África se dibuja en el Festival de cómic de Angulema
El evento francés acoge la presentación de Africacomics, un catálogo con más de 2.500 ilustraciones del continente
Si preguntáramos por el título de un cómic africano, casi con seguridad, la mayoría respondería con el de Aya de Yopugon. La serie, que consta ya de seis títulos publicados por Norma Editorial y que ha sido llevada al cine, permitió a su escritora, la costamarfileña Marguerite Abouet, dejar su trabajo y dedicarse a la escritura. Premiado como “Mejor primer álbum” en el Festival Internacional de Angulema en 2006 parece, entre nosotros, una isla que se basta por si misma. Aunque por derecho propio se ha convertido en una serie de referencia queda, sin embargo, un universo cómic africano por descubrir y toda una andadura, llena de múltiples obstáculos de todo tipo, que vale la pena conocer y reconocer.
Considerado durante mucho tiempo el hermano menor a la hora de contar historias, el cómic (tebeo o novela gráfica) ha ido ganando adeptos y presencia hasta consolidarse como uno de los medios más dinámicos y atractivos para transmitir vivencias, conocimientos e incluso plasmar momentos históricos. A lo anterior no ha sido ajeno el mundo africano, y una muestra de ello se podrá ver del 25 al 28 de este mes en el 45 º Festival Internacional de Cómic de Angulema, que se une al empuje de premios y festivales que se celebran fuera del continente y que han ayudado a dar a conocer y activar la carrera de muchos dibujantes africanos. Algunos de estos festivales africanos internacionales son BD Boom Gabon, Coco Bulles en Costa de Marfil y, sobre todo, el que está considerado el más importante de todos: el FIBDA que se celebra en Argel y que el año pasado cumplía 10 años.
Los inicios de la historia del cómic en el continente africano son difíciles de precisar. Si bien la que está considerada la primera revista de este estilo, Karonga Kronikal, apareció en Malawi en 1915, no es hasta los años 50 cuando esta expresión artística comienza a tener más relevancia. En la actualidad, el formato cómic tiene, cada vez más, nuevos espacios para difundirse, exhibirse y publicarse. Si bien la presencia de autores africanos en el mercado occidental es limitada, varios hitos han logrado que el camino comience a ensancharse. Desde el ámbito francófono, la decisión de la editorial L´Harmattan de abrir una colección para publicar a artistas del continente supuso una importante pista de lanzamiento para dichos trabajos, los cuales carecían de la visibilidad y del reconocimiento necesario.
Alvaro Pons, autor de la weblog La cárcel de papel y comisario de la exposición española presentada en el festival en 2012, comenta que la presencia del cómic africano en Angulema "es permanente”. Destaca la importancia del cómic de expresión francesa producido sobre todo por africanos que han salido del continente y han publicado en diversas editoriales francesas. En este sentido los nombres más conocidos son francófonos: el gabonés Patrick Essono, el congoleño Pat Masioni o el centroafricano Didier Kassaï que dibujó la guerra en Bangui. “El cómic que se realiza hoy en el continente africano no es histórico. Se basa en las vivencias del día a día, un ejemplo sería la mencionada Aya de Yopugon pero no es el único”, añade.
Destaca la importancia de los personajes africanos en muchos cómics producidos en Estados Unidos
Fuera del circuito de expresión francesa, Pons resalta el cómic nigeriano que ha surgido con la presentación desde Comic Republic de un universo de superhéores negros como Eru o Ireti que emergen de la cultura Yoruba. Y el universo sudafricano en el que, en el pasado, había historias con personajes negros dirigidos a sudafricanos negros, como Supermask, y en donde reina en la actualidad Kwezi. Creado por el artista Loyiso Mkize, es un joven obsesionado con las redes sociales y cuyo nombre en Xhosa y Zulu significa “estrella”. Tanto los superhéroes de Comic Republic como Kwezi han logrado superar los límites a los que se enfrentan las ediciones en papel en África al ser publicados y estar disponibles para su lectura en Internet.
Además, destaca la importancia de los personajes africanos en muchos cómics producidos en Estados Unidos. “Hubo incluso un sello de DC Comics (Milestone) que contenía historias con protagonistas afroamericanos y escritas y dibujadas por afroamericanos”, nos comenta. En un interesante repaso en este sentido, el periodista Sebastián Ruiz nos habla de los diversos héroes afrodescendientes que multinacionales como la Marvel o DC Comicsdibujaron para el general disfrute. Sin olvidar al más reciente de todos, el primer superhéroe negro que presentó Marvel, Black Panther, que promete ser un bombazo cinematográfico este mismo año cuando se estrene en la gran pantalla.
Pons coincide con nosotros al señalar que la presencia aquí de estos trabajos no ha acabado por encontrar su lugar. Poco, muy poco, se publica y apenas se pueden mencionar algunos títulos. En el completo blog especializado de David Fernández de Arriba aparecen tan solo ocho títulos traducidos al castellano. Entre los más recientes destacan Alpha (Norma editorial, 2017) y Los esclavos olvidados de Tromelín (Ponent Mon, 2017). Títulos interesantes y que abordan cuestiones relacionadas con el continente, pero que no han sido escritos ni dibujados por africanos (excepto Aya de Yopugon). Queda aún la larga labor de mostrar el trabajo de estos artistas. Esa precisamente ha sido la tarea de algunos colectivos, entre los que se encuentran la asociación Africa e Mediterraneo y la cooperativa social Lai-momo, que aprovecharán el Festival de Angulema, como en otras ocasiones, para presentar diversas actividades e iniciativas en torno al cómic africano.
Una de las más atractivas es fruto del trabajo conjunto de estos dos colectivos desde 1999. En Angulema mostrarán la base de datos Africacomics. Un catálogo que, en la actualidad, consta de más de 2.500 dibujos provenientes de casi todos los países africanos subsaharianos y que representa una de las colecciones más ricas de cómics africanos del mundo. Detrás hay un largo trabajo de investigación y archivo disponible en línea y de acceso gratuito para consulta. La colección física se almacena en su Centro de estudios en Sasso Marconi (Italia) y está abierta a académicos, estudiantes y expertos que deseen ver los dibujos originales con fines de estudio e investigación.
Además, este año celebrarán dos mesas redondas el día 26. La primera examinará el trabajo pasado y presente de muchos artistas africanos. Junto a los veteranos Barly Baruti (quien presentará su tercera novela gráfica Le Singe Jaune publicada por Glénat) y Al’ Mata, se sentarán representantes de la joven generación. Al lado del congoleño Fati Kabuika (La vie d'Andolo) y el chadiano Adjim Danngar, estará la joven camerunesa Elyon’s. Ella es un caso único en el continente africano por el gran éxito alcanzado por un público geográficamente diverso con su serie La vie d'Ebène Duta. Máxime si se tiene en cuenta que Elyon’s lo logró a partir de la autoedición ya que puso en marcha en Douala una campaña de crowdfundig con el objetivo de ver publicada su historia.
La segunda mesa redonda estará compuesta por editores y asociaciones que están trabajando en la actualidad con los cómics de autores africanos. Se hablará sobre el mundo de la edición, producción y distribución, junto con temas como los derechos de autor o la censura-autocensura. En ella estarán Simon Mbumbo (creador de la editorial juvenil Toom Comics); Christophe Edimo (presidente de la histórica Asociación L'Afrique dessinée); Paulin Assem (de la editorial togolesa Ago Média); Raphaël Thierry (experto del libro africano y fundador y editor de Editafrica) y Dalila Nadjem (de la editorial argelina Dalimen).
En el festival de Angulema recogerán firmas para solicitar la liberación del dibujante Ramón Esono
Finalmente, van a recoger firmas en su stand en Angulema para solicitar la liberación del dibujante Ramón Esono encarcelado en Malabo desde el pasado 16 de septiembre. El guineoecuatoriano, muy crítico con el actual presidente Teodoro Obiang, es uno de los tres autores de la obra La pesadilla de Obi (disponible en la actualidad gracias a la autoedición) y su trabajo ha sido reconocido en múltiples ocasiones. Reflejo de esa andadura no exenta de obstáculos que muchos artistas han tenido que soportar, la situación de Esono sigue prolongándose en el tiempo por lo que pretenden, de esta manera, relanzar la movilización y que no caiga en el olvido. Para ello solicitarán a los asistentes al Festival de Angulema que firmen la petición activada por EG Justice en la plataforma Change y se hagan selfies con el reclamo de la campaña #FreeNseRamon.
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