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De qué hablamos cuando hablamos de agua

Un estudio analiza más de un millón de tuits y noticias para conocer la conversación sobre el principal recurso para la vida

Un hombre camina a través de una calle inundada, en Puerto Príncipe (Haití), tras el paso del huracán Matthew.
Un hombre camina a través de una calle inundada, en Puerto Príncipe (Haití), tras el paso del huracán Matthew.CARLOS GARCIA RAWLINS (REUTERS)
Pablo Linde

El agua es tan esencial para la vida que pasa desapercibida. La gente habla de ella cuando escasea. Los cortes, las sequías o las catástrofes naturales son, junto a los días o los eventos internacionales dedicados a este recurso, el gatillo que dispara la conversación en las redes sociales, las noticias y las búsquedas de Internet. Es la principal conclusión de un estudio que ha presentado el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el Foro Mundial del Agua, que se celebra esta semana en Brasilia.

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Mediante herramientas semánticas han monitorizado durante un año Twitter, decenas de medios de comunicación y las búsquedas en Google relativas al agua en español, inglés y portugués en 25 países de Latinoamérica: más de un millón de entradas en blogs, noticias y tuits que muestran las inquietudes de los habitantes de la región en torno a este líquido esencial. Al menos, de los que tienen Internet. Probablemente a quienes más le falta tampoco dispongan de estos medios para quejarse.

“Una de las principales conclusiones es que la gente es reactiva, hace retuits [compartir el contenido de otros], pero no suelen iniciar la conversación”, explica Claudia Calderón, una de las autoras del estudio. Son las instituciones y las organizaciones internacionales las que llevan la voz cantante y los ciudadanos, por lo general, se limitan a retuitear, sobre todo en días como el del agua (que se celebra hoy, 22 de marzo), el de mayor contenido registrado. De todo lo analizando en la red social, solo un 35,2% fueron tuits originales, mientras que un 61,9% eran retuits y un 2,9% respuestas.

Los otros dos eventos que generaron la mayoría de la conversación en torno al agua fueron los cortes en Santiago de Chile y las catástrofes naturales en México (los terremoto) y el Caribe (huracanes), que dejaron sin suministro a miles de personas. En este tipo de fenómenos el agua se convierte en un foco de conversación inmediato: se habla de la necesidad de proveer de agua potable a los afectados y de la falta de servicio en lugares concretos.

Pero más allá de estos sucesos, los cortes de suministro más cotidianos son también motivos de conversación y discusión. Los medios producen noticias de ello y, sobre todo, las redes sociales se convierten en un lugar para publicar quejas de la población sobre el servicio y en un lugar donde las agencias gubernamentales pueden anunciar los progresos en su restauración. Conforme esta va progresando, la conversación va decayendo.

El estudio ha detectado también una brecha de género en las conversaciones sobre agua: el 59% de los tuits fueron de hombres y el 41% de mujeres, algo que suele ocurrir con todos los debates en torno a desarrollo, excepto cuando se habla precisamente de derechos de la mujer o diversidad, donde ellas lideran la discusión en las redes. Pero también hay diferencias entre lo que hablan unos y otras: “Las mujeres tienden a tratar temas relativos a la salud y acceso, como el lavado de manos y la higiene (particularmente tras el huracán Matthew en Haití) y acceso a agua limpia, mientras los hombres se centran en problemas de infraestructuras”. Esta es una diferencia más marcada en inglés que en español y se puede deber, según las autoras del informe, en la mayor presencia masculina trabajando en el sector del agua.

Existe una brecha de género en las conversaciones sobre agua: el 59% de los tuits fueron de hombres y el 41% de mujeres

Una tendencia que han detectado las investigadoras del BID es la cada vez más creciente conversación en torno a los residuos sólidos. Los proyectos sobre su tratamiento han recibido mucha atención en los medios, sobre todo en Costa Rica, Colombia, Ecuador, República Dominicana, Jamaica, Guatemala y México. “Es un tema cuyo volumen ha crecido en los últimos años y está frecuentemente vinculado a preocupaciones medioambientales y la promoción y protección del medioambiente a través de la mejora del tratamiento de las aguas residuales”, afirma el estudio.

Sin embargo, asuntos como el abastecimiento, la innovación en los servicios, la innovación o cómo compartir los recursos (precisamente el lema de este 8º Foro Mundial del Agua) tienen un tratamiento muy limitado.

En opinión de Anamaría Núñez, otra de las autoras del estudio, el gran reto que implica la agenda de desarrollo 2030 en lo relativo a agua y saneamiento implica que es necesario imaginar soluciones sostenibles e inclusivas. “Debemos considerar los aportes y necesidades de cada actor. Las plataformas digitales representan una oportunidad de poder crear consciencia y tener un diálogo activo, particularmente con los individuos, consumidores finales de los servicios quienes tienen un papel muy importante para garantizar un uso responsable de nuestros recursos y la conservación de nuestras fuentes. Ya hemos creado las bases de ese dialogo, ahora es importante ir más allá y promover conversaciones de sustancia, que puedan dar insumos para el monitoreo e implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, concluye, teniendo en cuenta los datos del informe.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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