Meghan Markle romperá el protocolo el día de su boda
La prometida de Enrique Inglaterra pronunciará un discurso ante los invitados y su padre tendrá un papel secundario en la celebración
Enrique de Inglaterra y Meghan Markle serán los protagonistas de la boda real del año el próximo 19 de mayo. Pero las cada vez menos posibilidades de que el príncipe llegue algún día a ostentar la corona (cuando en abril nazca el tercer hijo de los duques de Cambridge se convertirá en el sexto en la línea de sucesión), hace que la pareja no tenga miedo en romper el protocolo el día de su enlace en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor.
Según informan los medios británicos, la hoy exactriz planea variar el protocolo habitual en las bodas de la familia real británica de varias formas. Según ha revelado The Sunday Times, Markle ofrecerá un discurso a los asistentes al enlace. En la recepción que se celebrará tras la ceremonia nupcial en el castillo de Windsor (centro de Inglaterra), pronunciará un discurso en el que rendirá un "cariñoso" tributo a su esposo y mostrará su agradecimiento hacia Isabel II. Un discurso que también tendrá momentos para las bromas y escucharán las 800 personas que se prevé que sean invitadas a la celebración. “Quiere tener la oportunidad de dar las gracias a su esposo y a todos quienes les han apoyado. Enrique lo apoya totalmente”, ha dicho una fuente de The Telegraph.
Públicamente, solo se ha visto juntas a la reina y a Markle en la misa del día de Navidad en Sandringham. Aunque ya estuvieron juntas en el tradicional almuerzo navideño celebrado en el palacio de Buckingham, otro de los momentos en los que la pareja rompió el protocolo, pues a este tipo de reuniones, hasta la fecha, solo acudían las parejas de los miembros de la familia real británica una vez casados. Se sabe que el nieto de Isabel II y su novia también mantuvieron una discreta reunión en las dependencias privadas de palacio para tomar el té poco antes de que se anunciara su compromiso a finales del mes de noviembre.
Markle no solo romperá el protocolo el día de su boda con un discurso. Se rumorea que la intérprete de 36 años, famosa por su participación en la serie Suits, también quiere que quien la acompañe al altar sea su madre, y no su padre como manda la tradición. Mientras el príncipe y la actriz sí han sido fotografiados junto a Doria Radland, en la pasada edición de los Juegos Invictus en Toronto, no hay imágenes de la pareja con el padre de Markle, Thomas Markle, que trabajó como iluminador en Hollywood y hoy vive en México. Este último detalle es algo que según Samantha Markle, medio hermana de la futura novia, no se va a producir. Según ella, será su padre quien la acompaña en su camino hacia el altar. En cualquier caso, una confirmación poco fiable pues ella se ha convertido en una de las mayores críticas de su hermana desde que se conociera su romance con el príncipe Enrique, lo que hace que muchos duden de que vaya a ser una de las invitadas a la boda.
La cercana relación de Meghan Markle con su madre, una profesora de yoga en Los Ángeles, hizo que el propio príncipe se saltara la tradición y les pidiera a los dos la mano de su hija. Pero mientras que con Radland lo hizo en persona, al parecer al padre de Markle simplemente le llamó por teléfono para pedirle la mano de su hija. Y según los medios a Thomas Marle tampoco se le va a dar la oportunidad de hacer un discurso en la recepción de la boda, como suelen hacer los padres de la novia.
En cualquier caso, aún son muchos los detalles por descubrir de su próxima boda. Más allá de saber cómo y quién diseñará el vestido de novia, Enrique, de 33 años, todavía no ha indicado quién será su padrino, aunque los medios británicos apuntan que se espera que el elegido sea su hermano mayor, el príncipe Guillermo. También habrá que ver si Jorge y Carlota de Cambridge, hijos del príncipe Guillermo y Kate Middleton, tienen algún tipo de papel en la ceremonia, como ya lo hicieran en la boda de su tía Pippa Middleton el pasado mes de mayo.
Tras la boda, la monarca británica otorgará previsiblemente a Enrique y Meghan un título nobiliario, como hizo con Guillermo y su esposa, Catalina, a quienes nombró duques de Cambridge. Según los medios británicos, Enrique y Markle podrían recibir el ducado de Sussex, que permanece vacante desde 1843.
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