Lista de la compra: pechuga de pollo y salmón frescos, cebolla, atún claro, pan integral, yogur natural, nueces, café en cápsulas, quinoa, lentejas, huevos, bolsa de espinacas, batatas, zanahorias, aguacate, puerros, fresones, naranjas, peras, plátanos, kiwis y tomates.
"¿Una cena al uso? Ensalada de tomate con cebolla y atún, y tortilla de tres huevos con espinacas y zanahoria rallada. De postre, un yogur natural sin azúcar", arranca Luis Maicas, gestor de proyectos en Escuela de Sanidad y Salud MasterD, que ha confeccionado su lista para un fin de semana de asueto, bici y pachanga de fútbol. Sin nada de sal. "No soy hipertenso, pero me he acostumbrado a comer sin ella". La fibra del pan integral es buena para combatir el estreñimiento, aunque él, al ser deportista, no lo padece ("el ejercicio facilita la motilidad intestinal").
¿Sus exigencias más específicas? "Aumentar la carga proteica si voy a hacer musculación o la de hidratos de carbono y líquidos si voy a hacer resistencia", contesta. Así, si la ruta en bici del sábado va a alcanzar dimensiones titánicas (60 km), Maicas añade a la cena del día anterior una porción de quinoa (o dos de arroz, indistintamente).
Y antes de salir, un desayuno potente: "Café solo, zumo de naranja natural de dos piezas, dos tostadas con aguacate y 4 o 6 nueces".
No puede vivir sin fruta y lo cocina casi todo a la plancha ("hago la pechuga de pollo con una cucharadita de aceite de oliva, no más"). Según cuenta, descuidar su alimentación derivaría en problemas musculares durante el entreno, calambres, contracturas, lesiones, etcétera. "Me podría volver loco con batidos de espinacas con semillas de chía. Ese tipo de alimentación queda bonita en Instagram, pero es innecesaria para un aporte equilibrado de nutrientes. Hay métodos más sencillos".
¿Su receta estrella de domingo? "Unas lentejas (de bote: tengo poco tiempo) con puerros y zanahoria. Y de segundo, salmón a la plancha con puré de batata". ¿El dulce? "Ni olerlo, no me gusta".
Todo esto lo acompaña con 2,5 litros de agua al día. Es la recomendación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria para hombres, que, sin embargo, no solo se refiere a este líquido, sino a toda clase de bebidas y comidas (como frutas y verduras). "De las 35 ingestas semanales [hace 5 por jornada] me permito barra libre en dos. Hamburguesa con patatas fritas, helado… ¡Lo que surja!".
Y otra pequeña confesión: "Solo salgo en bici con colegas si luego nos quedamos de cañas". ¿Cuántas? "Tú pon ‘una o dos", responde entre risas. Aunque diversos estudios han probado que no es una bebida hidratante, la excusa del placer sí que la cumple con nota.