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red de expertos
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El desarrollo sostenible desde el territorio

En América Latina se llevan a cabo transformaciones políticas asociadas a la agenda internacional de desarrollo con el objetivo de que sienten las bases de un nuevo proceso de transformación democrática en la región

Vista de un bloque de viviendas en México.
Vista de un bloque de viviendas en México.Daniel Lobo
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En los años recientes, la comunidad internacional ha asumido compromisos importantes para establecer objetivos relacionados con los procesos de urbanización en el mundo. Entre estos acuerdos destacan la Nueva Agenda Urbana —resultado de Hábitat 3—, el Acuerdo de París —enmarcado en la COP21— y la Agenda 2030, que establecen metas específicas y vinculantes para los Estados a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que deben ser alcanzados en ese año 2030.

Todos los convenios internacionales sobre desarrollo urbano sostenible mencionan el protagonismo de los Gobiernos locales y la importancia de la participación activa de la sociedad civil a través de organizaciones sociales, movimientos populares, organizaciones comunitarias o redes académicas, entre otros. Para avanzar en esta perspectiva de amplia participación que evite que la agenda de desarrollo urbano termine cediendo a las tendencias del centralismo y verticalismo de las políticas públicas latinoamericanas, son de gran importancia varias iniciativas. Primero, las que fortalezcan la articulación entre los demás actores reconocidos, pero relativamente relegados, y segundo, la apertura de espacios de diálogo entre estos y los Gobiernos nacionales y organismos internacionales. Así se podrá establecer como punto de partida la realidad territorial de las ciudades de América Latina.

Una plataforma de caminos posibles

En línea con estos objetivos y reconociendo que, para avanzar hacia el desarrollo de ciudades y comunidades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, es urgente priorizar la problemática de la vivienda y el hábitat, diversas organizaciones sociales, académicas, empresas socialmente responsables, redes de gobiernos y organismos internacionales se han unido para constituir una plataforma de conocimiento llamada Urban Housing Practitioners Hub (UHPH).

Durante la XI Cumbre Hemisférica de Alcaldes que tuvo lugar en Pachuca (México) el pasado agosto, la plataforma UHPH llevó a cabo el espacio de diálogo sobre Vivienda al centro de las ciudades, donde se presentaron algunas de estas experiencias.

Una de ellas consiste en la creación comunitaria de vivienda en la ciudad de León. Hábitat para la Humanidad y el Instituto Municipal de Vivienda de León presentaron el proyecto que están llevando a cabo junto a familias de los segmentos económicos más pobres de este municipio, el cuarto más poblado de México. La iniciativa adopta un un enfoque de producción social del hábitat que, además de la construcción de viviendas, contempla el acceso a servicios básicos y la regularización jurídica de la tenencia de la tierra.

La construcción de casas de emergencia en el municipio de Villa Guerrero es otra experiencia que sintetiza diversos proyectos de construcción de vivienda llevadas a cabo en comunidades de asentamientos informales de Villa Guerrero, en el Estado de México. Estos proyectos, además de mejorar las condiciones habitacionales de los sectores más pobres de la población del municipio, han servido para fortalecer las organizaciones comunitarias y los vínculos entre éstas y los distintos programas del Gobierno municipal.

Hacia una agenda común de incidencia desde el territorio

El diálogo de conocimientos basado en la experiencia del trabajo territorial entre distintos actores tiene el potencial de converger en una agenda común de incidencia en políticas públicas nacionales y de la implementación de la agenda internacional de desarrollo urbano, entre otros, en torno a los siguientes puntos clave:

a) Espacios de socialización de experiencias diversas para aprovechar sinergias, constituir cadenas de valor y desarrollar procesos de transferencia de capacidades entre los diversos actores.

b) Ampliación de los espacios y metodologías de participación ciudadana. Es una acción fundamentada en una concepción democrática participativa y sustancial que permita fortalecer la perspectiva ciudadana de la gobernanza local y nacional

Los compromisos globales sólo podrán ser alcanzados  si están fundamentados en la realidad territorial

c) Promoción de la producción social del hábitat, en línea con el punto anterior, como ejercicio del derecho de los ciudadanos a transformar las ciudades, tanto desde la perspectiva física como desde los aspectos políticos, culturales, sociales y ambientales, entre otros.

d) Localización de las políticas sociales para adaptarlas a las diversas realidades territoriales y permitir una mejor estructuración de las agendas internacionales y nacionales. Esto dará respuesta a las diferentes manifestaciones espaciales de las problemáticas generales.

e) Fortalecimiento de las competencias de los actores sociales en los procesos de diseño, implementación y monitoreo del desarrollo urbano, aprovechando sinergias de las distintas capacidades, conocimientos y metodologías.

f) Nuevas propuestas de financiación del desarrollo urbano que tengan como base la distribución y redistribución de las riquezas producidas dentro de las ciudades, entre las ciudades y el entorno rural, y que promuevan las simetrías entre los espacios urbanos a niveles regionales, nacionales e internacionales.

g) Innovaciones en la ingeniería del Gobierno urbano, especialmente en los Ejecutivos metropolitanos, orientadas a fortalecer el vínculo territorial entre la ciudadanía y el sector público. Igualmente, fortalecer las competencias de este último para dar respuesta a las demandas surgidas a nivel local así como para adaptar la agenda nacional e internacional a la realidad territorial.

Sin lugar a dudas, estos compromisos globales solo podrán ser alcanzados con efectividad si están basados en la realidad territorial, tienen como fundamento la participación ciudadana, permiten la articulación de diversos actores y contribuyen al fortalecimiento de una gobernanza democrática en América Latina. Las transformaciones políticas deben ir asociadas a la agenda internacional de desarrollo, pero también poseer un impacto que vaya más allá y permita sentar las bases de un nuevo proceso de transformación democrática en la región.

Luis Bonilla Ortiz-Arrieta es director de Relaciones Institucionales de TECHO Internacional.

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