Un análisis de sangre salva al hermano de Leo Messi de la cárcel
Matías, el segundo hijo de la familia, fue detenido el 1 de diciembre por portar un arma de fuego
El 1 de diciembre de 2017 una lancha cubierta de sangre que navegaba a la deriva sorprendió a los cuidadores del club de pescadores de Fighiera, cerca de Rosario, a 300 kilómetros de Buenos Aires. La sorpresa fue mayor cuando descubrieron que el cuerpo herido y semi inconsciente que viajaba a bordo era el de Matías Messi, uno de los hermanos del mejor futbolista de Argentina y el FC Barcelona. En suma, la policía halló en la embarcación una pistola calibre 380 con munición que en ese momento, creyeron que había sido utilizada en un hecho delictivo. Este viernes, a más de 70 días del hecho, las pericias jugaron en favor de la familia Messi.
Una vez rescatado, el hombre de 35 años fue trasladado a un sanatorio donde le realizaron una cirugía por “traumatismo facial grave” y un fiscal lo imputó por el delito de portación de arma de guerra. Así, le dictaron una prisión preventiva que duró muy poco tiempo: una vez recuperado de la operación, asistió a una audiencia junto con su padre Jorge en la que pagaron una fianza dos millones de pesos (100.600 dólares). El juez le impuso presentarse cada 15 días y le prohibió salir del país.
Pero este viernes han cambiado las cosas para el hermano de Messi. La Justicia local determinó en un informe que las muestras de sangre tomadas en 39 sectores de la lancha coinciden con su perfil genético y echaron por la borda las hipótesis de una pelea o la presencia de otra persona en la embarcación siniestrada. Además, se confirmó que el arma encontrada en la lancha no había sido utilizada. Las evidencias refuerzan la versión del imputado, que declaró haber tenido un accidente con un banco de arena. Los peritos concluyeron que las heridas de Messi en el rostro eran compatibles con un golpe producto de una disminución abrupta de la velocidad de la embarcación o el roce con algún elemento contundente.
Fuentes de la fiscalía indicaron que el examen de sangre incluyó rastros recabados en elementos personales, de la lancha y cacha del arma. Además, se relevaron cámaras de seguridad de zona de Pueblo Esther, Fighiera y del club de Pescadores, que muestran a Matías Messi siempre sólo a bordo de su lancha. Otros 41 testimonios de testigos ratificaron además la declaración del hombre. En tanto, la investigación respecto a la portación del arma continua abierta con medidas pendientes de resultado.
"Toda la sangre que estaba allí pertenece a Matías Messi y las filmaciones realizadas dan cuenta de que en todo momento se encontraba solo. Hay una pericia accidentológica y mecánica de la lancha y los peritos dan cuenta de que podría haber sido objeto de un accidente", precisó el fiscal Matías Ocariz, quien también confirmó que aún no están los resultados de las pericias toxicológicas.
No es la primera vez que el apellido Messi sale en primera plana de la prensa, y no por los goles del astro Lionel, sino por los sucesos policiales en los que se suele involucrar Matías. En el año 2000 estuvo implicado en una denuncia por robo y un año más tarde fue denunciado por amenazas.
En 2008 fue detenido por llevar un arma en la cintura, un calibre .32, sin numeración y con cinco balas en el cargador. Se le abrió entonces una causa por portación ilegal y luego salió en libertad bajo la anuencia de un juez. En 2011 fue baleada la casa de la familia y su abogado explicó que el hecho había sido por “motivos económicos”. Tal vez un ajuste de cuentas por parte de un entorno compuesto por barras y narcos que parece encargado de manchar el apellido más célebre del mundo futbolístico. Un apellido que, entre el accionar benévolo de la Justicia y los goles del crack culé, siempre vuelve a limpiarse.
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