La cocina española
La ebullición de la cocina española ha llenado de colores los platos de los restaurantes con estrellas Michelín. Algunos parecen hechos para posar. Muchos comensales, antes de llevarse los manjares a la boca, le hacen un reportaje fotográfico como recuerdo. Lo que debería ser un plato de comida se convierte en una mini escultura. Las televisiones con sus concursos gastronómicos tienen una audiencia como la de un partido de fútbol del Madrid o el Barcelona. Ha llegado la cocinamanía. También es un atractivo turístico y, por tanto, creación de empleo. Hasta aquí todo muy bien, pero la dieta mediterránea como buque insignia de nuestro país no parece navegar bien en la población en general; cada vez más la comida basura se implanta en nuestros hábitos alimenticios y a más tempranas edades, nuestros niños están ganando peso. Enseñar a los menores a comer sano desde pequeños es fundamental, y es una labor que tienen que hacer los padres y también la Administración, que debería poner más de su parte para controlar esos alimentos que no benefician a la salud.— José Antonio Cabeza Cabeza. Barbate (Cádiz).
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