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39 académicos y 7 académicas velarán por la Constitución

División en la RAE tras la petición del Gobierno de revisar la Ley Fundamental para hacerla inclusiva

Reunión del pleno de la RAE, en una imagen de archivo.
Reunión del pleno de la RAE, en una imagen de archivo.Chema Moya (EFE)

El Gobierno quiere que la Real Academia Española (RAE) fije y dé esplendor a la igualdad de género en el texto de la Constitución. La institución está dispuesta a aceptar el encargo del Ejecutivo de Pedro Sánchez de elaborar un informe que aborde el cambio del lenguaje para que sea “inclusivo” hacia las mujeres. La petición, que no había llegado a la institución de manera oficial al cierre de este reportaje, ha dividido a los académicos, 39 hombres y 7 mujeres, que no tienen claro que redactar ese estudio sea competencia de la RAE.

“Ese será un tema de discusión cuando nos reunamos porque, desde que soy miembro, no recuerdo que se haya pedido nada así”, asegura la académica Soledad Puértolas, que el pasado junio propuso que machirulo entrara en el diccionario. Sin embargo, su colega Salvador Gutiérrez Ordóñez sostiene que "la Academia está capacitada para emitir el estudio". La RAE, que vela por el buen uso del idioma y su adaptación a las necesidades de los hablantes, pretende dar una respuesta en octubre “conforme a la doctrina lingüística”, que no será vinculante, según declaró a Europa Press el presidente de la institución, Darío Villanueva.

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El Gobierno ha asegurado que, en cualquier caso, abordará el cambio en la Constitución “con o sin el asesoramiento de la RAE”, según advirtió la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. Eso ha creado incertidumbre sobre el papel de la RAE. “A lo mejor no colaboramos en el proyecto, no está claro”, sostiene Puértolas. El propio Villanueva ha reconocido a Efe que ve poco probable que se llegue a acometer la reforma, ya que “no existe el clima político para abordarla”.

La propuesta gubernamental ha reabierto la cuestión de género en el español en el seno de la vetusta institución. Puértolas se muestra favorable a incluir menciones generales que atañan a hombres y mujeres, aunque considera que “no hay que caer en la reiteración constante de palabras en masculino y femenino; no es algo que haya que especificar continuamente”, mantiene. Sin embargo, otros académicos, como el escritor Arturo Pérez-Reverte, han rechazado la idea. “Tiene usted mi palabra”, respondió el creador de Alatriste en Twitter a un usuario que aventuraba la renuncia del escritor a su sillón (T mayúscula) si finalmente se acaba revisando la Constitución con asesoramiento de la RAE.

Lastra: "Lo que no se nombra no existe"

“Lo que pedimos es que la Constitución sea inclusiva y hable de hombres y mujeres”, asegura la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, quien cree que reescribir la Ley Fundamental “no puede ofender a nadie”. Para Lastra, “lo que no se nombra no existe”, por eso su partido intenta que las instituciones recojan esta reivindicación. Sin embargo, la oposición recrimina la utilización propagandística que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hace de la RAE. “El lenguaje desdoblado no te hace tener un discurso más feminista”, recoge el argumentario que ha facilitado Ciudadanos sobre el asunto.

Pero el movimiento feminista tiene claro que la igualdad no ha llegado a la lengua. “El idioma lo construye el poder, que históricamente han ostentado los hombres; por lo tanto, el español es machista”, asegura Isabel Cadenas, de la Comisión 8-M. La lucha por lograr un lenguaje inclusivo es una prioridad para el colectivo que paró España el 8 de marzo pasado. “El lenguaje determina cómo las mujeres, desde niñas, aprenden la manera en la que el mundo está construido, en el que los hombres son más importantes. Y eso hay que cambiarlo”, apunta Cadenas. La sociolingüista feminista Mercedes Bengoechea asegura que "la Constitución refleja una sociedad donde las mujeres estaban ocultas y donde los hombres se permitían hablar por ellas".

Los expertos coinciden en que es el uso que los hablantes hacen del idioma lo que determina su desarrollo. “El lenguaje es un reflejo de la sociedad”, afirma Puértolas. El sociolingüista y catedrático de la Universidad de Murcia Juan Camilo Conde-Silvestre también lo tiene claro: “El uso será el que determine la realidad”. Este ve razonables las demandas de las feministas y considera positivo que se revise el texto de la Constitución. “La RAE tiene un criterio gramatical consolidado: la forma masculina es la forma no marcada, que incluye los dos géneros”, mantiene.

Sin embargo, el catedrático de Murcia añade que fijar la diferencia entre el masculino y el femenino en una misma palabra es positivo para visibilizar los dos géneros y hacer más inclusivo el lenguaje, “siempre que no se lleve a extremos”. Gutiérrez Ordóñez, que desconoce si el Gobierno ha cursado oficialmente la petición, no considera necesaria ni conveniente la reforma: "El uso de dobletes viola el principio de economía del lenguaje".

Si el Gobierno decide seguir adelante con la propuesta y llevarla a cabo, un cambio en la redacción del texto implicaría que fuera aprobado por una mayoría de dos tercios en las dos Cámaras, la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones, según el catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras, vinculado a Ciudadanos. “La petición a la Academia es innecesaria porque el lenguaje que se utiliza en la Constitución ya es gramaticalmente inclusivo”, sostiene de Carreras, que añade que habrá que esperar al informe, "ya que puede hacer nuevas e interesantes aportaciones". Los 39 académicos y las 7 académicas tendrán que decidir si fijan y dan esplendor a la igualdad de género en la Constitución.

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