se presentaron 38 postulantes, de los cuales sólo 15 resultaron admitidos y los dos primeros puestos fueron para un chino y un japonés, quienes superaron a los demás aspirantes andaluces. Si la tendencia se confirma en las próximas convocatorias, podría darse el caso de que también en el arte flamenco los asiáticos se conviertan en los alumnos más talentosos, tal como sucede en las mejores universidades y conservatorios del planeta, que incluso se han visto obligados a crear filtros para que los competitivos asiáticos no acaparen todas las matrículas. De ahí que la plataforma Students For Fair Admissions (SFFA), creada por estudiantes asiático-estadounidenses, acuse a la universidad de Harvard de discriminar a los postulantes orientales para beneficiar a hispanos y afroamericanos a través de criterios de evaluación poco rigurosos como «simpatía», «coraje», «amabilidad» e «integración», porque los jóvenes asiáticos destacan mucho en los estudios mas no tanto en las actividades sociales y recreativas.

El guitarrista Eduardo Rebollar lo tiene claro: "Ese chiquillo Can va a triunfar en Córdoba porque canta, toca, baila y además cocina de escándalo. ¡Tiene todo el ángel de la China!". En cualquier caso, Can Wang no sólo es el número uno de los admitidos en el grado superior de Guitarra Flamenca de Córdoba, sino el primero de un linaje de mandarines flamencos que dentro y fuera de Andalucía competirá por matrículas, escenarios, giras, festivales y plazas de enseñanza, tal como otros profesionales chinos lo han conseguido de forma incontestable en sus respectivas especialidades.

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