La vergüenza del refugiado
Hace apenas un mes se cumplió el plazo marcado por la Unión Europea sobre la acogida de refugiados que se puso en marcha en 2015 tras la llegada masiva y el punto cúspide de esta crisis. Los resultados no son para estar orgullosos. De los 160.000 refugiados de objetivo, Europa solo ha cumplido el 17%, España ni se acerca a esta cifra: se queda en un 11%. Europa muestra así una vez más su escasa preocupación por la materia humana y cierra puertas ante quienes huyen de la barbarie con la esperanza de poder mejorar sus vidas. Como si de cifras se trataran, son distribuidos por distintos países, negociados y reasentados en otros países; es decir, pura mercancía en manos de políticos. Por si esto no fuera suficiente, movimientos racistas y xenófobos que promueven su odio entre la gente con mentiras descaradas (como la relación entre refugiados y el terrorismo islámico) han llegado incluso a obtener representación parlamentaria europea, hecho que complica aún más su situación. ¿Dónde están la compasión y la humanidad cuando más hacen falta?— Víctor Clemente López. Alcorcón (Madrid).
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