Sony WF-1000X: música sin cables (y sin ruidos)

Desde que Apple presentó los AirPods hace casi un año y medio, los auriculares inalámbricos in-ear (intrauditivos) se han puesto de moda. Tanto, que ya son muchas las firmas que se han lanzado a crear su propio modelo sin cables. Sony es una de ellas: con los WF-1000X busca diferenciarse del resto mediante la integración de un sistema de cancelación activa del ruido.

Análisis y valoración

Los auriculares de Sony son completamente inalámbricos. Esto significa que las unidades para el oído izquierdo y derecho son independientes y no están unidas por ningún cable. Con un tamaño muy compacto y un peso de solo siete gramos, los Sony WF-1000X presumen de aspecto premium y materiales que transmiten la sensación de calidad; aunque no son resistentes al agua ni al sudor. Una vez colocados, son bastante discretos y muy cómodos de llevar, siempre y cuando elijamos bien la almohadilla de entre las distintas opciones de tamaño y material que propone la japonesa. De otra manera, no quedarán bien ajustados y hay un elevado riesgo de que se caigan (además de no permitir disfrutar del audio de forma óptima).

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Cada auricular cuenta con un único botón con distintas funciones. Así, el del izquierdo funciona como control de encendido y apagado, a la vez que sirve para ajustar el modo de cancelación de ruido. El del derecho, por su parte, gestiona la reproducción (play/pausa y cambiar de canción), permite responder a las llamadas entrantes y proporciona acceso al asistente de voz del móvil. ¿Y para ajustar el volumen? Es obligatorio recurrir al smartphone, ya que no contemplan esta función tan básica.

Se completan con un estuche de carga para su batería, que también ayuda a guardarlos con seguridad. No en vano, su tamaño es tan reducido que puede ser fácil perderlos. Y ya que hacemos referencia a la batería: poseen una ajustada autonomía de tres horas de reproducción, que se extiende aproximadamente otras nueve cuando se emplea este complemento.

Sonido de calidad

Cada auricular integra un imán de neodimio con diafragma de seis milímetros de diámetro. Gracias a este componente, ofrecen un sonido nítido, claro y rico en detalles, además de muy balanceado, con independencia del tipo de música que se esté escuchando. De ahí que la experiencia resulte muy satisfactoria y al nivel de lo que esperamos de una firma como Sony.

Por otro lado, el audio que se percibe desde el otro lado de la línea durante las llamadas es limpio y nítido, aunque no podemos decir lo mismo de la voz que llega a nuestro interlocutor. Y es que no se transmite todo lo clara que debería en ambientes ruidosos (al andar por la calle, en un autobús…).

Su característica más destacada es que disponen de un sistema de cancelación de ruido que aísla del entorno. Su funcionamiento es el mismo que el de los sistemas presentes en auriculares de mayor tamaño: un micrófono externo captura el ruido y emite una señal que lo cancela para que se escuche sólo la música.

Control del ruido

Hay dos formas de controlarlo. La primera consiste en pulsar el botón del auricular izquierdo seleccionando entre activar la función, bloquear los sonidos molestos dejando pasar las voces o desactivarla. La segunda alternativa es más recomendable: instalar la aplicación Sony Headphones Connect que, además, es la indicada para ecualizar el audio. Su función Adaptative Sound Control adapta la cancelación de ruido a la actividad del usuario, que emplea para ello la información que recibe desde el giroscopio del teléfono móvil. Así, detecta si está parado, camina o va en transporte. Asimismo, estos ajustes pueden personalizarse según las preferencias de cada persona, por lo que es posible seleccionar qué nivel de bloqueo deseamos en cada situación.

Es muy curioso cómo los auriculares son capaces de detectar prácticamente sin errores estos cambios en la actividad y adaptarse a ellos, si bien es cierto que el ajuste no es inmediato (en ocasiones ha tardado hasta medio minuto). A pesar de ello, tenemos que afirmar que la reducción del ruido de los WF-1000X funciona de forma muy positiva, ya que bloquea la mayor parte de los sonidos molestos del entorno. Nos ha resultado sobre todo útil durante los trayectos en transporte público, en los que el sonido de motores e, incluso, del tráfico, desaparece casi por completo. Y decimos “casi” porque, pese a su positivo funcionamiento, no iguala al bloqueo del ruido que ofrecen otros auriculares de mayor tamaño.

Actualización necesaria

Durante los primeros días de uso de los WF-1000X, tuvimos sensaciones encontradas. Pese a lo cómodos que son y lo bien que se escucha la música en ellos, nos sorprendía que se produjeran cortes de comunicación entre los dos auriculares. Este problema se debe a su forma de funcionar: la unidad izquierda se conecta al smartphone a través de Bluetooth o NFC, mientras la derecha lo hace a ella a través de radio en la frecuencia de los 2,4 GHz. Esta frecuencia es la misma que emplean otros dispositivos como walkie talkies y routers, lo que provoca interferencias y que el auricular derecho se desconecte de su compañero momentáneamente. Pues bien, tiene solución y basta con instalar una actualización de software que elimina el problema por completo. Ahora sí podemos disfrutar de la música con tranquilidad.

Sin duda, los WF-1000X de Sony son una de las alternativas más interesantes entre los modelos inalámbricos in-ear disponibles en la actualidad. Nos gusta su diseño, la comodidad de uso y el plus que da el sistema de cancelación de ruido. A mejorar: la autonomía de su batería y el audio que capta el micrófono.

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