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Lottie Moss, la hermana de la modelo Kate Moss reivindica el trono de la generación ‘centennial’

Lottie Moss acaba de debutar en el mundo del diseño con una colección para la firma PacSun.
Lottie Moss acaba de debutar en el mundo del diseño con una colección para la firma PacSun. carmen secanella

Con solo 20 años, ha conseguido hacerse un nombre al margen de su apellido: desfila, diseña, defiende las curvas y reniega de la vida contada en directo a través de las redes sociales. “Solo son una herramienta de trabajo”.

LA CHICA QUE se va a comer el mundo”. En el universo de la prensa amarilla británica no hay titular exagerado. Sobre todo cuando tiene nueva estrella a la vista. Por eso, en 2011, cuando Lottie Moss compareció como dama de honor preadolescente en la boda de su celebérrima hermana —la modelo Kate Moss—, las rotativas de los tabloides echaron chispas. Allí estaba: más rock’n’roll para seguir alimentando una de las grandes leyendas de la moda inglesa. Siete años después, a la chica que se iba a comer el mundo no cabe más que decirle aquello de buen provecho.

“Supongo que vieron algo en mí que les gustó”, recuerda hoy la interesada a propósito de su meteórico ascenso al olimpo de la celebridad vía pasarelas y sesiones fotográficas. Al igual que la ubicua Kate, Lottie Moss también es modelo, claro. Como si su peripecia vital estuviera predestinada desde la cuna. “No es que no quisiera dedicarme a esto, simplemente ocurrió. Puede decirse que la carrera me escogió a mí, y no al contrario. Me contactó Storm, la agencia de mi hermana. Yo tenía 13 años y todavía estaba en el colegio. Vi una oportunidad de viajar, de conocer el mundo y a gente interesante. Y de ganar dinero, por supuesto”, concede entre risas. Oyéndola hablar (a la velocidad del rayo, cómoda en albornoz, picoteando entre horas sin remordimientos), cualquiera diría que acaba de dejar atrás la adolescencia: “Ser modelo es una escuela de vida. Te proporciona herramientas para poder desenvolverte en sociedad, te enseña a ser independiente, a manejar tus finanzas, a lidiar con la exposición mediática. Creo que, sobre todo, te ayuda a crecer. Yo he madurado muy rápido. Ya sé que solo tengo 20 años, pero siento como si tuviera el doble”.

“Por complexión no soy la típica modelo, pero estoy feliz con mi imagen y querría que todas las chicas lo estuviesen también”

Resulta que esta Moss es más. Quizá porque pertenece a una generación (la denominada Z, la de los posmillennials) para la que no existen barreras. Su trayectoria como modelo apenas alcanza cuatro años —la agencia esperó a que cumpliera los 16 para poder ponerle legalmente un contrato delante—, pero ya quiere diversificar intereses.

La modelo y diseñadora Lottie Moss, en Ibiza, donde participó  en la última edición de la pasarela de la MBFW en la isla balear.
La modelo y diseñadora Lottie Moss, en Ibiza, donde participó en la última edición de la pasarela de la MBFW en la isla balear.carmen secanella

Por eso se acaba de apuntar otro tanto, esta vez como diseñadora. Lo que a su hermana le costó décadas, a ella se lo han servido en bandeja a la velocidad que requiere estos días el negocio de la moda. Lottie Moss × PacSun es el nombre de su firma, una colección cápsula. “He podido conocer por dentro esta industria gracias a mi trabajo. Solo trato de diseñar prendas afines a mí, pero he intentado incorporar elementos que puedan ser atractivos para todo el mundo”.

Orientada a un público que disfruta la playa, los festivales de música y esa subcultura juvenil de atractivo californiano, PacSun, la veterana compañía estadounidense que la respalda —con un volumen de ventas cercano a los 750 millones de euros anuales—, sabía perfectamente lo que hacía cuando le propuso la colaboración hace un año: “Les presenté algunas ideas, ellos aportaron su visión y así fue como empezamos. Tan sencillo como eso”.

Fan declarada de las Hadid (Gigi y Bella), las Jenner (Kendall y Kylie) y esas modelos bronceadas al sol de Instagram que rigen hoy los designios de la imagen de moda desde Los Ángeles, esta pálida y orgullosa londinense (donde nació el 9 de enero de 1998) pretende, sin embargo, lanzar un mensaje positivo en términos de identidad que, de nuevo, sorprende en alguien de su edad. Baste decir que Brigitte Bardot es el icono de referencia de su propuesta para esta primavera-verano. “Creo que es importante afrontar ciertas cuestiones en una industria que afecta de manera directa a la imagen, ya se trate de género, raza o talla. Hubo un momento en que mujeres como Marilyn Monroe y Brigitte Bardot demostraron que tener curvas era algo más que ser sexy. Hoy existe demasiada presión y se empuja a las mujeres a tener un determinado aspecto, lo que puede ser muy peligroso. El mensaje que quiero lanzar con mis diseños es que da igual como seas, delgada o voluptuosa, alta o delgada; lo importante es sentirte bien contigo misma. Todas somos hermosas”, proclama, al tiempo que reflexiona sobre la percepción que tiene de sí misa: “Yo ni siquiera soy la típica modelo, ni por altura ni por complexión. Pero estoy contenta con mi imagen y me gustaría que las demás chicas también se sintieran así”.

La británica considera las redes sociales una herramienta de trabajo.
La británica considera las redes sociales una herramienta de trabajo.carmen secanella

Por supuesto, resulta imposible no pensar en Kate cuando se habla de (o con) Charlotte Lottie Moss. Y compararlas. Aunque las separe un abismo, no solo generacional: la diferencia de edad entre ellas es de 24 años. En realidad, Kate y Lottie son hermanastras por parte de padre.

“Instagram es mi peor pesadilla. Quiero vivir el momento, no tener que mirar una foto para recordar que estuve aquí o allá”

La una ya era una reconocida supermodelo cuando la otra apenas daba sus primeros pasos por Lindfield, el pueblo al sur de Londres donde se estableció su madre, la noruega Inger Solnordal, para que pudiera disfrutar de una infancia normal. Así que se crio como hija única, aunque tiene otro medio hermano, Nick, que también ha probado suerte como modelo.

Se entiende que la relación entre ambas nunca haya sido muy cercana. Y se comprende que las preguntas al respecto no sean lo que se dice bien recibidas: la sombra de la que aún pasa por ser la maniquí más famosa de las últimas tres décadas resulta demasiado alargada.

Lottie Moss (en el centro), en el backstage de la pasarela de la MBFW Ibiza, donde mostró los diseños de las colecciones crucero de Alvarno, Andrés Sardá, The 2nd Skin, Jorge Vázquez y Custo Barcelona.
Lottie Moss (en el centro), en el backstage de la pasarela de la MBFW Ibiza, donde mostró los diseños de las colecciones crucero de Alvarno, Andrés Sardá, The 2nd Skin, Jorge Vázquez y Custo Barcelona.carmen secanella

Un hito publicitario seminal, debutar en sendas campañas de Calvin Klein Jeans (Kate en 1996, Lottie en 2014), las une. Todo lo demás ha sido un intento tras otro por separarlas: “Es algo a lo que terminas acostumbrándote. La fama puede resultar un concepto algo raro para quienes no tienen nada que ver con esta profesión o el mundillo del espectáculo. Pero de alguna manera yo nací rodeada de ella, mi hermana ha estado en el ojo público desde antes incluso de que yo viniera al mundo”, tercia. “Por otro lado, hoy cualquiera dispone de un escaparate en el que exhibirse y ser célebre. Más aún, basta con que alguien te haga una foto, la suba a Facebook o Instagram, te etiqueten…”.

Lottie Moss comparece como invitada especial de la Mercedes-Benz Fashion Weekend Ibiza, la plataforma que, desde hace un año, muestra las colecciones crucero de los diseñadores españoles en la isla balear. En esta edición, celebrada de nuevo al amparo del hotel Ushuaïa en la popular playa d’en Bossa, Alvarno, Custo Barcelona, Andrés Sardá, The 2nd Skin Co., Jorge Vázquez y la estadounidense Melissa Odabash hicieron frente común para demostrar las bondades económicas de unas prendas de mayor recorrido en las tiendas. Vestida con diseños de las distintas firmas, cada foto de ella en las redes sociales es oro para la iniciativa promovida desde Ifema, Mercedes Benz y Ushuaïa Ibiza Beach Hotel. La joven británica lo sabe perfectamente. De hecho, lo considera parte de su misión. “Para mucha gente es como un trabajo, casi una carrera. De hecho, parte del mío se basa en ellas. Miro mucho Internet, en especial Instagram, para ver qué es lo que gusta”, dice. Sin embargo, su relación digital termina ahí: “Personalmente, soy pésima en estas cuestiones. Plantarte el maquillaje según te levantas de la cama para hacerte una foto, mostrar que estás en un sitio estupendo, en un restaurante guay… No va conmigo. Es mi peor pesadilla, no me parece nada divertido. ¿Tirarte 25 minutos haciéndote fotos? ¡Venga ya! Yo quiero vivir el momento, no tener que mirar una fotografía para recordar que estuve aquí o allí”. Otra píldora de insospechada madurez de la pequeña Moss.

“Solía salir con un tío que tenía 27 años [el DJ y productor musical británico Alex Mytton, su pareja hasta el año pasado] y yo era de lejos mucho más sensata que él. La mayoría de mis amigos son mayores”, concluye la modelo, para la que a partir de ahora “todo es posible. Me encanta mi trabajo, pero supongo que llegará un momento en que me centraré más en el diseño. Me gusta pensar que soy una emprendedora. No está mal para alguien que tiene 20 años, ¿no?”. 

carmen secanella

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