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Tentaciones
EL VIAJERO GAY

Un rincón en el desierto

Palm Springs, en California, tiene una inmensa comunidad gay y un turismo de calma y naturaleza del que disfrutar

Un atardecer del Coachella en 2014.
Un atardecer del Coachella en 2014.Alan Paone (Wiki Commons)

Hoy nos vamos a pasear a unas arenas peculiares, hasta The Dessert, que es como los locales llaman a Palm Springs, en California. Durante algunos días al año, más de una cuenta de Instagram se llena de fotos con luces, láseres, conciertos y fiestas en piscinas con gente cool en bañador. Hace apenas una semana se celebró la White Star Party, una especie de Circuit donde actuó Kylie Minogue y Eliad Cohen dio una de sus famosas fiestas. Y por supuesto, a media hora en coche, está cada primavera el Coachella.

Pero que no haya engaños, Palm Springs es un pueblo tranquilo donde el resto del año no pasa casi nada; es un conjunto de urbanizaciones que dormitan alrededor de campos de golf y donde se concentra un importante núcleo de población gay que ha ido aumentando con los años.  

La leyenda de este resort exclusivo nació hace unas cuantas décadas. Los vips de Hollywood que iban envejeciendo buscaban una alternativa al clima húmedo, pegajoso y plagado de paparazzis de Los Ángeles. Alguien tuvo la genial idea de secar un lodazal infesto de mosquitos que había a a no mucha distancia hacia el interior, donde comienza el desierto que luego se extiende en otros estados, y construir chalets y villas de lujo colgando de los riscos en medio de un paisaje desolado y rocoso.

Algunas fotos que el autor hizo en su último viaje a Palm Springs.
Algunas fotos que el autor hizo en su último viaje a Palm Springs.

Resulta exótico. Y seco. Mucho. Las temperaturas entre mayo y septiembre pueden alcanzar fácilmente los 50 grados durante el día, aunque caen radicalmente durante la noche, hasta los 15 o 20. Por eso, los meses idóneos para visitarlo son entre octubre y mayo (enero y febrero es temporada alta); las temperaturas durante el día son agradables y por la noche, aunque pueden llegar a los 10, no hay de qué preocuparse, todas las casas y hoteles tienen piscinas climatizadas, muchas de ellas con jacuzzis para disfrutar de las noches estrelladas entre burbujas y bebiendo tu vino californiano preferido.

Consejos

En coche. No puedes llevar ningún tipo de alcohol a no ser que esté precintado.

Sexo. Que no te sorprenda el bareback (sexo sin preservativo), una práctica muy extendida en Estados Unidos, donde también es común tomar el PrEP (la profilaxis preexposición). Cuidado, porque el PrEP no protege contra las enfermedades de transmisión sexual. Usa siempre preservativo y, para aumentar la seguridad, ve con un seguro médico de viaje (recuerda que la sanidad en Estados Unidos tiene unos precios estratosféricos).

Seguridad. Aunque Palm Springs es, en teoría, un reducto de seguridad, su Constitución les da derecho a llevar un arma de fuego, y nunca sabes quién puede llevar una. Evita las zonas oscuras o desérticas por la noche.

Calle. Si pateas bien las calles encontrarás mendigos, adictos y personas con problemas mentales que vagan de esquina en esquina. Es muy descorazonador el contraste entre tanto lujo y miseria, pero en Estados Unidos no gozan de un sistema social como el europeo y el gobierno los deja desamparados.

A mí me gustan los desiertos, siento mayor conexión con la tierra, disfruto del calor seco que no te hace sudar. Frank Sinatra se retiro ahí y le siguieron otros miembros del famoso Rat Pack de la época; Bob Hope se construyo una mansión rodeada de palmeras coronando una de las cúspides en Palm Dessert. Y como a los americanos parece que les encanta llevar la contraria a la naturaleza y demostrar su poder, han llenado el desierto de campos de golf con sofisticados sistemas de irrigación para aprovechar la poca agua existente.

Obama, que es un gran aficionado al golf, frecuenta Palm Springs, y se rumorea que va a comprar una casa para retirarse, siguiendo el ejemplo de otros expresidentes americanos con segunda residencia ahí, un pueblo de unos 40.000 habitantes donde aproximadamente la mitad son gays; pero nada que ver con la locura de Berlín o las fiestas de Miami, este es un pueblecito apacible y muy exclusivo de viejas glorias retiradas.

Retiradas y muy sanas, porque eso sí, se cuidan y mucho. En el gimnasio sorprende (y la verdad, a veces acompleja) ver que un señor que roza los setenta tiene mejores abdominales que tú; pero no todos los habitantes de esa población desértica tienen más de sesenta e impacta menos cuando quien está tan definido como una escultura es un actor porno retirado que se ha reinventado en entrenador personal. Te resultará gracioso ver sus anuncios con fotos sugerentes sin camiseta en los tablones del World Gym, un gimnasio muy frecuentado por gays, y luego descubrir que el único chico por debajo de los 50 años corriendo en la cinta de al lado era el protagonista de vídeos muy sensuales publicitando Andrew Christian [una conocida marca de ropa interior y de baño en California], quien también frecuenta Palm Springs.

A este paréntesis vacacional para personalidades de Hollywood y Los Ángeles se llega más o menos en hora y media (sin trafico) y tres horas (si es hora punta), por eso el trasvase de población, tanto en fin de semana como de lunes a viernes, (dependiendo del trabajo) es alto.Y allí, como en una especie de lugar de película, se alquilan casas con piscina donde celebrar fiestas con los vecinos. Y coches, muchos coches, Rolls Royce de los cincuenta, Mercedes descapotables de los setenta, algún Alfa Romeo de los sesenta, algún Bugatti de los años veinte y por supuesto, muchos últimos modelos de lujo. Para moverte siempre puedes usar un Uber, presente en infinidad de ciudades en Estados Unidos, pero si quieres formar parte del paisaje, ¿por qué no alquilar uno? Y a rodar bajo el cielo rosado cuando se pone el sol.

Bajo las palmeras

Teleférico

Museos

Ocio

De compras

Lugares cercanos

Escapada a San Diego

Puedes subir a la cima del Monte San Jacinto en el teleférico (tramway), no apto para visitantes con vértigo, es realmente escarpado pero ofrece una vistas preciosas de la naturaleza de la sierra.

Además de la arquitectura de mediados del siglo XX, Palm Springs cuenta con algunos museos como el de Arte o el del Aire. Sinceramente, no vas a encontrar el Thyssen, el Prado o el Reina Sofía, pero están bien para pasear y conocer otros aspectos del lugar.

The Purple Room por su ambiente, Spencer por la comida y sus jardines junto a las pistas de tenis, y Jake´s por su filete.

Un baño en la piscina de Arrive junto a un cocktail es una forma genial de pasar la tarde y la entrada es gratis.

La mayoría de los bares gays están Arenas Road. Y luego está Hunters, perfecto para un tea dance a las 7 de la tarde. La marcha no dura mucho en EE UU, se retiran pronto, pero se comienza pronto también.

Los outlets son una buena opción. El más grande es Cabazon. Resulta curioso que las tres primeras tiendas que encuentras al entrar son de equipaje. Muchos asiáticos bajan de los autobuses, compran maletas enormes y las van llenando con sus compras durante todo el día. Ahí encontrarás todas las grandes marcas, con descuentos de hasta 70%. Perfecto para un cazador de gangas, sobre todo marcas americanas como Ralph Lauren, Calvin Klein o Donna Karan.

Rancho Mirage, Palm Dessert e Indian Canyons son poblaciones cercanas donde pasear en coche y disfrutar de la arquitectura y los paisajes.

Si ya te has relajado lo suficiente en el desierto, siempre puedes planificar un viaje a San Diego, mucho más grande que Palm Springs. En menos de tres horas de coche podrás disfrutar de la playa, ver leones marinos y disfrutar de un típico y cálido día californiano.

El campo de golf de uno de los resorts de Palm Springs.
El campo de golf de uno de los resorts de Palm Springs.Desert Willow Golf Resort

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