Análisis del Google Pixel 2, uno de los mejores Android del mercado
El gigante eleva su apuesta en el segmento de los móviles con la cámara y la inteligencia artificial como puntos fuertes
Con el lanzamiento el pasado mes de octubre del nuevo modelo de la familia Pixel 2, Google volvió a la a la carga con una importante apuesta en el mercado de los móviles que no ha dejado frío a nadie. El gigante californiano no parte de cero, como sabemos, en la guerra que se libra entre los fabricantes de móviles.
Esta nueva familia es una continuación de los Pixel iniciales que tan sabor agridulce nos dejaron en su estreno. En esta ocasión, Google combina hábilmente su saber hacer en el mundo de los datos y la inteligencia artificial —el nuevo mantra por el que luchan las principales marcas y cuyo impacto en nuestras vidas será similar al del fuego y la electricidad, según la opinión del CEO de Google, Sundar Pichai—, con un hardware novedoso que, sin embargo, arrastra algunos errores que arruinan lo que hubiera podido ser una nota sobresaliente.
Análisis y valoración
Conviene no olvidar en ningún momento que estamos ante uno de los móviles más avanzados (y caros) del mercado y por ello el listón de la expectativas se eleva posiblemente por encima de las necesidades reales del usuario medio. Dicho de otra manera, el Pixel 2 es un ‘pata negra’ que se defiende sensacionalmente en casi todos los terrenos, pero que arrastra algunas asperezas que no perdonan los que han pagado casi mil euros por hacerse con uno.
Un modelo llamado a tratar de tú a tú al iPhone X y a los últimos Samsung que trata de ‘robar’ una porción de su tostada en el segmento premium y no le faltan argumentos para ello. La cuestión es: ¿siente uno la sensación en la mano de estar ante un tope de gama? Aquí habrá respuestas para todos los gustos pero muchos pensarán que no. Tras probarlo durante ocho semanas, al tenerlo entre los dedos lo que se siente es su ligereza (175 gramos para la versión XL).
El Pixel está construido en un chasis unibody de aluminio y con una configuración del diseño que otorga todo el protagonismo a la pantalla: a elegir entre las cinco pulgadas del modelo más compacto, y las seis del XL. Además, Google ha querido curvar los extremos de la misma, siguiendo los pasos de Samsung, pero de una manera más suave y natural. El resultado es espectacular, aunque el gigante no ha sido capaz de eludir las críticas, lógicas en un segmento tan exigente al que se dirige el producto: la pantalla del Pixel 2 XL luce un incómodo tono azul cuando se inclina (no se ve de forma frontal) y es algo que exaspera a quien haya invertido semejante dineral en el equipo. El gigante parcheó este inconveniente mediante una actualización del firmware, pero el daño ya estaba hecho y, por otro lado, la solución no ha convencido a todos los usuarios.
FICHA TÉCNICA
Pantalla: Cinco pulgadas AMOLED con resolución 1.920x1.080 píxeles (441 ppp) para el Pixel 2, mientras que el Pixel 2 XL eleva a las seis pulgadas la pantalla P-OLED con una resolución de 2.880x1.440 (538 ppp).
Procesador: Qualcomm Snapdragon 835
Memoria RAM: 4 GB
Almacenamiento: 64 GB / 128 GB
Cámara: Trasera con autoenfoque mediante láser: 12,2 MP (F1.8) y procesamiento HDR+. Frontal de ocho megapíxeles (F2.4), ambas con modo retrato.
Batería: 2.700 mAh para el Pixel 2, 3.520 mAh el Pixel 2 XL, ambos con carga rápida (18 W)
Sistema operativo: Android 8.0 "Oreo"
Tamaño: Pixel 2: 145,7x69,7,4x7,8 mm / Pixel 2 XL: 157,9x76,7x7,9 mm
Peso: Pixel 2: 143 g / Pixel 2 XL: 175 g
Conectividad: WiFi a/b/g/n/ac, NFC y Bluetooth 5.0
Otros: Google Lens, resistente al agua (IP67), USB Tipo C, Google Assistant, sensor de huella, Active Edge, altavoces estéreo
¿La mejor cámara de fotos del mercado?
Navegando sobre el filo de lo infernal y lo divino, el Pixel 2 nos hace olvidar los sinsabores con una cámara simplemente sensacional, dotada además de todo un conjunto de ‘trabajo en cocina’ que mediante la inteligencia artificial logra unos resultados excelentes.
Google presenta la cámara del equipo como “la mejor del mundo” y lo hace citando a los test llevados a cabo por DxOMark. Sin entrar en valoraciones al respecto, nadie puede dudar que sacar una foto con este smartphone es garantía de éxito en lo que respecta al resultado. Una vez que se hace ‘clic’ en el disparador, se desata la magia en el interior y la inteligencia artificial analiza en tiempo récord lo captado por la óptica y mejora lo mejorable, ofreciendo al instante el resultado en la pantalla. Es gracias a este potente algoritmo que Google ha logrado un “efecto retrato” tan eficaz como el conseguido por Apple en sus nuevos iPhone, pero sin necesidad de recurrir a ópticas adicionales.
A priori, y si nos atenemos a los fríos números, la cámara del dispositivo pasaría discretamente como una más del inmenso catálogo de smartphones que un usuario puede adquirir: óptica de 12 megapíxels (con estabilizador óptico, eso sí) y flash de doble LED, nada fuera de lo común. Sin embargo, en realidad, casi lo de menos se encuentra en el hardware de la cámara y prima el algoritmo que se inicia una vez se aprieta el botón de disparo.
También cuenta con un modo multiexposición HDR+ que, mediante un algoritmo, mejora la imagen dentro de las posibilidades que ofrece la óptica. Este modo, a diferencia del HDR tradicional, toma una sola instantánea y es el algoritmo el que mejora la foto, con lo que tanto el disparo como el resultado en pantalla son prácticamente inmediatos. En realidad, si uno está atento a la pantalla, podrá observar cómo el procesador ‘trabaja’ la imagen ante nuestros ojos. Gracias a ello, resulta prácticamente imposible sacar una mala foto con este smartphone, por mucho que nos empeñemos.
LA COMPETENCIA
Galaxy Note 8: Samsung tenía muchas penas que purgar y lo supo hacer con un Note 8 que alcanza —casi— la excelencia. Una pantalla espectacular e 'infinita' (muchos sostienen que es la mejor del mercado), gran rendimiento, stylus y carga inalámbrica, son solo algunos de los argumentos con los que el terminal ha vuelto a reconquistar a los usuarios de Android.
LG V30: Queda claro que en el segmento de los móviles premium la pantalla marca la diferencia y este es sin duda uno de los puntos fuertes del V30 de LG.
iPhone X: Apple ha sabido pegar fuerte con el llamado 'iPhone del aniversario' con un terminal redondo y cargadísimo de novedades que no cabe duda que satisfarán al usuario más exigente. A su favor, el desbloqueo facial y una soberbia pantalla y cámara de fotos.
Galaxy S8: Los coreanos tienen munición suficiente para asestar palos a todos los niveles, y quienes no quieran la enormidad del Note 8, siempre pueden recurrir a un más compacto y racional S8. El móvil disfruta de una excelente pantalla sin bordes y un diseño que ha enamorado al mercado.
Otro tanto de lo mismo, y todavía con más énfasis, podemos decir del “modo retrato” que inauguró, como tal, Apple en su iPhone 7 Plus y que ahora adquiere una nueva dimensión en el Pixel 2 XL. Como apuntamos, Google ha prescindido de una doble óptica para aplicar el efecto bokeh y en su lugar confía esta tarea ciegamente al software. De esta manera, los potentes algoritmos se encargan de analizar el contenido de la imagen y aplicar las correspondientes correcciones. Lo bueno de utilizar el software para este cometido es que puede aplicarse también a la cámara frontal del móvil. El funcionamiento es sencillo: el algoritmo analiza la imagen y en cuanto detecta la presencia de un rostro o un objeto que destaca a corta distancia, centra el foco en el mismo y difumina todo lo que le rodea con un resultado prácticamente infalible y al instante.
La pantalla de la polémica
Pocos móviles han despertado tanta controversia en torno a su pantalla como ha sucedido en el caso del Pixel 2 XL. Nos encontramos ante una pantalla OLED de seis pulgadas —la de la controversia es la del XL— y que, además, carece de marcos, con lo que el dispositivo ofrece una experiencia de uso excelente para el ‘consumo’ multimedia. Sin embargo, se ve que Google pecó de ir con prisa o de exceso de confianza a la hora de salir al mercado con una pantalla que, a la vista de lo sucedido, no cumplía ni de lejos las expectativas de un móvil de estas características. Los colores aparecían apagados y como hemos apuntado con anterioridad, al virar el equipo hacia los lados, aparecía un tono azul en el contorno que ya resultaba obsesivo para el usuario. ¿Molestaba a la hora de ver vídeos o fotos? No, pero una vez que se sabía que estaba ahí, uno no podía parar de girar el móvil para fustigarse de forma masoquista por esos casi mil euros malgastados.
En realidad, un usuario no excesivamente exigente en este terreno, es posible que no hubiera sufrido mucho por el rendimiento de la pantalla, y de hecho, algunos medios corrieron a advertir que las críticas eran, en parte, exageradas. Algo que suele suceder cuando uno de los grandes players del mercado pone a la venta un equipo que no es indiscutiblemente imbatible en todos los terrenos.
Personalidad propia y algunas novedades
Hay que agradecer a Google el esfuerzo en innovar el hardware del equipo, un terreno en el que parece que ya está todo inventado. Es posible que el diseño y estilo del terminal no guste a todos, pero no cabe duda de que la marca ha optado por intentar seguir un camino propio —ya trazado con el modelo precedente— y es algo que se agradece. Aunque no cuente con ningún elemento particular que lo distinga del resto en su hardware, el Pixel 2 es fácilmente reconocible en la distancia y en especial cuando lo que se ve es su parte trasera.
El terminal cuenta, además, con una serie de prestaciones que integran hábilmente los gestos con el cuerpo del equipo y con los que uno se familiariza con rapidez. Así, por ejemplo, con la cámara activada del móvil, una sacudida con los dedos hará que se active la óptica de los selfies, una forma inteligente de activar esta cámara sin necesidad de recurrir a un pulsador. Por otro lado, Google ha integrado su asistente en el chasis del equipo mediante un gesto de apretar los extremos del equipo que al comienzo nos resultará extraño, pero pronto nos haremos a él. Estrujar el Pixel 2 tendrá como consecuencia la aparición del asistente, pero también nos servirá para silenciar una llamada entrante que no nos interese atender en el momento.
Otra función a destacar es su botón Google Lens que, mediante una pulsación, describe el contenido de una foto (o al menos lo intenta). Esto es especialmente interesante con flores, plantas, animales o bien incluso obras de arte; el sistema de Google nos explica qué tenemos ante nuestros ojos y ofrece toda la información disponible. Eso sí, cuando funciona, que no lo hace siempre.
El Pixel 2 es, en definitiva, un terminal que mira de tú a tú a sus principales rivales en el segmento, y no es poco: tanto Samsung como Apple han demostrado hasta dónde pueden llegar la ingeniería y el desarrollo en los smartphones modernos de gama premium.
CONCLUSIÓN
Lo mejor: Sin lugar a dudas, la cámara de fotos. Lo que ha logrado Google combinando el hardware y sus algoritmos es casi milagroso y las fotografías tomadas con este dispositivo están en lo más alto del segmento.
Lo peor: La inconsistencia de su pantalla, que no ha logrado seducir al mercado y ha abierto una brecha innecesaria en un producto que se las prometía con un expediente inmaculado. También resulta incomprensible que Google no haya dotado de carga inalámbrica al dispositivo.
Veredicto: El Pixel 2 deja un extraño sabor en la boca; por un lado roza el firmamento en algunas facetas y por otro cae en lo más hondo de una sima en aspectos que resultan incomprensibles en los tiempos que corren. Con todo, es tanto lo que brilla en el equipo que nos hará olvidar pronto los sinsabores.
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Google Pixel 2 XL. Pantalla de 6 pulgadas; procesador Qualcomm Snapdragon; 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento; cámara trasera de 12,2 MP.
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