Mariah Carey: “La felicidad es dormir lo más posible”
La cantante, que acaba de dejar su huella en el teatro Chino de Hollywood, habla de sus nuevos proyectos y de cómo son sus Navidades
Es difícil escribir la carta a los Reyes Magos cuando uno lo tiene todo. Mariah Carey está entre esos privilegiados. Es la única cantante que posee 18 temas número uno en la lista de Billboard. Ahora además canta con sus hijos, los mellizos Monroe y Moroccan, en sus nuevos proyectos navideños. También acaba de dejar su huella en el teatro Chino de Hollywood. Y novio formal quizá no tenga, pero se ha quedado con el anillo de pedida que le dio el último, el millonario australiano James Packer, valorado en más de 11 millones de euros. “Un regalo es un regalo”, confiesa.
¿Qué es entonces lo que Mariah Carey puede desear que no tiene? “Para mí la felicidad es dormir lo más posible”, afirma sin pensarlo dos veces. “Y despertar, divertirme, trabajar, hacer mi música, disfrutar de la familia y volver a dormir”, añade obsesionada con el tema. Quizá lo dice por la hora tan temprana del encuentro con EL PAÍS, a finales de octubre, en el hotel Beverly Wilshire de Los Ángeles. Un desayuno por todo lo alto que organizan los estudios Sony para promocionar su próximo estreno animado, The Star, una historia navideña. Quien tiene un armario más grande que las casas del común de los mortales, aparece de punta en blanco, o mejor dicho, casi desnuda, cubierta con un traje semitransparente color carne en la que se puede apreciar todo lo que no cubren estratégicamente los brillantitos bordados en el tejido. De ahí que sea difícil creerla cuando asegura que en su casa tiene momentos mundanos. “Cocinar es divertido. No me paso el día con la copa de champán en la mano. A veces también veo la televisión, aunque lo normal es que me duerma”, resume.
Las fiestas navideñas que tanto le siguen gustando, a pesar del fracaso de su concierto de Nochevieja en Times Square el año pasado, se le echan encima y además del tema The Star para la película del mismo título la cantante, de 47 años, presenta el 14 de noviembre un vídeo animado basado en uno de sus temas más populares, All I Want For Christmas Is You. Es la segunda canción más escuchada en Navidades. “Guardamos muchas tradiciones. De todo tipo. Desde pasar las fiestas en Aspen para celebrar unas Navidades blancas hasta contar con renos para traer a Santa Claus”, añade como si fuera lo más normal. Con o sin renos, se considera una buena madre, como lo es la suya, Patricia, la cantante de ópera que fue la primera que descubrió su talento. “Ella me animó a cantar. Y la música sigue siendo mi primer amor”, recuerda Carey.
El cine le ha dado tantas calabazas como sus amores. La artista tiene la espinita clavada que le dejó el rotundo fracaso de su debut cinematográfico con El brillo de una estrella (2001). Pero su amigo y director Lee Daniels ha limado sus asperezas con el medio con pequeños trabajos en Precious o la serie Empire.
Del que no habla es de Packer, con el que rompió hace un año tras 18 meses de noviazgo y un anillo muy caro en su dedo. Y del que no calla es sobre su ex, Nick Cannon, padre de sus hijos. “Hemos aprendido muy bien cómo compartir la paternidad y en eso estamos”, confiesa.
