Claire Foy, la reina de ‘The Crown’, se separa

Claire Foy, que ha aumentado su fama gracias al papel de Isabel II en The Crown, acaba de anunciar su separación. La actriz se casó hace cuatro años con el también intérprete británico Stephen Campbell, después de una relación de tres, y ahora ambos han mandado un comunicado publicado en Metro UK anunciando que ya no están juntos. “Estamos separados, lo hemos estado durante un tiempo. Sin embargo, seguimos siendo grandes amigos y teniendo un enorme respeto el uno por el otro” señalan.

La noticia ha causado una gran sorpresa ya que parecía una pareja consolidada. Se conocieron en 2011 en el rodaje de Season of the Witch y se casaron en 2014. Tienen una hija Ivy Rose, de casi tres años de edad. La separación ha impactado incluso a su círculo más cercano. "Después de siete años juntos, ha sido un verdadero shock para muchos de sus amigos, pero son personas encantadoras y están dispuestos a mantener todo civilizado", ha revelado una fuente cercana a The Sun. 

La pareja acaba de dejar atrás un año complicado, puesto que Campbell fue operado de un tumor cerebral a finales de 2016. Era la segunda vez que se sometía al procedimiento, la primera fue en 2012. “Me dijeron que era más peligroso esta vez, que podría causar más problemas. Y de repente fue como: ‘Dios mío, esto me está matando” reveló el intérprete después de la operación. “Te das cuenta de que no eres la persona más importante en el proceso y que todo el que te quiere pasa por algo peor”. El actor, conocido por su papel en The history boys, añadió que se había sentido muy “aliviado” cuando los médicos le dijeron que el procedimiento había salido bien. Un susto que también sufrió su entonces esposa, quien llegó a pensar que se quedaría viuda, como ella misma reveló en una entrevista a The Sun el pasado enero.

Por su interpretación de Isabel II en la serie de Netflix, Claire Foy ganó en los Globo de Oro 2017 el galardón a la mejor actriz. Antes de The Crown, donde ya no aparecerá en las próximas temporadas, Foy ya era una cara familiar en Reino Unido hasta el punto de que la prensa inglesa la había llegado a describir como “la nueva Sienna Miller” o “la nueva Keira Knightley”.